"Hay que investigar para la sociedad, que es la que financia nuestro trabajo"

JPA/DICYT El Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (Irnasa) celebra en este año su 50 aniversario. Su director, Balbino García, hace balance y pone su vista en el futuro de un centro que no ha hecho más que evolucionar con los tiempos, aunque siempre vinculado al campo y a sus necesidades.

¿Cuáles fueron los primeros pasos del Irnasa?

El instituto tiene su origen en el Departamento de Química Analítica de la Facultad de Ciencias, en el año 1954, pero la creación del centro como tal se produjo en 1957, con el nombre de Centro de Edafología y Biología Aplicada de Salamanca. En ese momento teníamos dependencias en León vinculadas con un centro que ha evolucionado hacia una estación experimental agrícola.

A lo largo de estos 50 años, ¿qué evolución ha sufrido el centro?

El edificio actual se construyó con posterioridad a la creación del instituto gracias al jefe de la cátedra de Química Analítica, Felipe Lucena Conde, en 1967, así que celebramos también los 40 años de nuestra sede. El centro sufre reestructuraciones hasta denominarse Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca. Eso ocurrió en 1988, cuando también cambiaron los nombres de los departamentos.

¿Con qué recursos cuenta el Irnasa?

Tenemos unas 120 personas trabajando aquí y disponemos de equipos de investigación bastante avanzados. Desde hace dos años nos hemos dedicado a la elaboración del plan estratégico y creamos nuevos departamentos, nuevas líneas de investigación y un objetivo claro que es el desarrollo sostenible de sistemas agrosilvopastorales, que son los sistemas que integran el medio natural, los cultivos agrícolas y las explotaciones ganaderas. En el CSIC, estamos vinculados a dos áreas, las ciencias agrarias y los recursos naturales.

¿Cómo se estructura el centro?

Todos los centros del CSIC nos hemos tenido que adaptar a la búsqueda de una eficiencia vinculada directamente al provecho de la sociedad, es decir, hay que investigar para la sociedad, que es la que paga la actividad investigadora. Para ello, tenemos tres departamentos, el de Estrés Abiótico, el de Desarrollo Sostenible de Sistemas Agroforestales y Ganaderos y el de Procesos de Degradación del Medio y su Recuparación.

¿Cuáles serán las líneas de investigación en el futuro?

Nosotros evolucionamos en función de las normativas y las prioridades que nos marcan tanto la sociedad como las políticas, a través de los planes nacionales de investigación, los autonómicos o los europeos. Pero también tenemos en cuenta las demandas que realizan las empresas. Por ejemplo, en este momento, tenemos un proyecto para la producción de biodiesel, que demuestra nuestro interés en el sector empresarial. Nuestro reto es producir más y mejor ciencia, y también difundirla.