Salud España , Barcelona, Martes, 13 de diciembre de 2022 a las 18:56

Hidr贸geno molecular como nueva estrategia para el tratamiento del dolor cr贸nico

Art铆culo de cient铆ficos espa帽oles publicado en la revista 'Antioxidants'

UAB/DICYT En un artículo publicado en la revista Antioxidants, investigadores del Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau – IIB Sant Pau y de la UAB demuestran en modelos animales que el agua enriquecida con moléculas de hidrógeno (H2) mejora la sintomatología del dolor neuropático y las alteraciones emocionales relacionadas.

 

El 20% de la población adulta española sufre dolor crónico y, entre un 7 y un 10%, dolor neuropático. Este dolor, mayoritariamente causado por una lesión nerviosa, hace que las personas sientan un malestar intenso y muchas veces constante. Los tratamientos son escasos y con frecuencia conllevan una gran cantidad de efectos adversos que condicionan mucho la calidad de vida de los pacientes. Por eso, desde el Grupo de Neurofarmacología Molecular que coordina Olga Pol en el Instituto de Investigación de Sant Pau y en el Instituto de Neurociencias de la UAB, buscan nuevas posibilidades terapéuticas que puedan ayudar a las personas que lo padecen.


Ahora en un estudio publicado en la revista Antioxidants, han analizado los efectos de administrar a ratones modelos de dolor neuropático agua enriquecida con moléculas de hidrógeno, un tratamiento que ya había demostrado efectos positivos en trastornos neurológicos, como el Alzheimer o la depresión. Los resultados demuestran que esta estrategia puede ser una buena candidata para el tratamiento del dolor neuropático y los trastornos emocionales asociados, tanto por sus efectos analgésicos y antiinflamatorios, como por sus propiedades ansiolíticas y antidepresivas.


“Este tratamiento puede paliar no sólo el dolor que provoca una lesión nerviosa, sino también los estados de ansiedad y depresión que le acompañan, lo que mejoraría sustancialmente la calidad de vida de los pacientes. Esto es importante porque puede permitir un tratamiento más efectivo y global del dolor neuropático con menos efectos secundarios”, explica Olga Pol.


En el estudio, el tratamiento se ha administrado a los ratones de forma inyectada, pero en el futuro se probarán otras vías como la oral. Los próximos pasos serán investigar cómo funciona el tratamiento en modelos animales de dolor asociado al haber realizado quimioterapia, ya que en muchas ocasiones los pacientes oncológicos presentan dolor neuropático como efecto secundario al tratamiento. También evaluar sus efectos sobre los déficits de memoria y emocionales que también pueden sufrir estos mismos pacientes.