Tecnología España , Salamanca, Mi茅rcoles, 04 de noviembre de 2009 a las 13:30

Ingenieros ge贸logos controlan el estado de conservaci贸n de La Alhambra

La 'III Semana de la Ingenier铆a Geol贸gica' de la Universidad de Salamanca acoge presentaciones de investigaciones nacionales en esta materia

JPA/DICYT José Luis Salinas Rodríguez, coordinador del programa técnico-científico del Laboratorio de Geotecnia del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), un organismo autónomo adscrito al Ministerio de Fomento, ha explicado hoy en Salamanca un trabajo realizado sobre el estado de conservación de La Alhambra de Granada, y los métodos de control que existen o que podrían implantarse para controlar su evolución. Todo ello ha sido en el contexto de la celebración de la III Semana de la Ingeniería Geológica, que organiza la Universidad de Salamanca, donde se exponen algunos estudios nacionales relevantes sobre esta materia.

 

El experto del Cedex ha explicado hoy la actuación que, a lo largo de 10 años, evaluó las condiciones de seguridad de los edificios del recinto de La Alambra, un estudio que incluyó aspectos geotécnicos, arqueológicos e históricos. "Algunos edificios son del siglo XII, de manera que se han producido muchos eventos significativos: incendios, inundaciones, terremotos, siniestros bélicos y la propia estancia de personas", ha señalado Salinas en declaraciones a DiCYT. "Da la impresión de que todo está tal y como la dejaron los musulmanes, pero han cambiado muchas cosas", apunta. A pesar de todo, "desde el punto de vista estático, en condiciones no sometidas a un sismo, el conjunto es relativamente estable, es decir, tenemos garantías de que los edificios no corren peligro inminente". Sin embargo, "la zona de Granada está sometida a movimientos sísmicos de cierta intensidad y, por consiguiente, con una magnitud que puede tener efectos destructivos, en ese sentido algunos edificios sí presentan dudas".

 

Después de realizar los primeros estudios, se llevaron a cabo algunas actuaciones concretas, pero lo más importante sería "instrumentar" los controles. "Nosotros analizamos una serie de parámetros, como la apertura de grietas, y eso se puede automatizar tras definir cuáles son los elementos significativos a través de un periodo de registro manual", explica el especialista. Esa automatización se llevaría a cabo a través de sensores vinculados a la apertura y cierre de grietas, puesto que "las medimos e incluso comprobamos que este proceso tiene ciclos, en invierno se abren y en verano se cierran, por eso se hacen dos medidas anuales". Se trata de procesos de dilatación térmica normales, pero "lo importante es que no se vaya más allá". La tecnología de medición se basa en sensores de resistencia: se pega una cinta y cuando se abre se estira, de manera que eso se transforma en una señal eléctrica que se puede procesar por ordenador.

 

Sin embargo, estos sensores son costosos y requieren una puesta a punto constante. Cada cierto tiempo hay que renovar el sistema, así que es caro de implantar y sobre todo de mantener, según apunta Salinas, así que de momento, esta opción está descartada porque el estado general de los edificios de La Alhambra es bueno. Además, "la instrumentación que dejamos nosotros tras el estudio está intacta", apunta, lo que permite mantener el seguimiento.