Investigaciones sobre el sistema olfativo sirven para estudiar el funcionamiento general del cerebro
JPA/DICYT Algunas investigaciones básicas en torno a regiones concretas del sistema nervioso están sirviendo para que los científicos comprendan mejor el funcionamiento general del cerebro. Es el caso del sistema olfativo: al estudiar las conexiones que se establecen entre las neuronas que se encargan de nuestro olfato, los científicos sacan conclusiones que pueden explicar otros aspectos del órgano más complejo del cuerpo humano. Uno de estos investigadores es Carlos Crespo, científico de la Universidad de Valencia formado en la Universidad de Salamanca que hoy ha visitado el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) para explicar sus avances en una conferencia.
"Nosotros trabajamos en la anatomía del bulbo olfativo, nuestro interés básicamente es describir mapas de conectividad en esta región del cerebro, saber qué neuronas conectan con otras y qué significa esto desde el punto de vista funcional", afirma el científico en declaraciones a DiCYT.
Algunos de los resultados de su grupo de investigación que ha presentado en el Incyl fueron publicados por la revista Neuroscience en 2010. "Estamos estudiando la conectividad de las neuronas del bulbo olfatorio y cómo se ven moldeadas en su función por otras áreas subcorticales [las que están por debajo de la corteza cerebral] diferentes de las olfativas", comenta. En este sentido, "hay sistemas subcorticales en el cerebro que modulan a otros sistemas corticales y esto supone un bucle en la modulación de circuitos que hasta ahora no estaba descrito", asegura el experto. Las conclusiones se pueden extrapolar al resto del cerebro.
Estudios con roedores
La Universidad de Valencia obtiene toda esta información del estudio de roedores, principalmente de las ratas, con técnicas neuroanatómicas como la microscopía electrónica y la inmunocitoquímica, que combinadas dan la mayor parte de los parte de los resultados. Sin embargo, se trata de investigación básica, que no ofrece resultados directamente aplicables para resolver problemas, señala Carlos Crespo.
"Los que hacemos investigación básica pretendemos sacar pautas generales del funcionamiento del cerebro, mientras que los científicos que se dedican a la investigación aplicada en Neurociencias van detrás de un problema más concreto, como puede ser el párkinson o el alzhéimer", apunta. "En nuestro caso no, lo que hacemos es ver cómo funciona una región concreta y de ahí intentamos sacar pautas comunes para otras regiones del cerebro".
El científico de la Universidad de Valencia mantiene un estrecho contacto con los investigadores de Salamanca que se dedican al campo de las Neurociencias, ya que se formó en la Universidad de Salamanca, puesto que realizó su tesis en el grupo de José Ramón Alonso Peña.