Investigadores buscan claves para entender el síndrome Cornelia de Lange y algunos tumores
JPA/DICYT Ana Losada, experta del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de Madrid, trabaja con científicos de Salamanca del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca y del Instituto de Microbiología Bioquímica (que ha pasado a llamarse Instituto de Biología Funcional y Genómica, IBGF) en un proyecto Consolider que tiene como objetivo analizar la estabilidad del genoma. En concreto, el grupo de investigación de Ana Losada trata de entender cómo se produce la segregación cromosómica, es decir, cómo las células reparten su material genético de forma equitativa entre dos células hijas y dentro de ella, un complejo de proteínas relacionado con algunos tumores y el síndrome Cornelia de Lange.
"Hay muchos mecanismos que regulan cómo se produce la segregación cromosómica", explica a DiCYT la especialista. Uno de ellos está mediado por un complejo denominado cohesina, que "es como un anillo" que mantiene unidas las dos partes de la célula hasta que llega el momento de la división definitiva. "Las cohesinas son esenciales, la célula no puede vivir sin ellas. Hasta hace unos años se pensaba que sólo eran importantes en este proceso de división celular, pero ahora se sabe que modulan otros procesos como la replicación y la expresión génica", señala. Pues bien, modificaciones en genes que codifican a las cohesinas parecen ser la causa también del síndrome Cornelia de Lange, que se caracteriza porque los pacientes presentan defectos de desarrollo neurológicos, de crecimiento y malformaciones.
Ana Losada comenzó a realizar estas investigaciones con xenopus, un tipo de sapo africano, "el sistema en el que descubrimos las cohesinas cuando yo hacía mi tesis en Estados Unidos", señala. Aunque ha seguido estudiando este modelo, ha aprovechado la experiencia del CNIO con ratones para crear un modelo de roedor que permita avanzar en esta línea. Se trata de "estudiar cómo esos genes de las cohesinas son importantes para el desarrollo e ir más allá, de un nivel celular a un nivel supracelular", apunta.
En el síndrome de Cornelia de Lange esta investigación pretende entender la función de las cohesinas. Se ha visto que en los pacientes hay una desregulación generalizada de la expresión génica y no se sabe si es esta desregulación viene causada por la propia enfermedad o si hay genes más sensibles a las cohesinas y son más importantes para determinados desarrollos del sistema neurológico.
Tumores aneuploides
Sin embargo, la segregación cromosómica tiene implicaciones que van mucho más allá de esta enfermedad. Por ejemplo, existen muchos tumores aneuploides, es decir, cuyas células tienen un número de cromosomas inadecuado, una dotación cromosómica inusual que le permite vivir a la célula e incluso le da ventajas. Por eso, otro de los objetivos de la investigación es "entender cómo se generan esas aneuploidías, si las cohesinas tienen que ver en esa generación y cómo eso puede favorecer o prevenir el desarrollo de los tumores", añade.
Los investigadores del IBFG Francisco Antequera y Cristina Martín, además de Sergio Moreno, científico del Centro de Investigación del Cáncer, forman parte del proyecto Consolider en el que se enmarca también el trabajo de Ana Losada, que ha visitado hoy Salamanca y ha ofrecido un seminario de investigación en el Edificio Departamental del Campus Unamuno de la Universidad de Salamanca. Este proyecto Consolider "es una agrupación de laboratorios que trabajan en inestabilidad genómica y que utilizan modelos diferentes para entender cómo se mantiene la estabilidad del genoma", ha señalado.