Investigadores buscan mejorar la productividad en invernaderos
UCR/DICYT En Costa Rica se construyen y utilizan invernaderos con metodologías y tecnologías desarrolladas y patentadas en otros países y no siempre estos sistemas se ajustan a las necesidades y condiciones climáticas de nuestro país o no se utilizan adecuadamente. Por ello un grupo de académicos e investigadores de la Escuela de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Costa Rica desarrollan un proyecto que busca evaluar los parámetros térmicos y estructurales que rigen el diseño de invernaderos para su adaptación a las condiciones agro-meteorológicas de nuestro país.
La producción en ambientes protegidos (invernaderos) es una estrategia productiva que puede ser muy eficiente y de muy alto rendimiento en productos como hortalizas, flores, y otros si se diseña y opera adecuadamente; además puede ayudar a reducir el uso de plaguicidas o agroquímicos en general y hacer un mejor control biológico de las plagas.
Una de las ventajas es que se puede manejar las estacionalidad de la producción, es decir que se puede producir todo el año. Por ejemplo el melón solo se produce en época seca en ambiente natural, pero en ambientes protegidos se puede hacer todo el año.
El objetivo del proyecto es proponer mejoras que permitan optimizar las condiciones climáticas para la producción en ambientes protegidos como una forma de fortalecer la competitividad del país en el área agrícola y agropecuaria.
Los investigadores de la UCR buscan adaptar modelos para representar el comportamiento térmico y flujo de masa en invernaderos para propiciar su adaptabilidad a las condiciones de diferentes zonas y relieves de acuerdo con las necesidades de los cultivos.
La correcta aplicación de la producción bajo ambientes controlados es un ejemplo en el que la interacción de dos disciplinas como las Ciencias Agroalimentarias y la Ingeniería Agrícola y de Biosistemas, como se conceptualizará en un futuro próximo en la UCR, deben trabajar conjuntamente para lograr optimizar un objetivo, explicó Carlos Manuel Benavides León, coordinador del proyecto.
El proyecto sobre invernaderos surgió luego de que en el 2009 se emitiera un decreto que declaraba la producción en ambientes protegidos de interés nacional y se creó el Programa Nacional Sectorial de Producción Agrícola bajo Ambientes Protegidos (ProNAP), en el cual participa la Escuela de Ingeniería Agrícola de la UCR.
Esta unidad académica desarrolla investigaciones en las áreas climática y estructural con el apoyo de los profesores y tesiarios Marianela Alfaro Santamaría , Carlos Manuel Benavides León y José Alberto López López.
Los primeros estudios para evaluar la representatividad de los modelos termodinámicos se realizaron el año pasado en invernaderos sembrados con lechugas de la Corporación Hortícola Nacional en Cartago. Posteriormente se evaluó un invernadero de la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno de la Universidad de Costa Rica (EEFBM-UCR), en Alajuela.
“Ahora lo que sigue es realizar análisis en otros invernaderos, principalmente de la UCR, para mostrar a otros usuarios como mejorar sus sistemas. Incluso tenemos un presupuesto para construir un pequeño invernadero en ladera para realizar investigación”, agregó Benavides.
Ambientes protegidos
La producción bajo ambientes protegidos nació en climas templados (ambientes subtropicales) donde tienen inviernos fueres y entonces se diseñan instalaciones que aumentan internamente la temperatura del ambiente.
Pero a la hora de adaptar esas instalaciones al trópico las condiciones cambian. Entonces los resultados que se obtienen no son los mejores. “En algunos casos el invernadero, en vez de ser un ambiente controlado, se convierte en un ambiente descontrolado para la planta”, acotó Benavides.
“Nuestro estudio consiste en evaluar el comportamiento térmico de las instalaciones para los diferentes productos e investigar cómo podemos modificar los diseños de esas instalaciones para que se adapten mejor a las condiciones tropicales sin que se pierdan las ventajas de tener un ambiente controlado”, detalló.
De acuerdo con el especialista en el país hay dos tipos de construcciones. Hay empresas que tienen capacidad de contratar un consultor externo e importar tecnología. Pero también hay invernaderos construidos artesanalmente que no reúnen las condiciones técnicas. Desafortunadamente esto es más frecuente en los pequeños agricultores, que son los que deberían optimizar los recursos.
“Manejar un invernadero implica un diseño y una operación de precisión. Lo que queremos es generar tecnologías que puedan transferirse al pequeño y mediano agricultor de una forma evaluada.
“Lo ideal es que antes de construir un invernadero, el agricultor sepa si le va a servir o no para el cultivo que busca desarrollar. En el país ha habido casos en los que los agricultores han perdido montones de dinero por no realizar una investigación previa.
“Nosotros queremos producir información apropiada. Recientemente ofrecimos un curso con el Colegio de Ingenieros Electricistas, Mecánicos e Industriales de Costa Rica (CIEMI) para dar a conocer lo que hemos aprendido hasta ahora. Y queremos dar a conocer eso en otras actividades en el futuro.
“A nivel profesional podemos mejorar el conocimiento de los profesionales en ese tema. También podemos capacitar a los técnicos agrícolas del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) para que ellos den una mejor asesoría al agricultor, agregó Benavides.