Investigadores de la Universidad de Salamanca desarrollan un sistema inteligente para móviles y PDA

Ana Victoria Pérez/DICYT El equipo coordinado por el profesor Juan Manuel Corchado, del Departamento de Informática y Automática de la Universidad de Salamanca, ha diseñado un sistema informático inteligente que puede aplicarse a  dispositivos dotados de tecnología inalámbrica, como los teléfonos móviles o las agendas electrónicas (PDA). El sistema tiene múltiples aplicaciones, algunas de las cuales han despertado el interés de Telefónica I+D, la empresa de seguridad Dycec y la compañía adjudicataria del mantenimiento del puerto de Valencia, pero uno de sus grandes potenciales es el sector turístico, donde su desarrollo podría implicar hoteles, restaurantes, tiendas de regalos y museos, entre otros.

Según explica Juan Manuel Corchado a DICYT "lo que hemos diseñado realmente es un sistema de razonamiento basado en casos. Se trata de un sistema informático que funciona de manera autónoma y dinámica, ya que puede percibir los cambios que se producen en el medio que le rodea y modificar su respuesta conforme a los nuevos parámetros registrados por el propio sistema".

Así descrita, la creación de los investigadores de la Universidad de Salamanca puede resultar demasiado abstracta, pero el sistema tiene múltiples aplicaciones prácticas. Juan Manuel Corchado explica que "en estos momentos estamos generando un prototipo que puede ayudar a las instituciones a mejorar la oferta y los servicios turísticos de una ciudad, mientras que permite a los usuarios optimizar el tiempo y el dinero que quieren invertir en sus vacaciones". De esta forma, nuestro modelo se ha insertado dentro de aparatos móviles de tercera generación y agendas electrónicas (PDA) que nos ha facilitado la empresa Telefónica I+D". Para mejorar la seguridad de la red inalámbrica, más vulnerable que el cable, los informáticos salmantinos cuentan con la ayuda dela empresa Dycec.

Cada aparato está provisto de una base de datos con información sobre la ciudad que el turista va a visitar. Dicha información es descargada de las diferentes páginas web institucionales y comerciales de la zona en la que se programa la visita, ofreciendo al viajero una completa guía con museos, restaurantes, monumentos, etc. A su vez, cada una de estas instituciones o empresas cuenta con un móvil u ordenador desde el que se envía información útil a los teléfonos de los visitantes. Un museo puede modificar sus horarios de apertura o cierre, el precio de sus entradas o la afluencia de público con la que cuenta en un momento dado. Estos datos interaccionan con los introducidos por el viajero, quien previamente ha indicado al sistema el tiempo con el que cuenta para realizar su visita, el presupuesto o sus preferencias artísticas, gastronómicas etc.

Capaz de aprender de sus errores

"Decimos que se trata de un sistema autónomo y dinámico porque, partiendo de unas premisas que nosotros le insertamos, a las que denominamos creencias, y de unos objetivos, que pueden haber sido introducidos por nosotros o por el propio usuario, el sistema es capaz de modificar el resultado en función de los estímulos que recibe del exterior", explica Juan Manuel Corchado.

En el caso de que el sistema sea introducido en un teléfono móvil para que funcione como guía turístico, éste contaría con una serie de creencias, como por ejemplo que el Museo de la Historia de la Automoción de Salamanca abre los domingos por la mañana desde las 10:30 a las 14:30, y que la entrada cuesta tres euros. Dentro de las creencias o premisas introducidas por el usuario estaría, por ejemplo, su afición a los automóviles, el presupuesto con el que cuenta, el tiempo que quiere dedicar a su visita o si prefiere recorrer la ciudad a pie, o en coche. Todos estos parámetros influirán en la ruta propuesta por el sistema, cuyo objetivo será generar un recorrido turístico adecuado a los gustos del usuario.

Se trata de un sistema muy completo y que requerirá la implicación de las instituciones y los negocios del sector turístico de las ciudades en las que se implante. El profesor Corchado señala a DICYT que "se trata de que los museos, los restaurantes y todos los agentes participantes en la iniciativa envíen un mensaje a los sistemas de los usuarios que en esos momentos se encuentran conectados con información de última hora. Por ejemplo: termina de llegar una excursión de niños a un museo, y estará colapsado de público durante las dos próximas horas. Nuestro modelo recalcularía automáticamente la ruta, el tiempo y el presupuesto, ofreciendo al usuario una alternativa al usuario". Al finalizar el recorrido el usuario puede poner una nota al circuito que le ha sido sugerido, y el sistema almacenará la información, de cara a perfeccionar el resultado cuando se enfrente a un caso similar. El profesor Corchado puntualiza que "la base de datos en la que se almacenan experiencias no crece ilimitadamente, sino que hemos ideado un algoritmo que la controla".

Ofertas de última hora y gestión de espacios en el puerto

La versatilidad del sistema ha despertado el interés de otras empresas y universidades. Juan Manuel Corchado asegura que "el modelo también está siendo incorporado a la aplicación informática que gestiona la carga y descarga de mercancías en el Puerto de Valencia. En este proyecto colaboramos con la Universidad Politécnica de esta ciudad. Por su parte, utilizando el sistema Bluetooth que incorporan muchos teléfonos móviles, varios centros comerciales madrileños utilizarán nuestra aplicación para enviar a los clientes que se encuentren en el recinto comercial un mensaje con las ofertas del establecimiento".