Technology Spain , Valladolid, Monday, July 09 of 2007, 16:51

Investigadores de la Universidad de Valladolid mejoran la obtención de energía a partir del lodo del agua

El Grupo de Tecnología Ambiental participa en un proyecto Cenit

Marta Dompablo/DICYT El Grupo de Investigación de Tecnología Ambiental de la Universidad de Valladolid participa en un macroproyecto nacional denominado Sostaqua, que lidera la empresa del Grupo Agbar, Aguas de Barcelona. El estudio, de cuatro años de duración, abordará nuevos recursos hídricos, los residuos, la ecología y la salud. Dentro de este proyecto, los investigadores de la institución académica vallisoletana intentan reducir a la mitad la producción de lodos de las aguas residuales a la vez que incrementar en un 60% la generación de biogás, con el que después obtiene energía.


El estudio Sostaqua, ha sido aprobado en la última convocatoria de proyectos Cenit, del Programa Ingenio 2010 del Ministerio de Industria. En el mismo, también participará Aguas de Valladolid, que es una filial de Agbar, compañía que destinará más de un millón de euros para su desarrollo. Dentro del Departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente el grupo implicado en este proyecto se dedica desde el año 80 al campo de la digestión anaerobia (sin oxígeno) de los lodos.

Según Fernando Fernández-Polanco, uno de los coordinadores del proyecto, la digestión anaerobia "es un sistema biológico (microorganismos) cuya característica fundamental se centra en que, en lugar de necesitar que se introduzca energía, se trabaja sin oxígeno y se logra que la materia orgánica se degrade a CO2 y Metano (CH4), que es equivalente a gas natural, del los que, a su vez, se obtiene nuevamente energía".

En el macroproyecto Sostaqua los científicos de la Universidad de Valladolid se encargarán de la comprobación experimental de todas las tecnologías de pretratamiento de lodos y abordarán las posibles modificaciones en las tecnologías de digestión anaerobia convencionales, ha destacado el catedrático Fernández-Polanco.

Así, en la actualidad para una depuradora de aguas residuales de 500.000 habitantes equivalentes, es decir, similar a la de Valladolid, se generan del orden de 900 kilowatios y con el nuevo proceso se podría dar lugar a 1.400 kilowatios, con un beneficio adicional de 300.000 euros por año, precisa el investigador.


El grupo de Tecnología Ambiental está liderado por el catedrático de Tecnología de Medio Ambiente Pedro Antonio García Encina y dentro del mismo el subgrupo que trabaja en digestión anaerobia está integrado por: Fernando Fernández-Polanco; María Fernández-Polanco, que es la codirectora; Miguel Ángel Urueña; Sara Isabel Pérez Elvira; Ester Alonso y Mar Peña Miranda.

 

Estudio del agua 

Respecto a la utilización de los recursos hídricos, el estudio Sostaqua pretende avanzar en el conocimiento de la desalación, de la reutilización del agua y del aprovechamiento de aguas residuales o de otro tipo. Asimismo, también potenciará la investigación en el área de nuevos tratamientos avanzados en depuración y regeneración.

 

Otra de las áreas en las que Sostaqua abundará es en la valorización y aprovechamiento de las aguas pluviales, analizando también, cómo se puede llegar a realizar una explotación integral optimizada de todos los recursos hídricos que se encuentran disponibles en un área concreta. En el apartado de los residuos, la iniciativa se centrará en el desarrollo de proyectos sobre los restos inertes, como puede ser el aprovechamiento de los residuos salinos.

Instalaciones piloto

La metodología de trabajo del subgrupo de Tecnología Ambiental, en la vertiente que estudia la digestión anaerobia, intenta tener un rigor de aproximación científica a los problemas. "Pretendemos que haya siempre unas bases fundamentales científicas rigurosas, es decir, dentro del conocimiento de los sistemas biológicos conocer las especies que influyen en la bioquímica y energética de los procesos", explica Fernández-Polanco. Durante esta etapa se trabaja en el laboratorio.

Al ser un grupo de Tecnología del Medio Ambiente el fin es desarrollar la tecnología sobre un fundamento científico sólido. Así, la segunda componente aplica las herramientas de Ingeniería Química, como son flujo de fluidos, transferencia de materia, sistemas de mezcla, concepción global de las instalaciones e integración energética en las instalaciones. En esta etapa se trabaja en el ámbito de instalaciones piloto, donde se comprueba que la tecnología funciona correctamente.