Salud España , Segovia, Jueves, 08 de marzo de 2007 a las 14:03

Investigadores segovianos apuestan por una nueva anestesia para el diagnóstico de glaucoma infantil

Se trata de un formato inhalatorio de sevofluorano que implica menos presión intraocular en los niños

Bárbara Carvajal/DICYT El diagnóstico y tratamiento del glaucoma congénito infantil a través de una correcta medición de la presión intraocular (PIO), se convirtió en el objetivo principal de un estudio que los doctores Francisco Javier García Miguel y Ana Domínguez Ruiz-Huerta han publicado recientemente y que ha sido posible realizar gracias a una ayuda económica de 6.000 euros que la entidad Caja Segovia les concedió en un concurso de proyectos de investigación, hace ahora poco más de un año y medio.


Actualmente, la medida de la presión intraocular se determina por tonometría, que consiste en medir la fuerza que es necesario aplicar sobre las paredes oculares para producir una determinada deformación a la que se opone la mencionada presión intraocular. Tradicionalmente, la medición en niños despiertos ha sido prácticamente imposible debido al nerviosismo y llanto de éstos en las consultas de los oftalmólogos.

 
Así la medición de la presión se realizaba bajo los efectos de anestesia general inducida por un compuesto llamado halotano, sin conocer de manera exacta cómo influía el estado de depresión anestésico en la PIO. Además, el halotano, que ha sido relegado, sobre todo en anestesía pediátrica, por el sevofluorano (metyl isopropil eter fluorado), presentaba una serie de riegos como la irritabilidad miocárdica, la depresión de la función respiratoria y la vasodilatación cerebral. El sevofluorano por su parte, es un gas menos irritante, que se metaboliza por el hígado, y que se aplica mediante mascarilla inhalatoria, lo que facilita el trabajo en las intervenciones pediátricas. Una característica a la que se une su rápido efecto y una rápida recuperación post-anestésica, como señalan los expertos.


El estudio incluyó a 30 niños y niñas sometidos a intervención quirúrgica para el tratamiento del estrabismo, entre octubre de 2004 y mayo de 2005 en el Hospital General de Segovia. La edad de todos ellos se situó entre los 3 y los 12 años y ninguno de ellos recibió medicamento alguno antes de la intervención, de forma que nada alterase la presión intraocular hasta el momento en que la anestesia inhalatoria con sevofluorano permitía la medición correcta de la misma. Mientras los pequeños se encontraban en quirófano se mantenía la dosis anestésica hasta el final de la intervención y sus constantes estaban continuamente monitorizadas por lo que se podía conocer en cada momento el grado de depresión anestésica. A lo largo de la intervención se hacían mediciones de la presión intraocular una vez cada minuto, de forma sucesiva en ambos ojos.


Con este proceso, los doctores pudieron determinar el grado de influencia en la PIO de la anestesia general por sevofluorano en intervalos de tiempo muy reducidos durante las intervenciones y formular como resultado la presión intraocular exacta del niño observado. Una característica que el doctor García califica como “fundamental para los pequeños porque además de ser una forma de anestesia eficaz, segura y con un periodo de recuperación muy corto, de siete minutos, ha permitido establecer la presión exacta en los globos oculares” y añadió que “en muchos casos ésta determinación puede significar el que un niño tenga que ser sometido a intervención por glaucoma o que simplemente reciba un tratamiento específico”.

“Nuestra intención es proponer el sistema de anestesia de nuestro estudio como protocolo para la medición de la PIO y nos gustaría que llegara a ser aplicado en todos los centros”, comenta el doctor García.