Alimentación España , Soria, Viernes, 18 de marzo de 2011 a las 18:08

Investigan c贸mo la actividad de los resineros ha afectado al crecimiento de los pinos

El trabajo proyecto fin de carrera del campus de Soria de la UVA consigue el premio de la Sociedad Espa帽ola de Ciencias Forestales

Antonio Martín/DICYT El oficio de resinero era muy común entre los pueblos de montaña durante gran parte del siglo pasado. De los pinares se extraía la resina que era vendida a para diferentes usos, desde la formación de barnices a la consecución de aguarrás. La actividad ha declinado en los últimos años, ya que para la industria resulta más barata importar la resina que adquirir la de los resineros. Además de grandes muescas en los troncos de los pinos, esta actividad humana ha tenido un efecto sobre los pinos productores. Un proyecto de fin de carrera de la Escuela Universitaria de Ingenierías Agrarias de Soria de la Universidad de Valladolid analizó los cambios en el crecimiento de los pinos resinados. El trabajo ha sido premiado por la Sociedad Española de Ciencias Forestales, cuyos representantes entregarán el galardón el lunes 21 de marzo a su autora, Maika Folch, en Palencia.

 

El trabajo de investigación se realizó desde un planteamiento de Dendocronología, la disciplina científica "que se encarga de extraer, interpretar y analizar los anillos de la madera", explica a DiCYT la autora de la investigación. Es sabido que los anillos de los árboles sirven para datarlos. El resinado consiste en un corte profundo en el tronco para la extracción de la resina, un líquido secretado por la planta que luego se solidifica. Los científicos participantes en el trabajo de investigación, promovido tanto por la Universidad de Valladolid como por el Instituto Pirenaico de Ecología (centro propio del CSIC con sede en Zaragoza) rastreó los cortes realizados en pinos de la especie Pinus pinaster para conocer qué daño le produjo a los árboles.

 

El muestreo de pinos se realizó en montes públicos de las localidades de Babuyas de Abajo (Soria), Armuña (Segovia) y la mina Amparo, en Rillo (Teruel). En cada zona, explica Folch, se estudiaron 15 pinos resinados y otros 15 no resinados, que habían crecido sin la injerencia humana. "Queríamos saber cómo modifica la resinación la respuesta al clima del crecimiento del árbol", especifica la investigadora. Para comprobar si el resinado, las heridas longitudinales que se realizaban para la extracción de resina, dañaban el crecimiento del pino los científicos emplearon unas técnicas denominadas cores. El core consiste en un corte a través del que se contabilizan los anillos del tronco y por medio del cual se podían comprobar los años de comienzo de al actividad del resinado y de su final.

 

Resultados

 

A través de esta investigación, los científicos determinaron que la media de crecimiento de los árboles resinados era mayor antes del comienzo de esta actividad. "Es normal, ya que los resineros se dirigían a los árboles más vigorosos", indica Maika Folch. Sin embargo, este crecimiento mayor respecto a los no resinados remitía cuando comenzaba el resinado y no difería cuando concluía la actividad. Es decir, los árboles más gruesos eran los utilizados para la extracción de la resina, cuando esta se producía el árbol ya no crecía con tanto vigor, pero tampoco se impedía su crecimiento. Esta información puede servir de base para los nuevos proyectos de extracción de resina que se plantean actualmente en Castilla y León, con métodos menos agresivos que los empleados el siglo pasado.

 

Adicionalmente, el trabajo ha servido para conocer los usos sociales y económicos en torno a la resina en estas localidades. Por medio del muestreo se sabe que en Rillo el resinado se produjo entre la década de los 50 y 1972, en Armuña, entre el año 1955 aproximadamente y 1984; y en Babuyas de Abajo entre el año 1960 aproximadamente y 1992. "Esto no significa que antes no se realizara esta actividad, sino que no hay constancia en los pinos muestreados", explica la investigadora.

 

El premio universitario de la SECF al mejor proyecto o trabajo fin de carrera o fin de máster está dotado con 1500 euros, y a esta convocatoria se han presentado 14 tesis doctorales y 30 proyectos de fin de carrera.