Salud España , Zaragoza, Viernes, 05 de junio de 2009 a las 17:56

Investigan la predisposición genética al fallecimiento por muerte súbita

La Asociación Española de Pediatría estima que cada año más de 100 lactantes perecen de forma repentina e inesperada

AEP/DICYT Cada año fallecen en nuestro país cerca de 100 lactantes por muerte súbita, un fallecimiento que se produce de forma repentina e inesperada y al que no se encuentra una causa definida. En el 90% de los casos se produce entre el primer y sexto mes de vida, siendo en los países desarrollados, la principal causa de mortalidad en el primer año de vida.

 

En opinión del doctor Frederic Camarasa, coordinador del Grupo de Trabajo para el Estudio y la Prevención de la Muerte Súbita del Lactante de la Asociación Española de Pediatría (GEPMSL de la AEP), la muerte súbita del lactante está infradiagnosticada en nuestro país “y seguramente el número de fallecimientos es mayor. En los países europeos –explica Camarasa- se estima que cada año mueren por término medio 1 por cada 1.000 niños nacidos. De forma que si aplicamos esta cifra en nuestro país, fallecerían alrededor de 500 lactantes”. Según este experto, estas cifras contradictorias se deben fundamentalmente a que la falta de autopsias que permitirían definir la causa de la muerte.

 

Posición al dormir


A pesar de estos datos, desde los años 90 se ha registrado una disminución importante en el número de casos que ha pasado de 2-3 casos por 1.000 nacidos a 1 por cada 1.000 nacidos debido fundamentalmente a la identificación de los principales factores de riesgo: dormir boca abajo, el tabaquismo materno y el sobrecalentamiento. “Diversas publicaciones han demostrado de manera inequívoca que la muerte súbita del lactante está asociada con la postura en prono para dormir (boca abajo). Así, se ha observado que hacer que los niños duerman boca arriba, ni boca abajo ni de lado, se acompaña de una disminución entre el 50 y 67% de la incidencia”.

 

En nuestro país, la Asociación Española de Pediatría ha desarrollado actividades divulgativas que han permitido concienciar a la población sobre la importancia de dormir boca arriba. De hecho, las actuaciones preventivas sobre este síndrome desarrolladas en el País Vasco y Navarra se han acompañado de una disminución en la tasa de mortalidad de entre el 50 y 75%. En opinión del coordinador del GEPMSL, “se debe seguir insistiendo en la posición para dormir en especial en los sectores más desfavorecidos de la población donde se registran un mayor número de casos por muerte súbita”.

 

Por otro lado, existen otros factores de riesgo todavía no controlados siendo el tabaquismo materno el principal. “Muchas mujeres no están concienciadas de los riesgos asociados al tabaquismo durante el embarazo y la lactancia. Cerca de un lactante nadie debería fumar. De igual forma, se debe evitar el sobrecalentamiento con habitaciones donde haya mucho calor o abrigar en exceso al niño. Además, se ha observado que los colchones blandos y dormir en la cama con los padres también se asocia a una mayor incidencia de la muerte súbita del lactante”. En opinión del doctor Camarasa, con la modificación de estos factores se podrían evitar gran parte de los casos.

 

Factores biológicos


Junto con los factores de riesgo conocidos y modificables, existen en este síndrome factores biológicos (metabólicos, genéticos, infecciosos, etc) que condicionan la presencia del mismo. “Estos factores biológicos están menos documentados y pueden incluir mutaciones en varios genes implicados en el metabolismo, en el sistema inmune, los transportadores de serotina y las canalopatías cardiacas que afectarían el control de los centros cardiorrespiratorios ubicados en el tronco cerebral.. Ahora mismo, se está investigando los marcadores genéticos y en valorar la posible predisposición”.