Investigan la seguridad de los nanocompuestos empleados en cosméticos
AGENCIA ID/DICYT Hace cuatro años, el doctor Omar Lozano García, egresado del Tecnológico de Monterrey, se enteró por su ex asesor de tesis de una oferta de trabajo que solicitaba a un experto en análisis de materiales por haces de iones en la Universidad Namur, Bélgica. La línea de investigación era en torno a saber cuántas nanopartículas se acumulaban (biopersistencia) en órganos de ratas.
Desde entonces Lozano García se unió al Centro de Investigación Multidisciplinario Namur Nanosafety Centre (NNC) constituido por tres laboratorios: biología celular, que trabaja con modelos in vitro; el de farmacia, que trabaja con modelos in vivo, y el de física, al que se incorporó para medir nanopartículas en pulmones de rata.
El estudio que realizaron fue el primero en escala que se hizo en Bélgica, y partían de la pregunta ¿si hay nanopartículas en sus pulmones, qué tan rápido las pueden expulsar?
El doctor mexicano plática que para este trabajo utilizaron el acelerador de iones y emplearon una técnica que se llama PIXE (Emisiones de Rayos X Inducidos por Partículas). Cuantificó la biopersistencia en este caso de nanopartículas de carburo de silicio y carburo de titanio, materiales externos al pulmón de la rata, y cuánto tiempo persistían en dicho órgano.
En Bélgica existen empresas que producen los nanomateriales como óxido de titanio, para cosmetología, comida y aplicaciones fotocatalíticas, o como el óxido de hierro y plata, empleado en aplicaciones antibacteriales. La pregunta a resolver fue ¿estos nanomateriales por sí solos serían capaces de inducir toxicidad?
El investigador detalla que comenzaron a estudiar diferentes vías de exposición de nanopartículas. El laboratorio de farmacia, además de analizar la exposición vía pulmonar en ratas, estudia la exposición vía administración oral, donde se busca investigar que si por error, los animales comen las partículas, las podrían expulsar o penetrarían en el flujo sanguíneo.
El doctor Lozano García hizo las mediciones de nanomateriales en hígado, vaso y riñones que son órganos esenciales y por donde pasa todo el flujo sanguíneo, así como el estudio de las heces de rata para cuantificar qué tanto podría ser expulsado de manera rápida. Mientras que en el laboratorio de biología celular se dedicó a estudiar este impacto en células de pulmones, tejido intestinal y cutáneas.
“El resultado es que la toxicidad es muy baja, en pulmones permanece un par de meses post-exposición el 10 por ciento de la dosis total. En caso de ser ingerido en tres días la dosis es expulsada. Puede decirse que los nanomateriales que estudiamos no inducen toxicidad, tampoco hay riesgo cuando están en el organismo de las ratas. Una vez que se tiene el resultado, por ejemplo cuánto tiempo quedan en el pulmón o nivel de toxicidad existen factores de conversión para saber si en el humano les provoca daño, y determinar los limites seguros de exposición”.
Lozano García, originario de Monterrey, es el único mexicano que trabaja en la Universidad de Namur, y después de cuatro años, considera que ha mostrado capacidad para trabajar en líneas de investigación de alta relevancia contemporánea como es el caso de la toxicidad, y ha tenido rendimiento alto, tanto en calidad como en precisión del trabajo.
El investigador que pertenece a la Red de Talentos de Mexicano, capítulo Bélgica, planea regresar a México y aplicar los conocimientos adquiridos en un futuro.