Alimentación España , Valladolid, Martes, 10 de abril de 2012 a las 16:51

La Asociación Forestal de Valladolid recuerda que no se podrá tratar la procesionaria del pino hasta agosto o septiembre

Además de una plaga forestal, es un problema sanitario ya que provoca urticaria, dermatitis y en ocasiones reacciones alérgicas más severas

CGP/DICYT La Asociación Forestal de Valladolid (Asfova), ante las numerosas consultas recibidas en relación a la plaga de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa Schiff) y peticiones para realizar tratamientos, recuerda que en esta época del año no se puede actuar, ya que “hay que esperar a realizar los tratamientos necesarios en las primeras fases larvarias, en agosto o septiembre”. Esta plaga, además de provocar una defoliación que debilita el árbol, es urticante y “crea problemas sanitarios a los usuarios de espacios medioambientales en los que vegetan pinos”, señalan desde Asfova, aunque insisten en la imposibilidad de realizar en estas fechas ningún tipo de actuación fitosanitaria.

 

La Asociación realiza anualmente tratamientos aéreos en montes particulares y ha solicitado a la Administración que realice el tratamiento general de la plaga, aunque tras los recortes presupuestarios los tratamientos masivos no se realizarán, según la información remitida a DiCYT.

 

Asfova, que agrupa a propietarios forestales, realizó el año 2011 un tratamiento de control biológico contra la procesionaria del pino con Bacillus thurigensis con buenos resultados, aunque con un coste bastante alto (45 euros por hectárea).

 

Próximas actuaciones

 

“Este año se planificará otro tratamiento en agosto si así lo solicitan los propietarios aunque la solución para el control de la plaga debe ser integral. Realizar controles de vuelo de la procesionaria y aumentar los depredadores naturales de esta larva, aumentando los nichos para que aniden los pájaros que se alimentan de la procesionaria es fundamental, apuntan desde Asfova, “por lo que deben aumentarse las políticas activas de fomento del control biológico”. En este sentido, la Asociación ha comenzado este año 2012 con dos estudios en la provincia de Valladolid (Finca Abadía de Retuerta, y pinares en Velascálvaro) para fomentar el control biológico.

 

El debilitamiento provocado por la procesionaria merma la cosecha de piña por lo que un aumento del control de esta plaga se transforma en mayores rentas económicas para el titular de la explotación piñera.

 

Además de una plaga forestal, es un problema sanitario, ya que provoca urticaria, dermatitis y en ocasiones reacciones alérgicas más severas que afectan con mayor frecuencia a los trabajadores forestales y a niños que viven o que van a jugar a zonas con pinos. En este sentido, en las Unidades de Alergia y Dermatología del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, un equipo de profesionales médicos dirigido por el doctor José María Vega está trabajando en un proyecto europeo con el objetivo de establecer protocolos médicos para el diagnóstico y tratamiento de las reacciones provocadas por este insecto.