Alimentación España 脕vila, Ávila, Jueves, 15 de julio de 2010 a las 17:45

La bacteria de la salmonela es la causante de cerca de la mitad de toxiinfecciones alimentarias

El director de la Agencia de Protecci贸n de la Salud y Seguridad Alimentaria, Jorge Llorente, detall贸 en 脕vila el plan de control y la campa帽a preventiva

MEG/DICYT Prevención y control. Estas son las armas que la Junta de Castilla y León, a través de la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria, pone en marcha para tratar de hacer frente a uno de los peligros que trae consigo las altas temperaturas, las toxiinfecciones alimentarias, principalmente causadas por la salmonela pero también por otros agentes patógenos. Precisamente el director de este organismo, Jorge Llorente, desgranó hoy en Ávila los detalles de la labor divulgativa, centrada en el reparto en la provincia de trípticos y carteles informativos con recomendaciones, y también del trabajo de control, basado en cuatro herramientas que, si bien nunca llega al riesgo cero, permiten que el «nivel de protección sea alto».

 

En 2009 los brotes por toxiinfecciones alimentarias en Ávila fueron 6, con 72 afectados, 2 de los cuales tuvieron que precisar hospitalización. Jorge Llorente explicó ayer en Ávila que en el análisis epidemiológico de los últimos 5 años en la provincia «más del 25%» de los brotes se han producido en los hogares por una mala manipulación de los alimentos. En el 45% de los casos estaban producidos por la bacteria de la salmonella, la cual puede encontrarse en alimentos, agua y medio ambiente contaminados por heces de animales o personas infectadas. Su llegada a la cadena alimenticia se produce a través de las manos sin lavar, superficies sucias o del contacto con otros alimentos contaminados crudos o insuficientemente cocinados, de ahí la importancia de extremar la precaución.


Labor preventiva


En la provincia de Ávila se han distribuido 5.800 folletos y 150 carteles en 27 expositores en 13 localidades, fundamentalmente en centros de salud, oficinas de farmacia y servicios territoriales de la Junta. Los consejos prácticos son tener buenos hábitos de compra (mantener la cadena de frío en carnes, pescados y los productos que lo necesiten y rechazar los huevos que no estén etiquetados; a 37 grados la bacteria se multiplica exponencialmente); almacenamiento racional (de forma hermética y sin posibilidad de contaminación cruzada, no hay que lavar los huevos); higiene correcta (lavarse las manos, sobre todo los niños, y también la superficie donde se cocina); precaución al cocinar (no separar claras y yemas con la cáscara, no romper el huevo en el recipiente donde vayan a ser batidos, cuajar bien la tortilla); conservación adecuada (no poner en contacto los alimentos crudos con la comida preparada, conservar los alimentos cocinados en el frigorífico y eliminar cualquier salsa casera tras su elaboración).

 

En cuanto a las inspecciones, la Junta está realizando un plan de control prioritario en las industrias de más riesgo (mataderos, salas de despiece, empresa de huevos y pescados), que en Ávila son 60. También se inspeccionan los establecimientos de hostelería y los que tienen comedor con cocina (residencias, hospital, colegios), con visitas durante todo el año y ahora intensificando la frecuencia, y se verifican más de 120 puntos de control. Está previsto que este año se controlen unos 2.000 locales y se giren más de 4.000 visitas en la provincia, más o menos las mismas que las efectuadas en 2009. El año pasado de las deficiencias encontradas, menos del 2% del total, la mayoría se debieron a condiciones higiénicas del local (20%), los procesos de manipulación (12%) y a la higiene personal (11%). La labor de control también incluye el sistema de alerta para localizar riesgos y evitar que los consumidores puedan adquirir alimentos ya contaminados (el año pasado hubo una alerta) y la toma de muestras aleatorias (más de 100 en Ávila).