Medio Ambiente México , Baja California Sur, Miércoles, 23 de agosto de 2023 a las 16:26
COLUMNA | SOMOS MAMÍFEROS

La conquista de las tres dimensiones

El poder desplazarse dentro de las tres dimensiones tiene implicaciones en el cerebro muy importantes, debido a que la perspectiva cambia completamente, el no adquirir estas modificaciones puede tener consecuencias fatales para los individuos

Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT Una vez que el mamífero primitivo pudo empezar a desplazarse en el sustrato, lo que se consideran dos dimensiones, encontró una sobreexplotación de los recursos, debido a que otras especies como algunos invertebrados, anfibios y reptiles los estaban habitando. Mientras que existía una abundancia no explotada de recursos en lo que sería la tercera dimensión, que es la altura de la vegetación. El poder tener la capacidad de subir a las plantas y de esta manera tener acceso a los diferentes tipos de recursos, como son los frutos, semillas, flores, néctares, nidos de insectos y otras variedades de insectos, se traduce en un mayor aprovechamiento de los recursos con una menor competencia.


El desplazarse sobre la superficie de la vegetación implica el tener que presentar una serie de adaptaciones evolutivas, tanto en estructura del sistema óseo y muscular, fisiológicas y sobre todo en el sistema nervioso central, en particular del encéfalo. En los cambios estructurales deben de existir modificaciones principalmente en los apéndices o extremidades, debido a que ahora necesitan tener una mayor tracción y modos de sujeción eficientes e incluso hacerse más largos, todo esto para que el organismo pueda desplazarse sobre planos verticales. La diferencia de desplazamiento parece sutil, pero el cambiar de moverse y desplazarse en un plano horizontal a un plano vertical tiene muchas implicaciones respecto a la capacidad de tracción y agarre a las superficies, no se diga cuando ya se tiene un desplazamiento horizontal inverso, que es la capacidad de poder desplazarse por una superficie horizontal, pero por la parte de debajo de una rama como en ocasiones se desplazan los osos perezosos. El desplazamiento vertical tiene también varias implicaciones fisiológicas muy diferentes, debido a que parte de los sistemas de los organismos trabajan en función a la gravedad. El cambiar de posición y de desplazamiento tiene efectos en la direccionalidad de la gravedad sobre el organismo y esto influye directamente varios sistemas como el sanguíneo, digestivo, excretor, entre otros.


El cambio más importante de todos es el sistema nervioso central, en particular en el encéfalo. El encéfalo debe de pasar del análisis de la información de los sentidos y del medio ambiente de dos dimensiones a tres dimensiones. Si lo consideramos desde el punto de vista matemático, se pasa de la anchura (eje “y”) a la profundidad (eje “x”). En dos dimensiones solamente nos preocupamos por los objetos presentes en esto dos planos, que es en las que en general. Los seres humanos realizamos nuestras actividades cotidianas. La perspectiva de los humanos, comúnmente es en dos planos, aunque pueden existir excepciones, por si en nuestro camino encontramos un objeto colgado se deberá evitar para no ser golpeado con el mismo, en este caso se está agregando una tercera dimensión. El pasar a las tres dimensiones implica la altura (eje “z”), pero para poder tener una idea más clara no es considerar la altura desde el sustrato donde nos encontramos, sino desde la mitad de un árbol, donde tenemos frente a nosotros alturas positivas (hacia arriba) y alturas negativas (hacia abajo). En este caso el movimiento en los ejes “x” y “y” no es constante, porque no es una superficie como tal, sino que tiene variaciones frecuentes en el eje de altura (“z”). Para explicarlo de manera sencilla, podemos usar un punto de partida A y un lugar de llegada B, ambos ubicados en dos árboles diferentes; un individuo no puede llegar directamente. Aunque los puntos A y B se encuentren a la misma altura, se deberán hacer rodeos por diferentes ramas o subir y bajar por troncos y ramas para lograr hacer el recorrido. Con el riesgo de que un error puede hacer que el organismo pierda el plano de la altura y fallezca al caer de las alturas. Para muchas especies esto no es un problema, en cambio, a los humanos nos cuesta trabajo conceptualizar los grandes problemas de raciocinio y análisis que tienen las tres dimensiones, debido a que aunque somos primates, pertenecemos a un grupo que no está asociado al desplazamiento entre los árboles, por lo tanto a las tres dimensiones.


El cambio en el encéfalo y base del análisis que tiene que realizar se asocia al sentido de la vista. En las especies de mamíferos que tienen actividades arbóreas la ubicación de los ojos en el rostro tienden a moverse más hacia enfrente del rostro, con la finalidad de poder tener una vista estereoscópica. Lo que implica que los dos ojos puedan ver sobre un mismo punto de esta manera uno de los ojos puede tener control sobre el plano horizontal mientras el otro lo tiene sobre la profundidad. La superposición de imágenes permite tener la profundidad, la que resulta necesaria para una mayor capacidad de análisis neuronal que se refleja en una mayor precisión. El tener control de las tres dimensiones es muy importante cuando un mamífero brinca de una rama a otra, ya sea una ardilla o sea un mono. El error en el cálculo adecuado de la profundidad entre la zona que se tiene planeada para despegar y la calculada para aterrizar implica que el movimiento se pueda o no realizar, un error que provoque una caída de una rama puede ser fatal. Este simple ejemplo es claramente un proceso de selección per se, debido a que, aunque ese sea este el tipo de desplazamiento natural de la especie, el comportamiento y el hábitat del organismo, si éste no posee la capacidad visual o neuronal para realizarlo correctamente, serán seleccionados para no reproducirse porque fallecen antes de que puedan hacerlo.


La conquista de las tres dimensiones es muy importante para los mamíferos, tan es así que diferentes grupos de mamíferos han explotado este ambiente de manera convergente y diferencial, evolucionado de manera independiente para adaptarse al ambiente arbóreo sin relación directa entre ellos.

 

Autores

 

Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C. Instituto Politécnico Nacional 195, CP. 23205, La Paz, Baja California Sur, México. Email beu_ribetzin@hotmail.com (AGM-G), sticul@cibnor.mx (STA-C).