La corteza prefrontal permite o inhibe comportamientos selectivos en función del entorno
UPO/DICYT La corteza prefrontal del cerebro permite o inhibe la realización de comportamientos selectivos, que surgen como respuesta a la hora de decidir cómo enfrentarnos ante una determinada situación. Este es uno de los hallazgos a los que ha llegado un equipo de investigadores de la División de Neurociencias de la Universidad Pablo de Olavide. En su estudio, portada del último número de la revista The Journal of Neuroscience, demuestran que el córtex prefrontal modifica su actividad eléctrica en función de los posibles comportamientos que se pueden realizar en una situación, y según las circunstancias ambientales, a fin de permitir la liberación de su expresión en las condiciones espaciales y ventanas temporales más adecuadas.
“Algunos animales como el conejo, el ratón o la rata, tienen la capacidad de paralizarse ante algún peligro, lo cual no quiere decir que no sigan pensando cómo afrontarlo”, señalan los autores Rocío Leal, José María Delgado y Agnès Gruart. En un estudio anterior, publicado por la revista PNAS, estos investigadores demostraron que esta situación, denominada “reacción de congelamiento”, no es un simple bloqueo momentáneo, sino una reacción a través de la cual el animal busca las distintas posibilidades que tiene para poder escapar de dicho peligro.
“En un experimento previo, demostramos que la corteza prefrontal, al incidir en ella cierto estímulo, bloquea la salida motora, pero no el pensamiento o el aprendizaje, ya que según los resultados obtenidos, al retirar el estímulo eléctrico el animal tiene un porcentaje de aprendizaje del 100 por ciento”, señalan los investigadores. Un hallazgo que aportó luz sobre la parte más rostral del cerebro, el córtex prefrontal, relacionada con complejos mecanismos electivos, es decir, cuando hay que decidir entre hacer una cosa u otra, o si es conveniente o pernicioso que se lleve a cabo determinada actividad.
En el presente estudio, los investigadores de la División de Neurociencias de la Universidad Pablo de Olavide dan un paso más, demostrando que la actividad de las neuronas prefrontales se incrementa cuando se trata de evitar que se realice un comportamiento determinado, pero disminuye en el momento en que dicho comportamiento se hace realidad, es decir, se realiza. En el mismo artículo se demuestra que la activación eléctrica artificial de dicha corteza cerebral bloquea la expresión de comportamientos, mientras que su inhibición química permite que estos se realicen con mayor antelación.