La diversidad de saltamontes acorazados está subestimada
MNCN/DICYT Hasta la fecha se han descrito en torno a 1.800.000 especies de animales, de las cuales más de un millón son insectos. La ingente tarea de ordenar toda esta información es posible gracias a una disciplina llamada sistemática que permite agrupar a los organismos en función de sus semejanzas. Los taxónomos son los encargados de describir las especies y de darles nombre. Cada una de las especies está asociada a un "tipo", que no es otra cosa que el ejemplar en el que se basa el taxónomo para realizar su descripción.
Ocasionalmente una misma especie posee más de un nombre científico. Para resolver este problema han de realizarse estudios detallados y una vez resuelta la identidad biológica, deben aplicarse las reglas que dicta el Código Internacional de Nomenclatura Zoológica que establece que el nombre válido de un taxón es siempre el nombre más antiguo y todos los demás se consideran sinónimos.
Un ejemplo de esta confusión taxonómica lo constituye el saltamontes acorazado Allotettix simoni. Este ortóptero se describió en Venezuela y posteriormente se sinonimizó con Allotettix peruvianus, otra especie descrita en Perú.
Un equipo de investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales y de la Universidad Central de Venezuela han revisado la taxonomía y la filogenia de numerosos tetrígidos desde España y Venezuela hasta la Micronesia, mediante estudios morfológicos y moleculares. Sus resultados se han publicado en la revista Zoological Journal of the Linnean Society.
Entre los rasgos anatómicos utilizados para distinguir entre subfamilias dentro de la familia Tetrigidae, hay que mencionar la estructura sensorial de las antenas y el aparato genital de los machos. A partir del estudio de los ejemplares tipo, los autores revalidan el estatus taxonómico de Allotettix simoni y demuestran que los rasgos anatómicos utilizados hasta la fecha en la taxonomía del grupo podrían ser insuficientes.
"La determinación correcta de muchos insectos neotropicales es difícil porque ni siquiera existen claves de identificación a nivel de especie. Además, las descripciones originales que se hicieron cuando se descubrieron las especies a veces son muy imprecisas y sólo se refieren a los adultos" apunta Mario García París, investigador del MNCN que ha liderado el proyecto. "Las ninfas de Tetrigidae se encuentran generalmente en el mismo lugar que los adultos y a menudo en densidades más elevadas, pero no es posible identificarlas porque son muy diferentes. Nuestro estudio ha permitido describir las ninfas gracias al análisis del ADN mitocondrial".
Según este investigador, la carencia de datos precisos y la existencia de especies aún no descritas sugieren que existe una gran riqueza de ortópteros de la familia Tetrigidae aun sin descubrir en la región neotropical. La conservación de esta diversidad desconocida en un área sujeta a profundas transformaciones, como es el área costera septentrional de Venezuela, exige el esfuerzo conjunto del gobierno venezolano y los taxónomos.