La Escuela de Ingenieros de Béjar colabora con la Universidad Ramón Llull en la mejora de la vulcanización del caucho
Ana Victoria Pérez/DICYT La Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Béjar ha llegado a un acuerdo con la Universidad Ramón Llull de Barcelona para colaborar en la mejora de los procesos de vulcanización del caucho, optimizando así sus cualidades mecánicas y, por tanto, su calidad. Este material es indispensable para la fabricación de neumáticos, y también está presente en otros productos como sellos, impermeables, elementos de suspensión o recipientes plásticos.
Según ha explicado a DICYT Francisco Martín Labajos, director de la escuela y responsable del proyecto, "nosotros trabajamos desde 1990 en la mejora de materiales que actúan como catalizadores (materiales que aceleran una reacción química, permaneciendo ellos mismos inalterados). Nuestra intención es diseñar un catalizador, basado en óxido de cinc y óxido de magnesio, que acelere el proceso de vulcanización y reduzca sus costes".
El caucho es un polímero de hidrocarbono elástico que surge como una emulsión lechosa en la savia de varias plantas y que se conoce popularmente como látex. Más de la mitad del caucho usado hoy en día es sintético, pero aún se producen varios millones de toneladas de caucho natural anualmente, que debe ser vulcanizado antes de poder utilizarse. Durante este proceso el caucho se calienta y se le añade azufre, mejorando su resistencia y elasticidad. Este es el proceso que el equipo de Salvador Borrón, de la Universidad Ramón Llull, quiere acelerar y optimizar y para lo que ha contactado con los ingenieros de la localidad textil salmantina.
Por el momento, en los laboratorios de la escuela bejarana ya se han diseñado cerca de una docena de muestras, con diferentes concentraciones de óxidos de cinc y magnesio, que viajarán a Barcelona para ser probadas en procesos de vulcanizado y determinar su eficacia. El profesor Labajos ha señalado a DICYT que, "esta es una primera remesa de muestras. Enviaremos, al menos, otra igual, y una vez conozcamos los resultados obtenidos por cada muestra en los procesos de vulcanizado seleccionaremos las más eficaces y trabajaremos con ellas hasta afinar la concentración tanto como nos sea posible". Un trabajo que deberán realizar en un plazo máximo de un año y para el que cuenta con una financiación de 5.000 euros concedidos el pasado mes de diciembre por la Fundación Samuel Solórzano.
Menos cantidad de cinc y magnesio
"Hasta el momento en los procesos de vulcanización se utilizan como catalizadores el óxido de cinc y el óxido de magnesio. Lo que nosotros pretendemos con nuestras investigaciones es la obtención de mezclas de óxido de cinc y óxido de magnesio en proporciones variables, así como óxidos mixtos de magnesio-cinc, hasta dar con la composición más adecuada; es decir, con la que mejor ejerce su función como catalizador en la vulcanización del caucho", explica el profesor Martín Labajos.
Pero además de ahorrar tiempo aplicando al proceso un catalizador eficaz, el equipo de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Béjar ha estudiado una fórmula para reducir las cantidades de óxido de cinc y magnesio necesarias. Lo hace empleando unos compuestos denominados hidrotalcitas que permiten una distribución más homogénea del cinc y del magnesio, por lo que se optimiza la cantidad necesaria de estos metales en el proceso catalítico. Las hidrotalcitas producen por calentamiento los óxidos de cinc y de magnesio deseados, así como un óxido mezcla de ambos. Este proceso se puede llevar a cabo bien con un horno convencional o bien mediante microondas. Dependiendo del método elegido se espera que haya variación en el comportamiento final de los óxidos en la reacción de vulcanización, por lo que este será otro aspecto que el equipo de la Universidad de Salamanca también tendrá que estudiar.