La finca Matallana obtiene el ingreso en el Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León

BGA/DICYT La finca Coto Bajo de Matallana, perteneciente a la Diputación de Valladolid y ubicada en el término municipal de Villalba de los Alcores, ha obtenido el ingreso en el Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León, lo que le permitirá, a partir del año que viene, poder etiquetar todos los productos que cultiven bajo la denominación de ecológicos.

Según ha indicado a DICYT el jefe del Servicio de Medio Ambiente y Agricultura de la Diputación de Valladolid, Juan Antonio Olmedo, se trata de un proyecto de experimentación agraria demostrativo que se hace en colaboración con la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Agrícola (INEA) y que ha permitido que, desde hace dos años, no se utilice ningún tipo de componente fitosanitario ni químico en su producción, sino únicamente abonos orgánicos.

Para obtener este certificado la finca ha debido pasar por un periodo llamado de carencia, que tiene como objetivo el permitir que las tierras de cultivo no contengan ningún tipo de resto de materia que pudiera afectar a los productos.

En este sentido, el Consejo de Agricultura Ecológica realiza unos controles periódicos destinados a controlar los niveles de fósforo, nitrógeno, potasio y los niveles de materia orgánica en la tierra, puesto que son los que indican el uso o no de productos no permitidos en este tipo de agricultura.

Sin embargo, para comercializar los productos aún deben esperar un año, que es el tiempo necesario para que se den los primeros resultados de cebada, guisantes y alfalfa.

Otras colaboraciones con el INEA

Matallana dispone de 120 hectáreas de cultivo, en las que se vienen realizando diferentes experimentos encaminados a mejorar las explotaciones de esta zona, también en colaboración con INEA. En los últimos años se han llevado a cabo otros dos experimentos relacionados con la producción agrícola. El primero de ellos que tiene como finalidad de eliminar las malas hierbas en los campos a través de la plantación de determinadas especies aleopáticas (herbicidas) como el sorgo y el pasto del Sudán, de modo que al plantar al año siguiente el cultivo habitual, la presencia de malas hierbas se ve reducida notablemente. El otro proyecto trataba de establecer las técnicas de laboreo más adecuadas para conseguir mejores rendimientos a menores costos, de las fincas. Se probó con el laboreo tradicional, mínimo laboreo mínimo y siembra directa. Los resultados indicaron que el último fue el más efectivo. Esta técnica era resultado de la aplicación de un herbicida de urgencia y la siembra directa posteriormente.