La investigadora Carmen Domínguez se instala en la base antártica coreana
AVPR/DICYT Los miembros de la expedición Glakma, de la que forma parte la profesora de la Universidad de Salamanca Carmen Domínguez, se encuentran en estos momentos trabajando en el continente antártico para instalar una nueva estación de medida, al objeto de incrementar el número de datos que registran sobre el deshielo de los glaciares. Un objetivo más cercano, ya que el equipo español ha conseguido un acuerdo para instalarse en la base de investigación coreana de King Sejong desde la que reanudarán su trabajo. Según la propia Carmen Domínguez, "desde el año 2000 hemos mantenido contacto con el equipo coreano que dirige el investigador Ho II Yoon, y ello ha facilitado el que fijemos los términos de nuestra colaboración".
Los investigadores coreanos abandonan su base antártica en estos momentos y el equipo español formado por Carmen Domínguez y el profesor de la Universidad Complutense de Madrid Adolfo Eraso se instalarán en la zona desde la que calcularán el drenaje de la cuenca glaciar en la que se encuentra la base coreana.
Un acuerdo a largo plazo
En contrapartida, y de cara al próximo año, el equipo español y el coreano unirán fuerzas para colocar en la zona, conocida como la caleta Potter, una sonda que se encargará de registrar el aporte sólido de la cuenca glaciar. Carmen Domínguez explica que a los coreanos "les interesa ese dato para contrastarlo con los registros paleoclimáticos que ellos realizan en los sedimentos marinos de la referida caleta. De esta manera se podrán comparar los datos que ellos estiman en tiempo pasado con la dinámica del proceso en tiempo presente que nosotros les podemos suministrar".
Los términos de esta colaboración podrán definirse un poco más durante los próximos meses de julio y agosto. En pleno verano austral, los equipos español y coreano coincidirán de nuevo, aunque en esta ocasión en latitudes árticas, ya que, según comenta la profesora Domínguez "ambos tenemos intención de trabajar en el noroeste de la localidad noruega de Svalbard".
En un comienzo los miembros de la expedición Glakma habían previsto solamente la colaboración con equipos rusos y uruguayos, por lo que el encuentro inesperado con los coreanos ha sido una grata sorpresa que facilita la labor a los investigadores españoles. "Van aumentando poco a poco las posibilidades de colaboración con más científicos de diferentes países y completando los estudios e investigaciones que todos estamos desarrollando en estas tierras antárticas", explica la profesora Domínguez.
Un viaje peligroso | |
El desplazamiento desde la base uruguaya de Artigas hasta la coreana de King Sejong ha resultado bastante duro, ya que, después de cubrir a pie un tramo de unos ocho kilómetros ha sido necesario utilizar una zodiac para desplazarse hasta dicho área. Un viaje que el 7 de diciembre de 2003 se saldó con el naufragio de una embarcación tripulada por cinco investigadores coreanos, lo que le costó la vida a uno de ello. Los cuatro restantes pudieron ser rescatados, dos días más tarde, con una fuerte hipotermia y en muy malas condiciones de salud. El accidente, según los informes posteriores, fue ocasionado por la niebla que desorientó a los tripulantes de la embarcación, provocando que chocasen con uno de los bajíos que surgen del fondo del mar en esa zona. |