Salud España , Valladolid, Miércoles, 27 de febrero de 2013 a las 13:37

La mujer vallisoletana de entre 40 y 60 años come de forma variada pero comete algunos excesos

Pica mucho entre horas, su actividad física es leve y la mayoría admite que les gustaría adelgazar una media de 5 kilos, según una tesis doctoral

CGP/DICYT La mujer vallisoletana de entre 40 y 60 años sigue una alimentación variada aunque ingiere un exceso de calorías a partir de alimentos como carnes, dulces y precocinados, lo que provoca consecuentemente un exceso de ingesta grasa y proteíca en contraposición a la baja actividad física que desarrolla. Así lo pone de manifiesto la tesis doctoral de la profesora titular de Enfermería de la Universidad de Valladolid María José Cao Torija, que ha sido defendida recientemente y que tiene como principal novedad el análisis de los hábitos de alimentación, nutrición y la actividad física desde una perspectiva de género.

 

La investigación muestra, además, que la población femenina adulta urbana de Valladolid cumple en general los objetivos nutricionales para la población española. El 65 por ciento de los miembros de este grupo se encuentra en un límite normal de peso, aunque la inmensa mayoría admite que desea perder unos cinco kilos. Sin embargo, en los últimos seis meses “ninguna se ha puesto a dieta o ha incrementado su actividad para perderlo”.

 

Otro de los resultados de este estudio pone de manifiesto que ellas “son las responsables de la alimentación familiar y hacen la compra en función de la economía, aunque hay más de un 14 por ciento que lo hace según las preferencias de su marido y de sus hijos”. Además, consideran la opinión de los expertos y admiten no dejarse influir por la publicidad “a la hora de tomar las decisiones respecto a la alimentación”.

Por otro lado, reconocen “comer a deshoras, ingerir alimentos que no les convienen y hacen ambas cosas por placer, aburrimiento y ansiedad, aunque consideran que su alimentación es correcta y no ven importantes estas trasgresiones”.

 

500 mujeres

María José Cao ha llevado a cabo este trabajo a lo largo de los últimos tres años tomando como muestra a 500 mujeres de esta franja de edad entre las 34.000 censadas aproximadamente en Valladolid, según la información de la Institución académica recogida por DiCYT. A partir de este estudio, la idea es iniciar programas de Educación para la salud destinados a este grupo con necesidades nutricionales especiales, a las que se asocian “las complicaciones de la menopausia”.

 

Por esta razón, indica, es preciso identificar la frecuencia de consumo de alimentos y por qué se consumen, determinar su aporte energético y nutricional, y establecer el grado de actividad física, ya que son parámetros imprescindibles para establecer recomendaciones.

Como explica la profesora de la Universidad de Valladolid, “la alimentación y la actividad física, en el caso de las mujeres, mediatizado por aspectos psicosociales derivados del rol social que se les atribuye, puede desembocar en un modo específico de alimentarse que incide negativamente en su salud en estas edades". Además hay que considerar desde el análisis de género, agrega, “que ellas son responsables de su propia alimentación y la de sus familias”.