Health Spain , Valladolid, Thursday, May 13 of 2004, 20:31

La Sociedad Española de Endocrinología premia un estudio sobre nutrición artificial del Hospital Río Hortega

Entre 70 y 90 enfermos requieren este tipo de tratamiento en el área metropolitana de Valladolid

Beatriz G. Amandi/DICYT Un estudio sobre nutrición artificial del Hospital Río Hortega de Valladolid recibirá el premio de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición durante su próxima reunión, que tendrá lugar entre los días 26 y 28 de mayo.

Se trata de un trabajo dirigido por el doctor Daniel de Luis, del Departamento de Endocrinología y Nutrición del hospital que abordó la adecuación de la nutrición artificial en domicilio a las necesidades de las personas que la requieren por padecer enfermedades de larga duración, que no suponen una hospitalización continua.

El estudio incluyó la experiencia de personas en la provincia de Valladolid, cuya alimentación artificial en el domicilio depende directamente del Hospital y se realiza a través de suplementos en forma de batidos, sonda o tubo gastrointestinal, en lo que se conoce como alimentación enteral.

La publicación se realizó durante 2003, en la revista European Journal of Clinical Nutrition, y recoge aspectos relacionados con la incidencia de la nutrición artificial en la situación clínica de los pacientes y con sus parámetros bioquímicos.

Los enfermos que han sido objeto, todos del área Oeste de Valladolid, fueron sometidos a un seguimiento entre los años 1999 y 2001, comprobándose que se producen 15 casos nuevos por cada 100.000 habitantes y año. Según los cálculos del doctor Daniel de Luis, en la zona metropolitana de Valladolid hay entre 70 y 90 enfermos que requieren de este tipo de atención, y que suelen mantener de este tipo de alimentación por un periodo medio de tres meses.

Entre las conclusiones del trabajo destaca que estos enfermos mantienen una calidad en su alimentación buena y adecuada. Según apunta el doctor De Luis a DICYT “mantenemos unos parámetros muy similares a los que existen en el resto de Europa”. Señala, no obstante, que son parámetros distintos de los que aparecen en Estados Unidos, donde la alimentación artificial está mucho más desarrollada debido a unas prácticas médicas diferentes, basadas en la prioridad del alta médica y la asistencia domiciliaria.

Asimismo, el informe final destaca que los enfermos alimentados de manera artificial presentan unos índices muy bajos de efectos secundarios, y tan sólo un 5% de los tratados presentan diarreas, y un 2% vómitos. Además, otros parámetros medidos desde el punto de vista nutricional como son la presencia de albúmina, prealbumina y el peso, mantenían los niveles adecuados en casi todos los casos e, incluso, se veían mejorados.

 

Los índices de las proteínas como albúmina y prealbumina en sangre son importantes para conocer el estado de nutrición de los pacientes, ya que ambas son proteínas que metabolizan en un período corto de tiempo, permitiendo así conocer los cambios que experimenta el paciente con la alimentación y sirviendo de guía para las modificaciones en la nutrición. En condiciones normales, la albúmina está presente en alimentos como la clara de huevo y la leche.

Este estudio representa uno de los pocos que existen a nivel nacional y también regional sobre el tema y permite comparar los usos habituales empleados en España con los empleados en otros lugares del mundo y, a la vez, conocer la eficacia de los mismos.

 

La nutrición enteral, la más utilizada
La nutrición artificial en el domicilio tiene varias modalidades, aunque el estudio realizado por el Hospital Río Hortega revela que las más empleadas se corresponden con la modalidad de nutrición enteral, frente a la nutrición parenteral, que es un tipo de alimentación que se aplica directamente a la vena de los pacientes y que para su uso habitual en los hogares de los enfermos resulta menos práctica.

Las modalidades empleadas son por tanto las enterales que, a su vez, pueden también presentar diferentes prácticas. La más sencilla consiste en suplementos de alimento en forma de batidos que toma el enfermo. Otra de ellas es la sonda gasogástrica, que se introduce por la nariz y permite al enfermo alimentarse sin deglutir.

Otra fórmula es la gastrostomía, que consiste en un tubo directamente unido al estómago que se conecta a una vía a las horas de las comidas y permite la alimentación directa, evitando los inconvenientes que presenta una sonda que debe estar continuamente conectada, y permitiendo así al paciente una mayor independencia; suele utilizarse en casos en los que este tipo de alimentación va a ser utilizada durante un periodo prolongado de tiempo.

La última de las modalidades es la yeyunostomía, menos utilizada, y que conecta la alimentación directamente con el intestino.

Los enfermos que utilizan este tipo de alimentación suelen estar aquejados de enfermedades que impiden la alimentación habitual y son frecuentes los casos entre enfermos con tumores, con trombosis e incluso con anorexia.