Salud México , México, Martes, 06 de mayo de 2014 a las 17:54

La taurina participa en el desarrollo de células troncales neurales

Por descubrir esa función del aminoácido, la alumna Reyna Hernández Benítez, del IFC de la UNAM, ganó el Premio Weizmann 2013 a la Mejor Tesis de Doctorado en Ciencias Naturales, otorgado por la Academia Mexicana de Ciencias

UNAM/DICYT La taurina, un aminoácido presente en los tejidos de muchos animales y participante en la regulación del volumen de agua dentro de las células, también tiene una función importante en el desarrollo y la proliferación de las células troncales neurales.

 

Esto fue descubierto, durante su investigación doctoral, por Reyna Hernández Benítez, bióloga y doctora en ciencias biomédicas, así como alumna de la investigadora emérita Herminia Pasantes Ordóñez, del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM.

 

Por este hallazgo obtuvo el Premio Weizmann 2013 a la Mejor Tesis de Doctorado en Ciencias Naturales, que otorgan la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y la Asociación Mexicana de Amigos del Instituto Weizmann de Ciencias.

 

Más células, mejores cultivos

 

En su tesis doctoral, Hernández Benítez indagó el rol de la taurina en las células troncales, en especial en las neurales.

 

“Las troncales abundan durante el desarrollo del sistema nervioso, así que las utilizamos para conocer el papel de la taurina en las células neurales desde antes de que ocurra la diferenciación celular”, explicó en entrevista.

 

Con el uso de un sistema de cultivo in vitro llamado de “neuroesferas”, la estudiante estableció el plantío para obtener células troncales y progenitoras neurales provenientes de un modelo embrionario de ratón. “El proyecto inicial era observar el papel de la taurina en ese cultivo, en un ambiente controlado”, relató.

 

Recientemente, el científico mexicano Arturo Álvarez Buylla descubrió que las células troncales no son exclusivas de los embriones, sino que también están presentes en el cerebro adulto y aportan nuevas generaciones de neuronas.

 

Reyna Hernández incorporó este hallazgo a su investigación al explorar el rol de la taurina en las células troncales extraídas de cerebros de ratones adultos y amplió sus experimentos in vitro a células fetales humanas, algo que logró hacer en una estancia de investigación en el Hospital Infantil de Michigan, Estados Unidos.

 

“Con nuestro modelo indagamos qué pasa con la taurina en las células embrionarias de ratón y en las células de adulto. A ambas les pusimos ese aminoácido para saber qué ocurre antes de la diferenciación”, el resultado fue sorprendente, pues aumentó al doble y hasta el triple el número de células en los cultivos, explicó.

 

Asimismo, estudió los mecanismos del aumento en la cantidad de células y encontró que en presencia de la taurina aumenta la proliferación celular. “Participa en la proliferación y la mejora, aunque no es un factor único en ese proceso. También mejora la viabilidad, lo que se comprobó porque las células troncales sobrevivían más en presencia del aminoácido”, detalló.

 

En la última parte de su investigación, abordó el mecanismo de proliferación que se relaciona con la mitocondria, un pequeño organelo presente dentro de las células. “La taurina hace que la actividad mitocondrial sea más eficiente, lo que crea mejores condiciones para todo el sistema, el cual produce más células”, resumió.

 

Algo que llamó la atención de la joven científica es que la diferenciación neuronal en presencia del aminoácido es mayor en las células fetales humanas que en las de ratón. Además, también les ayuda a conservarse. Aunque falta indagar más al respecto, Hernández Benítez lo atribuye a la plasticidad del cerebro humano, capaz de aprovechar al máximo cualquier beneficio adicional.

 

Por lo pronto, estos resultados pueden servir para mejorar las condiciones de los cultivos in vitro y, a futuro, podrían ayudar en algunas terapias de reemplazo celular.

 

El Premio Weizmann

 

El sinodal y revisor de la tesis, Ernesto Maldonado, investigador del IFC, consideró que el trabajo era lo suficientemente completo para competir por el Premio Weizmann y recomendó a la estudiante inscribirlo. “Yo no lo había pensado, pero me siento muy contenta de haber ganado”, comentó la científica.

 

Antes de concluir su licenciatura en Biología, Reyna cursó un taller de investigación, en el que decidió tomar un posgrado y dedicar su vida académica a la investigación. Ahí conoció a Herminia Pasantes, quien la involucró en el estudio de la taurina. “Ella es un modelo a seguir, me inspira”, finalizó.