Tecnología España , Burgos, Martes, 19 de enero de 2010 a las 19:35

La UBU potencia su relaci贸n con el tejido productivo editando un cat谩logo dirigido a empresas

Inscrito en el Proyecto T-CUE, recoge informaci贸n detallada sobre el equipamiento cient铆fico-tecnol贸gico y los grupos de investigaci贸n de la Universidad

Elena Rodríguez Montes/DICYT La Universidad de Burgos acaba de editar un Catálogo en el que actualiza su oferta científico- tecnológica con el objetivo de presentarla de una manera directa y atractiva al tejido productivo. Por el momento se han editado 2.000 ejemplares de los cuales 600 ya se han distribuido entre empresas burgalesas, aunque la pretensión es continuar con su difusión entre las principales sociedades del país y de la comunidad autónoma. En declaraciones a DiCYT, el vicerrector de Investigación de la UBU, Jordi Rovira, ha explicado que se trata de un “catálogo comercial que muestra a las empresas el potencial tecnológico e investigador de la Universidad”. La edición del catálogo forma parte del Proyecto t-cue (Proyecto de Transferencia de Conocimiento Universidad Empresa) patrocinado por la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León. El catálogo se presentará públicamente este jueves 21 de enero.

 

El catálogo recoge tanto el equipamiento científico- tecnológico de la UBU como todos y cada uno de los grupos de investigación que trabajan en la Institución Académica. El equipamiento se ubica en el Parque Científico y Tecnológico que se compone del edificio I+D+i situado junto a la Facultad de Ciencias, y los talleres y laboratorios que acogen las instalaciones anexas a la Escuela Politécnica Superior, aunque será ampliado próximamente con nuevos edificios. Al recoger todos estos medios en el catálogo se pretende que las empresas los conozcan y sepan que están a su disposición. “Se trata de equipos singulares, de un coste elevado de adquisición y mantenimiento, muy específicos y de alta tecnología que están centralizados en la Universidad, a los que pueden acceder no sólo los investigadores, sino también empresas, centros de investigación y otras universidades a través de los contratos que ofertamos”, señala Jordi Rovira.

 

De esta forma, la UBU espera potenciar el binomio Universidad- Empresa con la transferencia del conocimiento que se genera dentro de ella, “la tercera vía que permite a la universidad devolver a la sociedad lo que invierte en ella”, apunta Rovira. Además, las relaciones con el tejido empresarial dotan de mayor valor a los trabajos universitarios y permite a los investigadores comprobar la repercusión de sus descubrimientos. Sin embargo, se trata de una simbiosis ya que la empresa también se beneficia de sus vínculos con la Universidad: en ella encuentra un lugar de referencia para el conocimiento y un sin fin de profesionales dispuestos a transmitirlo. Así ambas partes se complementan y enriquecen. “Hay que conjugar los objetivos de la empresa, que trabaja con el corto- medio plazo, con los de la Universidad. Esto no significa que nosotros nos movamos en el largo plazo, pero sí es cierto que contamos con una serie de condicionantes que hacen que nuestra actividad sea más reposada”, puntualiza el vicerrector.

 

300 empresas

 

A pesar de que en la actualidad la Universidad de Burgos cuenta con unos 80 contratos anuales con empresas, uno de los directores de la OTRI- OTC (Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación- Oficina de Transferencia del Conocimiento), Gonzalo Salazar, asegura que la UBU mantiene una relación fluida y dinámica con el orden de 300 empresas de todos los ámbitos. Aunque tradicionalmente el área científico- tecnológica es la más destacada en este sentido, “cada vez nos orientamos más a investigaciones que se mueven dentro del campo humanístico, ramas como el Derecho y la Economía, y potenciamos sus vínculos con el mundo empresarial. Un ejemplo es un contrato que hemos firmado recientemente para el apoyo de Ayuntamientos en desarrollo turístico”, comenta Gonzalo Salazar. La UBU puede presumir de mantener una estrecha relación con empresas de la categoría de Nicolás Correa o Grupo Antolín para las que se trabaja en investigación de materiales y componentes del automóvil, así como de un estrecho vínculo con la evolución humana a través del CENIEH y los yacimientos de Atapuerca.


Equipos y técnicas instrumentales

 

Los equipos y técnicas instrumentales de los que dispone la UBU se recogen al detalle en el catálogo distribuidos en cuatro grupos. El primero de ellos recoge el equipamiento destinado al análisis físico- químico que ofrece servicios como Espectroscopía de Infrarrojos (útil por ejemplo para determinar la composición de productos en procesos de producción) y Difracción de Rayos X (con aplicaciones en Farmacia y Biología, entre otros). En el segundo apartado se agrupa la maquinaria destinada a la caracterización física y el análisis de imágenes. Aquí encontramos la Microscopia electrónica de Barrido (con la que podemos observar la textura de un queso) o la Tomografía Axial Computerizada (TAC) de tipo industrial que permite analizar el estado interior de una pieza o una estructura, de la misma manera que ocurre con el TAC empleado en los hospitales.

 

Pero si el equipamiento de la UBU destaca en algo es en la parte de Tecnologías Industriales, como reconocen tanto el vicerrector de Investigación como el director de la OTRI-OTC. A ellos pertenecen los talleres relacionados con la resistencia de materiales y gracias a losas y pórticos de reacción se pueden realizar ensayos para conocer, por ejemplo, qué ocurre al aplicar presión sobre una viga de hormigón (si se agrieta o se dobla) o comprobar la resistencia de un muro prefabricado ante fenómenos como el viento continuo. En estos talleres encontramos también un Sistema de prototipado rápido, es decir, un sinterizador láser que lee el resultado obtenido del TAC y elabora una réplica exacta; una máquina que ha costado 400.000 euros. Este sinterizador es muy utilizado en las investigaciones de Atapuerca, ya que permite la obtención de réplicas de los huesos y fósiles que se han hallado en los yacimientos. Una cámara de climatización, para obtener las condiciones atmosféricas a las que deseamos someter un material, y un Sistema de vibración sin ruido, conocido como RATTEL, que permite saber si el asiento de un coche genera algún tipo de ruido al ser manipulado, son otros de los equipos con los que cuenta el Parque Tecnológico de la Universidad de Burgos.