Tecnología México , México, Lunes, 04 de febrero de 2013 a las 12:11

La Universidad Autónoma Metropolitana desarrolla un robot para excavación en la Luna

El equipo científico que lo diseñó obtuvo el lugar 12 en competencia organizada por la NASA

Agencia ID /DICYT El proyecto Pakal, realizado por investigadores y estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana – Unidad Azcapotzalco (UAM-A) logró trascender en el Lunabotics Mining Competition 2012, certamen organizado por la NASA y que se realizó en mayo pasado en el Centro Espacial Kennedy, en Florida, Estados Unidos.


La competencia tiene como objetivo fomentar el desarrollo de conceptos innovadores de excavación lunar que den lugar a ideas y soluciones inteligentes que puedan aplicarse a dispositivos actuales de excavación o carga útil; así como atraer y retener a estudiantes destacados en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.


El robot Pakal, construido por siete profesores y 15 estudiantes de las carreras de Ingeniería Electrónica, Mecánica, Industrial y Sistemas Computacionales de la UAM-A, representó a México frente a centros universitarios de Bangladesh, Canadá, Colombia, India, Rumanía, Corea del Sur y Estados Unidos. En total concursaron 58 proyectos y el equipo nacional conquistó el sitio 12.


“La versión que realizamos del robot tiene tres principales características: excavación, movilidad y control. La función de movilidad busca que se desplace en el ambiente que ellos ponen en la competencia, la de excavación consta en recolectar las muestras de arena y llevarla a un depósito donde se contabiliza cuánto recogió el robot, mientras el telecontrol simula un control remoto de la Tierra a Luna, por ejemplo”, explicó el profesor Jacobo Sandoval Gutiérrez, uno de los coordinadores del proyecto.


Junto a Sandoval Gutiérrez los profesores Juan Villegas Cortez y Andrés Ferreyra fueron los impulsores del nacimiento de Pakal desde el Departamento de Electrónica de la UAM-A. En su tercera versión de la competencia, la NASA estableció como principal reto el diseño y construcción de una excavadora que pudiera extraer y depositar un mínimo de 10 kilogramos de imitación de suelo lunar en 10 minutos.


Entre las complejidades que los equipos enfrentaron están las características abrasivas del suelo, las limitaciones de peso y tamaño de los prototipos, y la capacidad de control y autonomía de los mismos.
De esta forma, Pakal cubrió estas necesidades con un peso de 80 kilos y 1.75 metros de altura con una base de .75 por 1.5 metros.


“La construcción de Pakal se da porque el doctor Jacobo (Sandoval Gutiérrez) se entera de la convocatoria en la NASA y la propone al Departamento, y como buscábamos proyectos integrales nos animamos”.
“Algunas universidades, que llevan los tres años participando, cuidaron mucho el aspecto del peso del robot (80 kilos) pero resultó contradictorio porque se atascaban por el peso mismo de la arena, y eso fue lo más interesante del nuestro, tenía mucha fuerza, no se atascaba como otros, tenía la tracción suficiente para transportar el material y lo recolectaba de una manera no veloz, pero más eficaz”, detalló Andrés Ferreyra Ramírez, jefe del Departamento de Electrónica de la UAM-A.


Recordó también que el robot mexicano alcanzó un costo de 750 mil pesos (56 mil dólares) que al compararlo con otros equipos, resulta una inversión relativamente baja.
“Lo que redujo el costo fue la tecnología casera, aquí fueron capaces de construir su propias tabletas de circuito impreso, soldar, probar, los otros equipos llevaban sus instrumentos comprados, aquí se usaron motores de limpiadores de automóvil, de elevadores, no es un gasto excesivo en comparación con todo lo que ganamos”, indicó.


Con este proyecto la UAM se convirtió en la primera universidad mexicana en competir en el Lunabotics Mining Competition y la segunda de Latinoamérica, detrás de Colombia quien cuenta con un patrocinio de la NASA.


De igual forma, ya tuvieron acercamiento con empresas que han ofrecido apoyo económico para continuar con el proyecto y participar en la siguiente edición del certamen, además de que la Embajada de Estados Unidos hizo una extensión por 10 años a la visa de los alumnos que participaron en el proyecto.
Por ello, los académicos de la UAM buscan las mejoras necesarias para regresar a la cuarta edición y demostrar que aún tienen muchas cosas por mostrar.


“Vamos por dos cosas el punto de la química y el de la autonomía. El material que se recolecta es muy corrosivo y queremos evitar esa parte, los restos que quedaron en Pakal vamos a analizarlos y buscar reproducirlo para encontrar una forma de proteger al robot”.


“El punto de la autonomía es porque durante la recolección se levanta una nube de polvo que interfiere con la comunicación que se tiene de manera inalámbrica, entonces hay que encontrar un mecanismo eficaz para que el robot pueda ser autónomo”, indicó Ferreyra.


El proyecto contó con el apoyo de la Rectoría General de la UAM, del Departamento de Electrónica y de la División de Ciencias Básicas e Ingeniería de la Unidad Azcapotzalco, del Instituto de Ciencia y Tecnología de Distrito Federal y particulares