La Universidad Nacional de Colombia desarrolla un bioinsecticida contra un gusano del maíz
UNIMEDIOS/DICYT Una de las plagas más devastadoras de los cultivos de maíz en Colombia y en el mundo, el Spodoptera frugiperda, podría ser controlado con un producto originado de suspensiones celulares del Árbol del Nim. El Grupo de Investigación de Biotecnología Vegetal de la Universidad Nacional (UN) en Medellín con este trabajo logró resultados ciento por ciento satisfactorios en su fase experimental. El reto ahora es probar la efectividad del producto en el campo, proyecto que se llevará acabo en uno de los centros de investigaciones, Cotové.
La plaga Spodoptera frugiperda, también conocida como el “gusano cogollero del maíz”, 'gusano trozador' o 'palomilla de maíz', está entre las más dañinas para varios cultivos. Su acción, en campos de maíz, puede afectar entre un 80 y un 90 por ciento del total del área de cultivo. Esta plaga ocasiona grandes pérdidas para el agricultor; una alta inversión en insecticidas comerciales; daños ambientales y resistencia del insecto a estos productos.
Desde hace menos de una década, investigadores de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UN en Medellín han dedicado cuatro tesis de pregrado, tres de maestría y una de doctorado al estudio de los sustratos derivados de las suspensiones celulares del Árbol del Nim, con el fin de asegurar el control de la plaga.
El trabajo del Grupo de Investigación en Biotecnología Vegetal se ha concentrado en la producción de bioinsecticidas que ataquen la plaga a partir del extracto de las suspensiones celulares de hojas, generando un biocida antialimentario que impide que el insecto consuma alguna de las partes de la planta de maíz.
Este proyecto de investigación logró unos resultados satisfactorios del 100 por cien a nivel experimental y se presentó a evaluación al Comité Técnico del Centro de Investigación e Innovación de Excelencia, Biointropic, para su aprobación y ejecución.
Según Rodrigo Alberto Hoyos Sánchez, docente, investigador y director del Departamento de Ciencias Agronómicas, “lo que buscamos ahora es constituir una planta piloto para la producción de metabolitos bioinsecticidas, probarlo a nivel de campo y llevarlo a una fase industrial, así como establecer unos protocolos y productos prácticos que ayuden al control de estos insectos”.
Para ello se avanza en los estudios de las propiedades del Árbol del Nim, especie originaria del sudeste asiático y que, según el profesor, “crece en los bosques secos tropicales a una altura de hasta los 1.300 metros sobre el nivel del mar”. A nivel internacional, las semillas de este árbol se han utilizado para el control del 'gusano cogollero'. Sin embargo, el profesor Rodrigo explica que “estas semillas deben ser importadas y de no tener un manejo adecuado, se corre el riesgo de que traigan consigo hongos, bacterias y virus. Además, los metabolitos se encuentran en diferentes estructuras de la planta”.
En Colombia, según la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, anualmente la demanda de maíz amarillo y blanco se estima en tres millones cien mil toneladas y las zonas en donde más se cultiva el grano son la Costa Atlántica, Meta, Tolima y Valle de Cauca.
Investigadores de la UN apuestan por Biointropic
El proyecto Establecimiento y puesta en marcha de unas planta piloto para la producción de azadirachtina y otros metabolitos insecticidas a partir de suspensiones celulares del árbol de Nim, es la primera investigación, con alto contenido de innovación, que presentan oficialmente las facultades de Ciencias y Ciencias Agropecuarias de la UN en Medellín al Comité Técnico del Centro de Investigación e Innovación de Excelencia, Biointropic.
Según José Régulo Cartagena, decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UN en Medellín, “estamos acopiando varias propuestas que tengan un alto contenido de innovación para llevarlas a nivel industrial”.
Este Centro de Excelencia lo integran las universidades Nacional de Colombia –Sede Medellín-, de Antioquia, Eafit, de Medellín, CES, la Escuela de Ingeniería de Antioquia, la Corporación Interuniversitaria de Servicios, el Parque Tecnológico de Antioquia, Ecoflora, Prime e Interpack; y sus líneas de trabajo son el medio ambiente, la conservación y el desarrollo.