Alimentación España , Zamora, Miércoles, 07 de diciembre de 2011 a las 17:43

Las aves adelantan su llegada a la Reserva de las Lagunas de Villafáfila para pasar el invierno

Este año, y pese a la escasez de agua, se está produciendo una espectacular invernada de anátidas, limícolas y grullas

CGP/DICYT Las diferentes lagunas que componen la Reserva regional de las Lagunas de Villafáfila acogen como en años anteriores una de las máximas concentraciones de avifauna de la península. Generalmente entre diciembre y febrero se produce el momento de esplendor en este espacio natural de extraordinario valor a nivel mundial, aunque este año las aves se han adelantado y ya en el pasado mes de noviembre se ha producido una espectacular llegada de aves invernantes a la Reserva.


La situación geográfica en la que se encuentran las Lagunas de Villafáfila la convierten en un punto medio estratégico de las rutas migratorias de cientos de especies avícolas que migran desde toda Europa hasta el Norte de África, lo que provoca las grandes concentraciones de aves invernantes que se producen en estas fechas. Este año, y como consecuencia de la escasez de lluvias, tiene diversas lagunas secas o con muy poco agua lo que provoca una gran concentración de anátidas invernantes en las lagunas que tienen agua, un auténtico espectáculo de ruido y color al que este año se ha unido un buen número de grullas, hecho especialmente notorio en la Laguna Grande.

 

Este espacio natural alberga durante esta época del año un gran contingente de aves de variadas especies, unas sedentarias y otras que acuden en la época invernal. Este año se ha podido observar como especies singulares en días pasados la presencia de garcetas grandes y ánsares caretos, especies poco frecuentes en estas latitudes.

La principal especie que se puede observar en la Reserva es el ánsar común, de la actualmente se encuentran entre 15.000 y 20.000 aves, esperándose que se llegue a superar dicha cifra a mediados de de enero. Junto a éstas se ha podido ver en el pasado mes de noviembre casi dos millares de grullas. También se pueden observar más de 10.000 ejemplares de ánade real (azulón), pato cuchara, cerceta común, ánade silbón, focha, tarro blanco, avefrías, porrón común, porrón moñudo, gaviotas y ánade friso. Además, aunque en menor número, garceta, zampullín, correlimos común, archibebe común, aguja colinegra, avoceta o garza real.

 

Según la información de la Administración regional recogida por DiCYT, las máximas concentraciones de avifauna se alcanzan entre noviembre y febrero, pero la mayor diversidad de especies se consigue entre abril y junio. Junto a esta gran variedad de aves asociada al agua, se encuentra todo el año una comunidad de aves diferente, colonizadora de los amplios espacios abiertos y secos; se trata de la avutarda (Otis tarda), que mantiene aquí la mayor población del mundo.

 

Infraestructuras

 

En el centro de la Reserva se encuentran localizada la Casa del Parque donde existe un edificio dotado con medios modernos de interpretación y rodeado de un parque de fauna de 23 hectáreas en el que se pueden observar fauna acuática en tres lagunas y una zona de aves estepáricas donde se encuentran nueve avutardas y un alcaraván, fácilmente observables por el público. En el conjunto interpretativo todos los meses se realizan diversas actividades, culturales y educativas como oferta complementaria a sus servicios habituales de información y educación ambiental, con el objetivo de contribuir también a la dinamización socioeconómica de estas zonas.