Las jóvenes promesas de la ciencia se reúnen con 70 premios Nobel en Lindau
CSIC/DICYT El 65º Encuentro de Premios Nobel Lindau, que se celebra anualmente en la ciudad alemana del mismo nombre, acogerá en esta edición a 70 premios Nobel, el número más alto desde sus inicios, y más de 670 jóvenes científicos de cerca de 90 países, entre ellos cinco de los jóvenes investigadores más brillantes de España. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) forma parte de la red mundial de 200 miembros del Encuentro de Premios Nobel de Lindau, que componen academias de ciencias, universidades, fundaciones y empresas. La reunión tendrá lugar entre el 28 de junio y el 3 de julio de este año.
Desde 1951, un grupo de premios Nobel de diferentes disciplinas se reúne con jóvenes promesas de la investigación científica. A través de paneles de discusión, seminarios y actividades se promueve el diálogo entre científicos consagrados y noveles con el objetivo de compartir conocimientos, establecer contactos y suscitar el debate sobre el presente y futuro de la investigación. Como ocurre cada cinco años, la 65ª edición se dedicará a las tres áreas científicas clásicas: física, química y fisiología o medicina.
En esta edición, apuntan desde la organización, destaca la diversidad de disciplinas de las que proceden los asistentes, mayor que en años anteriores. “Con nuestros reuniones multidisciplinares queremos contribuir a la educación de la próxima generación de científicos, para que trabajen en la interconexión de las disciplinas científicas clásicas”, señala Wolfgang Lubitz, vicepresidente del Council para los Lindau Nobel Laureate Meetings.
El futuro científico
Los candidatos seleccionados en esta ocasión en España son cinco jóvenes de entre 23 y 31 años que han destacado por su contribución a las siguientes áreas científicas:
Joan Atcher Ubiergo, de 28 años, centra su investigación en la química combinatoria y los sistemas dinámicos químicos, área sobre la que ha publicado varios artículos. En la actualidad es estudiante de doctorado en Química Supramolecular en el Instituto de Química Avanzada de Cataluña (CSIC).
“Asistir a este encuentro supone una gran oportunidad para conocer a excelentes investigadores de todo el mundo y es una excepcional fuente de inspiración y motivación científica”, explica el joven investigador.
Víctor Fernández Hurtado, de 23 años, cursa doctorado en el Departamento de Física Teórica de la Materia Condensada en la Universidad Autónoma de Madrid. El tema de su tesis es el estudio teórico de la transferencia radiactiva de calor en nanoestructuras, un campo de interés para la nanociencia.
“Acudir al encuentro de Lindau es un privilegio. No hay mejor manera que formarse aprendiendo de los mejores en sus disciplinas. Es como si a un joven jugador de baloncesto le invitasen a jugar durante una semana junto a un equipo de la NBA”, señala el joven científico.
Ángel Luis Fuentes de Arriba, de 30 años, trabaja en organocatálisis y reconocimiento molecular. Investigador postdoctoral en el Departamento de Química Orgánica de la Universidad de Salamanca, ha obtenido recientemente una beca Marie Curie con la que viajará a Oxford para continuar sus investigaciones.
“En esta reunión se darán cita los mejores científicos del momento. Ellos son un modelo a imitar y espero que este congreso sea un punto de inflexión en mi carrera, que me aporte nuevas ideas y me permita comprender mejor los retos actuales de la ciencia para poder aportar soluciones y crear un mundo mejor”, apunta Fuentes.
Giulia Lorusso,de 31 años, trabaja en nuevos materiales moleculares aptos para la refrigeración magnética a temperaturas criogénicas. En 2012 obtuvo una beca Marie Curie y en 2014 una beca postdoctoral Juan de la Cierva. Es investigadora postdoctoral en el Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (centro mixto del CSIC y la Universidad de Zaragoza).
“Una reunión interdisciplinar entre premios Nobeles y jóvenes talentos científicos de todo el mundo como esta es muy estimulante y representa una experiencia única a nivel científico y humano. Estoy convencida de que los seminarios aportarán una transferencia de conocimiento muy valiosa”, comenta la científica italiana.
Alberto Sanz de León, de 28 años, investiga el diseño y caracterización de superficies porosas con diferentes aplicaciones: biomateriales, catálisis y superficies inteligentes que responden a estímulos externos como la temperatura o el pH. Cursa doctorado en el grupo de Ingeniería Macromolecular en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros (CSIC).
“Es una oportunidad única, no solo por estar con los premios Nobel, de los que sin duda aprenderemos mucho, sino por compartir conocimientos con otros jóvenes investigadores de todo el mundo. Además, el hecho de que este año sea multidisciplinar permitirá que personas de diferentes ámbitos (química, física, medicina) nos pongamos en contacto y podamos aprender unos de otros”, dice Sanz.