Alimentación España , Ávila, Lunes, 25 de abril de 2005 a las 11:15

Las poblaciones de cangrejo autóctono en la provincia de Ávila se han reducido de 30 a dos en 20 años

Un estudio elaborado por un equipo de investigación afirma que existen 2.200 ejemplares genéticamente viables

Eduardo Cantalapiedra/DICYT Un estudio realizado por un equipo de investigación de la Universidad Católica de Ávila, con la colaboración de la Institución Gran Duque de Alba y el Servicio de Vida Silvestre de la Junta de Castilla y León, demuestra que, en los últimos 20 años, las poblaciones de cangrejo autóctono en la provincia abulense se han reducido de 30 a dos, con un total de 1.500 y 700 ejemplares respectivamente.


El trabajo de campo, iniciado hace tres años y que concluirá este mismo verano, ha supuesto el muestreo de alrededor de 30 localidades en las que históricamente se había detectado la presencia de cangrejo autóctono. El objetivo es, según comenta a DICYT Guillermo Pérez Andueza, quien dirige el proyecto del exalumno de la UCAV Joaquín Estévez junto al profesor Manuel Portillo, "determinar la distribución precisa de la especie, ya que informes antiguos indicaban que su presencia era abundante".


Otro de los objetivos del estudio es establecer el ciclo biológico de este cangrejo en relación con su hábitat, así como su dinámica de población, es decir, el número de efectivos existentes. Tras un seguimiento mensual de dos años y medio, según Pérez Andueza, "podemos precisar que se trata de pequeñas poblaciones situadas en tramos muy cortos y aislados de ríos tributarios (arroyos que conectan con el río principal)".


La amenaza de la Afanomicosis

 

Igualmente, este equipo de investigación pretende detectar las amenazas que pesan sobre la especie en esta provincia, para después establecer pautas de conservación. Habitualmente, la enfermedad conocida como Afanomicosis suele ser una de las principales causas de mortalidad del cangrejo autóctono. El hongo Aphanomyces astaci se transmite a través de otras dos especies introducidas en la península a partir de los años 50, el cangrejo rojo de las marismas y el señal, ambos procedentes de Norteamérica. Dicha transmisión puede ser directa, es decir, por contacto entre ejemplares, o indirecta, en los sustratos, si bien "la forma más habitual suele tener su origen en el ser humano, que emplea para su captura reteles infectados", comenta Guillermo Pérez.


Pero, "afortunadamente", apunta el director de la investigación, en las dos poblaciones detectadas en Ávila no hay indicios de Afanomicosis, si bien "las dos especies exóticas están presentes en los ríos principales de los cuales son tributarios los de presencia de cangrejo autóctono".


En el caso abulense, la drástica reducción de esta especie protegida por el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y que en Castilla y León podría ser incluida como especie vulnerable o en peligro de extinción, parece tener su origen tanto en su situación ecológica (un tramo de río de 100 a 500 metros que en verano queda aislado), como en el furtivismo y el exceso de carga ganadera.


La primera población, de entre 600 y 700 individuos, está ubicada en un tramo de río rodeado de cultivos cerealistas y aprovechamiento de ganado y, según los indicios detectados por los investigadores, es objeto de furtivismo continuado. Y es que "ésta ha sido tradicionalmente una provincia cangrejera", afirma el profesor de Gestión y Conservación de Flora y Fauna de la UCAV.


Por su parte, la segunda población vive en un río más limpio, con grandes pozas, por lo que su viabilidad es mayor, pese a la excesiva presencia de ganado, que remueve el sustrato.

Pautas de conservación


Las pautas de conservación para combatir las amenazas detectadas pasan por evitar la entrada de cangrejos exóticos y la utilización de reteles en la zona que podrían transmitir la Afanomicosis, así como por extremar la vigilancia del furtivismo y regular el paso de ganado por los arroyos.


Otras medidas de gestión, según Pérez Andueza, serían las encaminadas a traslocar (llevar de un río a otro) la especie, en el caso de que su viabilidad genética fuese inexistente, "algo que no ocurre en las poblaciones estudiadas, que tienen una escala de edades equilibrada, con hembras bastante fecundas y machos muy activos, y no presentan patologías". "Si se toman las medidas apropiadas", prosigue, su viabilidad genética se extendería entre 50 y 100 años más».

 

¿Cangrejo autóctono o italiano?

El profesor de Gestión y Conservación de Flora y Fauna de la Universidad Católica, Guillermo Pérez Andueza, asegura a DICYT que los últimos estudios genéticos realizados al cangrejo autóctono, entre ellos uno de la Universidad Complutense de Madrid, ponen en cuestión el calificativo de autóctono de esta especie.

 

"Hay pruebas", comenta Guillermo Pérez, "de que el cangrejo autóctono (Austropotamobius Pallipes) tiene muchas similitudes con las poblaciones de Italia (Austropotamobius Italicus), por lo que éste podría ser su origen". Los estudios mencionados señalan que la especie podría haber sido introducida en tiempos históricos de forma antrópica (por el hombre), ya que la genética de estos individuos es más próxima a la italiana que a la del resto de Europa (Pallipes).