Tecnología España , Burgos, Jueves, 22 de junio de 2006 a las 18:27

Leche Pascual optimiza los residuos de sus depuradoras transformándolos en abonos agrícolas

Los equipos instalados por Alfa Laval tendrán capacidad de depurar aguas residuales equivalentes al consumo de una población de 800.000 personas

SC/DICYT El Grupo Leche Pascual y la multinacional sueca Alfa Laval, que desarrolla su actividad empresarial en el sector de la maquinaría industrial, han llegado a un acuerdo por el que cuatro fábricas de la compañía alimentaria dispondrán de los equipos necesarios para minimizar los residuos generados por sus depuradoras de agua. Se trata de decantadores centrífugos que permiten tratar los lodos que quedan en los filtros de forma más eficaz, ya que mediante un proceso de deshidratación se obtiene un 5% de lodos más secos, lo que supone una reducción de peso y volumen y, por lo tanto, un ahorro en el transporte y mayor rendimiento.

Una vez tratado el producto resultante será aprovechado como un elemento orgánico que podrá sustituir a los abonos químicos. Con la instalación de este equipamiento, que ya funciona en otras plantas, el Grupo Leche Pascual consigue, por un lado, que los fangos procedentes de la depuración se transformen en un elemento aprovechable que no finalice en los vertederos o sea arrojado al mar. Y por otra, se enriquece el campo con nutrientes de forma controlada, a través de un gestor autorizado y especializado. Los equipos adquiridos ya están funcionando en las plantas de Gurb (Comarca de Osona, Barcelona), La Serna de Iguña (Cantabria), Aranda de Duero (Burgos) y Montauban (Francia). 

Pascual concluirá este año el proyecto de ampliación de la capacidad de tratamiento de aguas residuales con la puesta en marcha de nuevas estaciones depuradoras (EDAR). En la actualidad, la suma de la capacidad de depurado de las 13 fábricas alcanza los 500.000 habitantes equivalentes, medida técnica que cuantifica la capacidad de depurado de aguas. Con estas ampliaciones, la capacidad total de tratamiento de aguas superará los 800.000 habitantes equivalentes, un volumen comparable con el del consumo doméstico de la ciudad de Valencia.