Alimentación España , León, Miércoles, 23 de septiembre de 2009 a las 17:44

Los casos de alergia infantil a la leche se han duplicado en los últimos diez años y ya alcanzan el 6%

Los expertos reclaman en León mayor colaboración entre la industria y los investigadores

AMR/DICYT Tres de cada cincuenta niños, especialmente menores de 5 años, es alérgico a la proteína de la leche en la actualidad. Esta cantidad se ha duplicado en los últimos diez años y los fabricantes se empiezan a preguntar por qué. Aunque esta reacción adversa a los alimentos que contienen lácteos se supera con el paso de los años, expertos reunidos en León en el marco de unas jornadas sobre enfermedades emergentes consideran que existen factores que deben tenerse en cuenta para reducir su incidencia. Por ello, reclamaron más colaboración entre la industria y los centros de investigación.

 

"Este es claramente un fenómeno emergente", afirmó a DiCYT Germán Bertrand, del Departamento de Sistemas de Gestión y Seguridad Alimentaria del Grupo Leche Pascual. El especialista comenta que hay usos industriales actuales que pueden haber influido en el aumento de los alérgenos: "Puede existir una cierta incidencia de la cadena de conservación en frío, ya que la leche pasa más tiempo en cámaras frigoríficas que hace unos años". La estancia a bajas temperaturas produce una serie de reacciones que, en última instancia, eleva el porcentaje de alérgenos.

 

Entre los factores que inciden en incremento del riesgo de alérgenos a la proteína de la leche están, según Bertrand, "tanto de costumbre de los ciudadanos a la hora del consumo del producto como desde la propia empresa". En este sentido, recuerda que en algunos procesos industriales se pueden utilizar mismas líneas de producción para elaborar alimentos con o sin leche, por lo que puede producirse contaminación cruzada en los libres de lácteos y que, involuntariamente, contengan trazas de leche. En este sentido, el experto comentó que las principales medidas que debe tomar la industria está en la trazabilidad de los productos y en el contacto con los proveedores, quienes pueden mantener la leche en depósitos frigorífico más tiempo del deseado para evitar la presencia de alérgenos.

 

Normativa y equipos multidisciplinares

 

La normativa europea sobre la materia identifica 19 alérgenos que deben ser declarados en el etiquetado de los productos si no son suficientemente visibles. Además, debe hacerse explícito que si los alimentos elaborados han compartido líneas de producción con otros que contengan alérgenos. Así, si un producto puede contener de alguna manera leche, y producir por tanto alergia a las personas susceptibles, la etiqueta debe hacer constar una leyenda parecida a ésta: "Puede contener trazos lácteos". "Es un marco legal razonablemente avanzado para el consumidor", indica Bertrand. No obstante, "lo ideal sería intentar desentrañar las causas del aumento de personas alérgicas a la proteína de la leche a través de una colaboración entre la industria y los centros de investigación".

 

En este sentido, "el establecimiento de equipos multidisciplinares (compuestos de veterinarios, médicos y sociólogos) puede permitir avanzar la investigación", indica el experto. "Muchos cambios que ocasionan la aparición o reaparición de fenómenos como este tienen que ver con cambios sociales como el aumento de familias monoparentales en el que hay menos tiempo para la elaboración de comidas o el consumo de alimentos frescos preparados". Hay que recordar que fenómeno reciente no está relacionado con la intolerancia a la lactosa, que parte de la población humana posee.