Salud España , Castilla y León, Lunes, 15 de marzo de 2010 a las 17:23

Los expertos estiman que la primavera será “muy intensa” para los alérgicos de la región

A escasas semanas de que se registren los niveles más altos de polen, sólo podrían paliar estos efectos las lluvias continuadas o el calor severo

Cristina G. Pedraz/DICYT Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el pasado mes de febrero ha sido el más lluvioso de los últimos 30 años. En la misma línea, el mes de enero registró un 43 por ciento más de precipitación que el valor estimado de referencia y el de diciembre, el doble. En base a estos antecedentes, los expertos prevén que la primavera será “muy intensa” para la población alérgica, más de 500.000 personas sólo en Castilla y León. Alicia Armentia, especialista de la Sección de Alergia del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, afirma que se esperan concentraciones de más de 4.000 granos de polen por metro cúbico.

 

No obstante, los efectos alergénicos del polen podrían mitigarse “si sigue lloviendo también en primavera”, ya que estas partículas caen al suelo, se mojan y no producen ninguna reacción. Otro de los factores meteorológicos que reduciría estos efectos es el calor intenso, con el cual los granos “se desecan”.

 

“Desde hace años estudiamos que los pólenes son más alergénicos, es decir, más causantes de clínica, cuando se encuentran agredidos porque expresan proteínas de defensa que son alérgenos. Cuando el polen se encuentra en un clima templado, con mucha agua y sin contaminación no tiene que defenderse de nada y la expresión de proteínas de defensa baja” asegura la doctora, quien subraya que ese polen “tan beneficiado” no es agresivo. Tal y como advierte, este es otro factor “a tener en cuenta” y que puede cambiar de año en año.

 

En cuanto a los grupos que pueden verse más afectados esta primavera, la experta apunta a los asmáticos, la gente previamente alérgica a frutas, ya que comparte proteínas comunes con el polen, los fumadores o las personas que tienen una patología pulmonar previa, “desde bronquitis de fumador hasta problemas respiratorios por causa anatómica”. Además, recuerda que los momentos del día en que se registran mayores concentraciones de polen es la primera hora de la mañana y al caer la noche, de modo que “los jóvenes que tienden a salir al atardecer y hacer botellón en el campo también son una población de riesgo”.

 

Los mayores niveles, desde mediados de mayo

 

Por otro lado la alergóloga estima que, en la comunidad, los mayores picos de alergia se producirán entre el 15 de mayo y el 15 de junio. Las plantas de la familia del ciprés (cupresáceas) ya han iniciado la polinización, pero ésta ha coincidido con las lluvias y ha sido “escasa”. Del mismo modo, en abril comenzará el periodo de polinización del plátano de sombra, ejemplares extendidos en las ciudades; en mayo el de las gramíneas, y en junio el de las oleáceas, como el aligustre, el de mayor presencia en municipios como Valladolid. Asimismo, en julio y agosto esporula la alternaria, hongo que es uno de los mayores patógenos de plantas. “Se une a los pólenes y entre los dos se potencian”, destaca la doctora, quien precisa que la presencia de este hongo es frecuente en la atmósfera de Valladolid.

 

Finalmente, la especialista considera que es “posible” que se produzcan intrusiones de polvo sahariano. En este sentido, la Sección de Alergia del Hospital Río Hortega colabora con el Grupo de Óptica Atmosférica (GOA) de la Universidad de Valladolid, que se encarga de medir los parámetros de calidad atmosférica.