Los humedales del complejo lagunar de Cantalejo estrenan infraestructura
LHM/DICYT El director general del Medio Natural, José Ángel Arranz y Ana Leiva directora de la Fundación Biodiversidad, inauguraron este viernes las obras de restauración y puesta en valor del complejo lagunar de Cantalejo, en la provincia de Segovia. El proyecto ha supuesto una inversión de 735.213,81 euros, de los cuales la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, ha aportado 485.213 euros y la Fundación Biodiversidad 250.000 euros.
El Director General y la Directora de la Fundación han comenzado la inauguración en el aparcamiento adaptado de la Muña, desde donde se han encaminado a recorrer la Senda del mismo nombre, hasta llegar al observatorio adaptado para discapacitados. Este recorrido atraviesa un pinar desde donde se puede ver la orilla meridional de la laguna, una de las mayores de la zona, en cuyos márgenes se desarrollan densos cañaverales de junco lacustre.
La segunda parte de la visita se ha desarrollado por la laguna y el mirador de Navalayegua.
Dentro del proyecto de restauración se han realizado distintas actuaciones encaminadas a ordenar el uso público del espacio, en especial en el entorno de las lagunas del término municipal de Cantalejo, que constituyen el enclave más atractivo para el visitante. Concretamente se han construido tres zonas de aparcamiento desde las que parten senderos bien compactados que facilitan el tránsito por los arenales del entorno. Estas sendas conducen a las principales lagunas, en cuyas inmediaciones se han levantado tres observatorios (Sotillos, Navalayegua y Navahornos) dispuestos a una distancia prudencial de la lámina de agua, de modo que pueden ser utilizados para observar la avifauna que las habita sin generar molestias.
La senda y el observatorio de Navahornos, están especialmente adaptados para el uso de personas con movilidad reducida.
Cuatro senderos
El proyecto ha supuesto la construcción de 3,250 kilómetros distribuidos en cuatro senderos. El primero de ellos, el sendero de la Muña contiene un recorrido lineal y parte del aparcamiento de La Muña – Navahornos hasta llegar a la Laguna de La Muña. Su dificultad es muy baja y tiene una longitud de 350 m. La Senda de Navahornos, también senda lineal de 300 metros, que parte del aparcamiento de La Muña – Navahornos (adaptado para personas discapacitadas), está realizada en tarima de madera, siendo el acceso al observatorio de Navahornos, final del recorrido, a través de una pasarela de madera accesible para el disfrute de personas discapacitadas o con movilidad reducida.
El tercero de los recorridos está denominado Senda de Navalayegua y parte del aparcamiento con este mismo nombre y finaliza un mirador-observatorio. En total son 800m en forma lineal, con una dificultad baja (desnivel de 12m) que atraviesa la llanura de inundación y acequia de Navahornos-Navalayegua para ascender hasta el punto de llegada.
La última de las rutas, la Senda de Las Lagunas parte del aparcamiento de Sotillos y finaliza 1.800m después, en el mirador-observatorio de Navalayegua. La senda que atraviesa un sector del pinar que antiguamente se explotaba para la obtención de resina. A lo largo del trazado se encuentra el observatorio de Sotillos Bajeros, el mirador de la Laguna de Navacornales y en el tramo final, común con la Senda de Navalayegua.
Las lagunas de Cantalejo constituyen pequeños sistemas endorreicos que se forman en las depresiones existentes entre las dunas. Su dinámica natural depende del agua de las precipitaciones y la escorrentía, de modo que se inundan cuando el nivel freático del suelo alcanza la superficie, y se secan durante el estío, cuando la evaporación se hace muy intensa.
Con esta inversión se han acometido las actuaciones necesarias para regular el funcionamiento hidrológico del complejo lagunar y mejorar la gestión de su uso mediante la adecuación ordenada del uso público recreativo. Las actuaciones se integran en el Plan de conservación del complejo lagunar vinculado a la Red Natura 2000 o al Catálogo de Zonas Húmedas de Especial Interés de Castilla y León, con el objetivo de dar coherencia a las actuaciones y garantizar su viabilidad dentro de los objetivos de conservación de los espacios.
Actuaciones
En total han sido 23 las actuaciones en se han llevado a cabo en 7 de las 14 lagunas que conforman en complejo lagunar. En concreto se ha actuado en: Sotillo Bajero, Navacornales, Navalayegua, Navalagrulla, La Cerrada, Navahornos y La Muña.
Con ellas se ha buscado la conservación y mejora de esta importante zona biológica, acometiéndose obras para la mejora de la red hidrológica que nutre las lagunas, la retirada de los cerramientos perimetrales existentes, la adecuación de la red de caminos y la creación de 4 nuevas sendas peatonales guiadas, la construcción de 3 observatorios de aves, la recuperación de las condiciones ecológicas del ecosistema y la puesta en marcha de un programa de sensibilización y divulgación de los valores de la zona entre la población.
Con la finalización de las obras se producido una mejora en el conocimiento la dinámica hidrológica del complejo lagunar y se ha mejorado la calidad de este hábitat.
También se ha producido una reorganización de los usos vinculados a las lagunas, reduciendo los impactos negativos y mejorando las infraestructuras informativas y de uso público.En este sentido, en el complejo lagunar se ha mejorado la red de drenaje, la regulación del flujo y se han instalado medidores de los caudales circundantes entre las lagunas.
En lo relativo al uso público de las lagunas se han creado accesos por carretera, áreas de aparcamiento, cuatro sendas peatonales interpretativas, señalización y se han incluido tres observatorios ornitológicos en las lagunas de Sotillos Bajeros, Navalayegua y Navahornos, este último adaptado a visitantes con movilidad reducida.
Además se han realizado mejoras en el habitat con la creación de islas artificiales con el fin de proporcionar un refugio tranquilo a la avifauna acuática y fomentar la biodiversidad en las mismas, el decapado parcial del vaso de las lagunas, retirando los lodos depositados y la plantación de especies autóctonas.
A estas medidas se suma la incorporación del seguimiento científico de estas lagunas, con la evaluación de la calidad de las aguas y el seguimiento de la evolución de la vegetación palustre.
Todo lo anterior se completa con un programa de divulgación y sensibilización que se compone de un folleto informativo, del que se han editado 3.000 unidades, sobre el complejo lagunar de Cantalejo y sus valores naturales, la edición y distribución de 5.000 ejemplares de material escolar en los centros educativos de la provincia de Segovia, Sur de Burgos y Sureste de Valladolid, que incluye material dirigido al profesorado y una exposición móvil sobre las lagunas de Cantalejo y los contenidos del proyecto, así como 1.000 ejemplares de una publicación de las actuaciones realizadas y de las conclusiones del seguimiento científico.
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CARACTERÍSTICAS DE LAS LAGUNAS
El espacio protegido abarca algo más de 12.000 hectáreas donde se integra un conjunto de humedales entre los ríos Cega y Duratón, al Noroeste de la provincia de Segovia. Se trata de un territorio muy llano y arenoso de mediana altitud (800-900 metros) que forma parte de las comarcas Tierra de Pinares y Tierra de Segovia.
Una peculiar historia geológica
El complejo lagunar estepario de Cantalejo, es de origen en los movimientos tectónicos que sacudieron la cuenca del Duero en la transición del Terciario al Cuaternario, hace un millón y medio de años. Como resultado de estos fenómenos geológicos, el sector actual Tierra de Pinares segoviana se hundió respecto a los terrenos circundantes, activando la acción erosiva de los cursos de agua que recorrían la comarca procedentes de las sierras graníticas del Sistema Central. De este modo, durante más de un millón de años, en la depresión de Tierra de Pinares se acumularon ingentes bancos de arena que, posteriormente sometidos a un clima más árido, fueron modelados por los vientos dominantes hasta dar lugar a un paisaje de dunas interiores que semejaría un desierto. Con el tiempo, las arenas fueron colonizadas por la vegetación, quedando fijadas por el poderoso sistema radicular del pino resinero.
Más recientemente, hace 15.000 años, se abrieron nuevas líneas de fractura en las que se encajo la red fluvial actual. Así, el río Cega, que surca el espacio por el sur, fluye hundido respecto al nivel de la llanuera aledaña, donde el relieve ondulado de las dunas crea sistemas endorreicos que se inundan periódicamente con los aportes de la lluvia y la escorrentía. Esta agua se cuela entre la arena quedando retenida en las capas de arcillas impermeables del subsuelo, aflorando en forma de lagunazos, navas y “bodones” allí donde el espesor de arena es menor.
Las dunas más altas de Cantalejo alcanzan los 15 metros de altura, lo que da una idea de la ingente acumulación de arenas que se produjo en la zona a lo largo del Cuaternario.
El paisaje y la flora de Cantalejo
Superpuesto al relieve dunar y ondulado que caracteriza la comarca, el elemento dominante en el paisaje del espacio natural es un pinar abierto de pino resinero, con árboles de pequeña y mediana talla que evidencian el aprovechamiento forestal al que han estado sometidas estas masas desde muy antiguo, con frecuentes repoblaciones que contribuido a enmascarar su carácter natural o autóctono. Junto al uso maderero ha tenido gran importancia la extracción de resina mediante incisiones practicadas en el tronco que ha dejado como huella una profusión de pies retorcidos y tortuosos. Otras especies arbóreas, como los pinos silvestre piñonero, resultan mucho más escasas, y sólo en las riberas del Cega y a orillas de arroyos y canales se presenta una diversidad mayor de álamo blanco, sauce blanco y fresno de hoja estrecha.
Entre los valores naturales de este espacio destacan las 592 especies de plantas, de las cuales 2 son especies amenazadas y 18 son especies de atención preferente.
La Fauna
En el espacio natural de las Lagunas de Cantalejo existen poblaciones importantes de especies catalogadas en las directivas de Aves y Hábitats de la Unión Europea. Entre los mamíferos se cuentan el lobo y el murciélago grande de herradura, el sapillo pintojo ibérico destaca entre los anfibios (está catalogado en la Directiva Habitats como especie de interés comunitario para la que es preciso designar zonas especiales de conservación), mientras que la pardilla, la boga de río y la bermejuela son las especies de peces más significativas.
Con todo, es el grupo de las aves el que tiene mayor relevancia en la zona. Encabeza la lista la cigüeña negra, que se reproduce en los pinares de Cantalejo y se presenta en grupos más o menos numerosas en el entrono de la lagunas durante la dispersión posreproductora. Los bosques acogen asimismo una interesante comunidad de rapaces, con milano real, milano negro, aguililla calzada, azor, culebrera…De forma ocasional se deja ver el águila imperial ibérica, y se han detectado bandadas prereproductoras de halcón de Eleonora, que seleccionan el área por su potencial como lugar de alimentación. De forma complementaria, las lagunas atraen a una variada y cambiante representación de aves acuáticas, con especies reproductoras, entra las que destaca el avetorillo, y multitud de anátidas invernantes (azulón, cuchara, cerceta común, tarro blanco). Es además un importante lugar de paso en el que recalan garzas, espátulas, grullas, gansos y limícolas, entre otras aves migratorias.
En total hay 231 especies faunísticas, de las cuales 2 se encuentran en peligro de extinción (cigüeña negra y águila imperial) y 4 están consideradas especies vulnerables.
Este espacio está declarado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC) “Lagunas de Cantalejo”, además ser una de las Zonas Húmedas de Especial Interés para la Junta de Castilla y León (Lagunas de Cantalejo), Zona Húmeda Catalogada y Área crítica de Cigüeña Negra.