Alimentación España Ponferrada, León, Martes, 11 de diciembre de 2007 a las 17:24

Los tratamientos respetuosos con el medio ambiente mejoran la calidad de la uva, aseguran los científicos

Expertos de la Universidad de León han impartido un curso sobre viticultura sostenible a 70 alumnos de El Bierzo

Isidoro García Cano/DICYT Los tratamientos respetuosos con el medio ambiente, tanto de suelo como en la planta, mejoran la calidad de la vid, lo que repercute en la mejora del vino. Ésta es la principal conclusión que científicos de la Universidad de León han tratado de transmitir a 70 alumnos, viticultores, técnicos de bodegas y estudiantes, de la comarca de El Bierzo (León) durante el curso Viticultura sostenible: Una alternativa de manejo del suelo de viñedo respetuosa con el medio ambiente, que finaliza hoy en Ponferrada. El conocimiento de las características del suelo y las necesidades de la planta son claves.

 

Según Enrique Garzón Jimeno, ingeniero agrónomo de la Universidad de León y uno de los profesores del curso, "el objetivo es explicar a viticultores y estudiantes la importancia del vino en la región y de practicar una viticultura respetuosa con el medio ambiente". En su opinión, basada en la experiencia como investigador en varias zonas de viñedos de España, es importante realizar este tipo de prácticas puesto que "no sólo se mejora la producción, sino que también se evitan problemas futuros".

 

Una de las prácticas sostenibles expuestas ha sido la utilización de abonos orgánicos (estiércoles). Los investigadores "recomendamos el abonado orgánico, pero con unas características adecuadas. Generalmente hay que utilizar una mezcla con abonos inorgánicos para que haya un equilibrio y se complementen las deficiencias de los estiércoles, como por ejemplo la falta de fósforo". En otras ocasiones, los abonos naturales tienen mucho potasio, que "puede producir precipitación de los bitartratos en el vino", unos cristales que, aunque no afectan a las cualidades del producto, son rechazados por muchos consumidores.

 

No merman la producción

 

La clave es conseguir un equilibrio entre la fertilidad del suelo y las necesidades nutricionales de la planta. "Los suelos de León son muy ácidos", comenta Garzón. "Los del Bierzo concretamente son problemáticos porque aparecen cationes e iones que generan problemas de toxicidad y suelen tener deficiencias de algunos nutrientes". Los que se persigue con estas prácticas sostenibles de abonado es "conseguir un equilibrio en el suelo para conseguir producciones de mejor calidad", añade el científico.

 

Estos tratamientos sostenibles "no merman la producción, mejoran la calidad de la uva". El investigador reconoce que, en algunos casos, utilizar abonos orgánicos se podría disminuir la cantidad de uva por planta, pero también que "a mayor cantidad de kilos, menor calidad de uva". Como comparación, según el investigador en León se producen del orden de 5 ó 6 kilos por planta, mientras que en Ribera del Duero son 3 y en Argentina 12 ó 13. Además, un tratamiento destinado a obtener más kilos también genera problemas, ya que "el nitrógeno produce gran cantidad de masa foliar" (hojas en las cepas), lo que implica tener que realizar otros tratamientos (deshojados, despuntados, etc.).

 

Los científicos también han hablado en el curso de los manejos en la planta, recomendando la no utilización de tratamientos en épocas próximas a la recolección o el cuidado con las podas muy fuertes, que, en suelos fértiles, "provocan más daños que beneficios". El curso ha sido organizado por la Fundación General de la Universidad de León y la Empresas (Fgulem).

 

Variedades únicas en el mundo
Según Enrique Garzón Jimeno, las dos variedades de uva que se cultivan en León, Prieto Picudo y Mencía, "son únicas en el mundo". Sin embargo, en El Bierzo hemos visto algunas prácticas en viticultura "que no satisfacen las expectativas". Lo que los científicos tratan de inculcar, tanto a viticultores como a técnicos de bodegas, es que "las prácticas que hay que realizar en un viñedo son totalmente diferentes a las de cualquier otro cultivo". Para el investigador leonés, la importancia del vino estriba en que España, Francia e Italia producen la mitad del vino mundial y la actividad representa un 1 por ciento del PIB nacional.