Los varones son los principales transmisores del virus del COVID-19
AGENCIA FAPESP/DICYT – Aparte de la mayor susceptibilidad a padecer cuadros graves de COVID-19 y a morir como consecuencia de esta enfermedad, los varones se infectan más en primera instancia y, por consiguiente, pueden erigirse como los principales transmisores del SARS-CoV-2. Esto es lo que sugiere un estudio realizado por científicos del Centro de Estudios del Genoma Humano y Células Madre (CEGH-CEL) −uno de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (CEPIDs) financiados por la FAPESP−, con base en un mapeo epidemiológico que comprendió a 1.744 parejas brasileñas. Los resultados de este trabajo se dieron a conocer en la plataforma medRxiv, en un artículo aún sin revisión por pares.
“Esta constatación corrobora y coincide con descubrimientos que se realizaron en estudios recientes que hicimos también nosotros, que ya indicaban que los hombres pueden transmitir más el nuevo coronavirus”, dice Mayana Zatz, docente del Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo (IB-USP) y coordinadora del CEGH-CEL.
Un estudio publicado a comienzos del mes de agosto por investigadores de este centro en la revista Diagnostics, con base en un test de detección del SARS-CoV-2 a través de la saliva desarrollado en el propio CEGH-CEL, apuntó que los varones muestran una carga del virus en ese fluido que es alrededor de diez veces más alta que la de las mujeres, particularmente hasta los 48 años de edad. Esta diferencia de carga viral no se detectó en test con muestras nasofaríngeas, según consignaron los autores del estudio, coordinado por la profesora Maria Rita Passos-Bueno.
“Como el virus se transmite fundamentalmente a través de las gotitas de saliva, dedujimos que esto explicaría por qué los varones transmiten más virus que las mujeres”, dice Zatz.
Aparte de esta observación, la investigadora empezó a escuchar relatos de parejas −muchas de ellas de profesionales de la medicina– en las cuales la mujer se infectó con el SARS-CoV-2 y tuvo síntomas leves o moderados, mientras que el varón fue asintomático. Algunos meses después, el cónyuge también se infectó después de tener contacto con pacientes del sexo masculino, lo que reforzó la teoría de que los hombres transmiten más el nuevo coronavirus.
Con el objetivo de analizar esta hipótesis, los investigadores del CEGH-CEL empezaron a recabar datos vía correo electrónico y mediante la aplicación de cuestionarios con más de dos mil parejas entre julio de 2020 y julio de 2021; todas personas con edad promedio de 45 años y hasta ese entonces no vacunadas contra el COVID-19, y de las cuales al menos uno de los cónyuges se infectó, fue diagnosticado y manifestó síntomas de la enfermedad.
Para eliminar la influencia de sesgos conductuales, como el hecho de que los varones son más reacios que las mujeres a usar mascarillas protectoras y a respetar el distanciamiento social, tal como se lo comprobó mediante la realización de diversos estudios durante la pandemia, se analizó la transmisión del virus en más de mil parejas que convivieron durante el período de la infección sin adoptar medidas de protección.
Las parejas quedaron distribuidas en grupos concordantes, en los que ambos integrantes se infectaron, o discordantes, cuando uno de los cónyuges se mantuvo asintomático, pese a estar en contacto cercano con la pareja infectada.
La combinación de los datos recolectados mostró que los varones fueron los primeros o los únicos infectados en la mayoría de los casos, tanto entre las parejas concordantes como entre las discordantes.
“Observamos que los hombres se infectaron en primer lugar en mucha mayor cantidad que las mujeres, tanto en el caso de las parejas concordantes como entre las discordantes. En total, 946 varones se infectaron primero en comparación con 660 mujeres”, afirma Zatz. Esta investigación contó con financiación de la FAPESP en el marco de otros dos proyectos: 14/50931-3 y 20/09702-1.
La resistencia natural
Los investigadores también analizaron el material genético de parejas en las cuales solamente uno de los cónyuges se infectó con el SARS-CoV-2, aunque ambos integrantes habían estado expuestos, con el objetivo de entender por qué algunas personas son resistentes a la infección naturalmente.
Los resultados preliminares de ese estudio, también publicado en la plataforma medRxiv, indicaron que las variantes genómicas más frecuentes en los integrantes de las parejas susceptibles llevarían a la producción de moléculas que inhiben la activación de las células de defensa conocidas como exterminadoras naturales o NK (lea más en: agencia.fapesp.br/35856/).
Los resultados completos de ese estudio, realizado en colaboración con el profesor Erick Castelli, de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), en su campus de la localidad de Botucatu, saldrán pronto publicados en la revista Frontiers in Immunology.