‘Macrauchenia patachonica’, el raro mamífero hallado por Darwin, pertenece al grupo que incluye caballos, rinocerontes y tapires
CGP/DICYT Un equipo de investigadores de Alemania, Argentina, Chile, Uruguay, Francia y Estados Unidos dirigido por el Museo Americano de Historia Natural y la Universidad de Postdam, acaba de publicar en ‘Nature Communications’ el genoma mitocondrial casi completo del ungulado extinto ‘Macrauchenia patachonica’, nativo de América del Sur. Este ADN antiguo proporciona nuevos conocimientos sobre las relaciones evolutivas de este grupo animal que ha desconcertado a los biólogos desde que sus fósiles fueran descubiertos por primera vez por Charles Darwin.
Los ungulados nativos de América del Sur o SANU, por sus siglas en inglés, vivieron durante la última Edad del Hielo. Este animal pesaba aproximadamente entre 400 y 500 kilogramos y sus inusuales combinaciones de rasgos –con su cuerpo, parecido al del camello, y su hocico, similar al del tapir-, unidas a la falta de descendientes supervivientes, habían desafiado los métodos clásicos de clasificación taxonómica.
Charles Darwin encontró los primeros fósiles SANU en 1834 en sitios de Uruguay y Argentina. Los pasó al famoso paleontólogo británico Richard Owen para su estudio y descripción, pero le fue imposible determinar sus relaciones correctas. Ese problema persistió en los siguientes 180 años, con múltiples intentos de aclaración pero ninguno ampliamente aceptado.
Recientemente, secuencias de proteínas de colágeno antiguo habían proporcionado una mejor idea de cómo estas especies estaban relacionadas con otros mamíferos vivos. Sin embargo, los intentos de usar ADN antiguo para entender mejor la historia evolutiva de estos inusitados animales se habían visto obstaculizados por la degradación del ADN y la falta de genomas de referencia procedentes de parientes cercanos. El ADN antiguo generalmente requiere que los investigadores usen material de parientes evolutivos cercanos de una especie para llenar huecos, y en este caso no los había.
El equipo de investigación pudo superar estos problemas mediante el uso de nuevas técnicas de secuenciación y mapeo para ensamblar el genoma mitocondrial de ADN antiguo procedente de muestras fósiles de Macrauchenia encontradas en una cueva en el sur de Chile. Después, utilizaron las secuencias de ADN en análisis filogenéticos para evaluar las relaciones evolutivas de estos animales.
Finalmente, pudieron recuperar casi el 80 por ciento del genoma mitocondrial de Macrauchenia. Los resultados que obtuvieron fortalecen las pruebas aportadas por las secuencias de proteínas de colágeno en torno a que Litopterna (incluyendo Macrauchenia) es un grupo hermano de Perissodactyla (caballos, tapires y rinocerontes), y revelan que estos grupos divergieron aproximadamente hace 66 millones de años.
"El ADN mitocondrial es muy útil para evaluar el grado de relación entre las especies", asegura Michi Hofreiter, experto en paleogénesis de la Universidad de Potsdam. "Nuestro estudio corrobora y extiende los resultados de otra investigación molecular, publicada hace dos años, que utilizó el colágeno de proteínas para inferir las relaciones. Al igual que este estudio, el nuestro encontró que los parientes vivos más cercanos de Macrauchenia están en el orden placentario conocido como Perissodactyla, que incluye caballos, rinocerontes y tapires”, recalca.
De este modo, el trabajo demuestra cómo los genomas antiguos pueden reconstruirse incluso careciendo de genomas de referencia de parientes vivos. No obstante, se necesitarán más estudios para elucidar las relaciones evolutivas de otros grupos de ungulados nativos de América del Sur.
En el estudio también han participado Sina Baleka, Axel Barlow, Stefanie Hartmann y Johanna Paijmans de la Universidad de Potsdam (Alemania); Alejandro Kramarz del Museo Argentino de Ciencias Naturales de Buenos Aires; Analía Forasiepi del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales en Mendoza; Mariano Bond, Javier Gelfo y Marcelo Reguero del Museo de La Plata (Argentina); Patricio López Mendoza y Francisco Mena de la Universidad de Chile; Matias Taglioretti y Fernando Scaglia del Museo Municipal de Ciencias Naturales de Mar del Plata (Argentina); Andrés Rinderknecht y Washington Jones del Museo Nacional de Historia Natural de Montevideo (Uruguay); José Luis Aguilar del Museo Paleontológico de San Pedro (Argentina); y Guillaume Billet y Christian de Muizon del Muséum National d'Historie Naturelle de París (Francia).
Referencia bibliográfica: | |
Michael Westbury, Sina Baleka, Axel Barlow, Stefanie Hartmann, Johanna L.A. Paijmans et al. (2017). “A mitogenomic timetree for Darwin’s enigmatic South American mammal Macrauchenia patachonica”. Nature Communications. DOI 10.1038/ncomms15951 |