Salud España , Burgos, Viernes, 20 de octubre de 2006 a las 19:25

Más de un centenar de neumólogos de toda España analizan en Burgos las últimas novedades en el tratamiento del asma y de la EPOC

El XXXII Simposio de Neumología comenzó hoy en Burgos y se desarrollará hasta mañana sábado

Sergio Corral/DICYT Un total de 150 neumólogos procedentes de toda España se han reunido hoy en Burgos en el marco del XXXII Simposio de Neumología que se prolongará hasta mañana sábado. Organizado por el servicio de Neumología del Hospital General Yagüe de la capital burgalesa, tiene como principal objetivo el actualizar las novedades sobre las enfermedades respiratorias, prestando especial atención al asma y a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, EPOC.

En ambos casos se trata de enfermedades muy prevalentes en la sociedad española y, por ende, también en la de Castilla y León. El doctor José Luís Viejo Bañuelos, jefe del servicio de Neumología del Hospital General Yagüe, asegura que “el asma afecta al 4'5% de la población adulta y al 15% de los niños” y destaca que, “lo más preocupante es que más del 50% de los pacientes están todavía sin diagnosticar”.

El asma es una enfermedad respiratoria crónica que se caracteriza por la estrechez (inflamación) e irritabilidad (hiperrespuesta) de los bronquios. No obstante, a pesar de su carácter crónico, con un seguimiento adecuado del médico, la educación del paciente y un tratamiento adecuado, la persona asmática puede conseguir el control total de los síntomas de su enfermedad y llegar a vivir con asma pero sin padecer ningún tipo de limitación en su vida diaria.

En este sentido, los profesionales insisten en la importancia de la detección precoz de la enfermedad ya que “es posible conseguir que el paciente asmático viva con su enfermedad casi olvidando que la tiene gracias a un adecuado tratamiento”, asegura Viejo Bañuelos quien matiza que “la falta de conocimiento sobre la enfermedad y el tratamiento, limitan el beneficio de las terapias, estimándose que la inmensa mayoría de los afectados tiene mal controlada su enfermedad”.

El objetivo de estos tratamientos no es otro que el de alcanzar y mantener el control de la enfermedad, entendiendo como tal “síntomas crónicos de asma ausentes o mínimos, nulas o mínimas exacerbaciones y crisis de asma, no tener que realizar visitas urgentes al médico ni a servicios de emergencias, necesidades mínimas de medicación de rescate, que no exista limitación de las actividades diarias ni del ejercicio, función pulmonar lo más próxima posible a la normalidad y ausencia de efectos adversos del tratamiento antiasmático”, detalla.

Para Viejo Bañuelos “es fundamental el tratamiento broncodilatador con fármacos de acción rápida como con broncodilatadores de acción prolongada”. Además, añade que “el uso de corticosteroides inhalados es fundamental en el manejo del asma persistente en todos sus grados de gravedad ya que permite realizar pautas largas, con pocos o nulos efectos secundarios”.

José Luis Viejo asegura que “el uso de medicaciones que contienen en un mismo envase la combinación de fármacos broncodilatadores con corticosteroides inhalados ha facilitado de forma extraordinaria el manejo de los enfermos asmáticos”. Este sistema, continúa, “evita la aplicación de sólo un broncodilatador de acción prolongada que podría enmascarar la verdadera situación del paciente necesitado de antiinflamatorios que son necesarios para establecer una estabilidad en el proceso”.

Diagnóstico y prevalencia

Los temas que los 150 expertos comenzaron a tratar hoy se centran en los aspectos del diagnóstico y prevalencia de la EPOC teniendo como contexto los datos más destacados que se desprenden de los estudios Iberpoc, centrado en España, así como del Platino, en el que participaron cinco países sudamericanos. Además, se plantearán nuevas hipótesis sobre la etiología de la autoinmunidad en la EPOC o su valoración más allá del estudio funcional, se estudiarán los aspectos actuales de identificación y manejo de esta enfermedad tan prevalente y, por último, se estudiará también la comorbilidad y la infección que acompañan a la EPOC e influyen en su supervivencia.