Mejoran las tecnologías que permiten medir la contaminación en ambientes laborales
USM/DICYT Preocupados por la salud de los trabajadores expuestos a la contaminación intramuros debido a contaminantes tóxicos como los compuestos orgánicos volátiles (COVs), el Dr. Francisco Cereceda, académico del Departamento. de Química y director del Centro de Tecnologías Ambientales (CETAM) de la Universidad Técnica Federico Santa María, lideró un proyecto Fondef de CONICYT, cuyo objetivo era el desarrollo de variados dispositivos mecatrónicos para la medición de COVs en ambientes laborales, compuesto de alta peligrosidad para la salud por ser sustancias neurotóxicas y carcinogénicas. Todo con la finalidad de mejorar el diagnóstico del riesgo en salud de los trabajadores del país y del mundo.
Este exitoso proyecto ya terminado hace algunos años, dio origen a prototipos de laboratorio que fueron patentados en Chile y el mundo, donde uno de ellos es el objeto de este nuevo proyecto Fondef.
Paralelamente a la investigación, el equipo del proyecto exploraba la posibilidad de encontrar socios estratégicos para realizar la transferencia tecnológica de estos dispositivos. Con estos avances y un modelo de negocios apropiado el equipo del proyecto inicial compuestos por los profesores Francisco Cereceda y Daniel Rodríguez del Departamento de Electrónica, junto a los ingenieros Juan Pablo Muñoz, Ximena Fadic y el Químico Víctor Vidal, del CETAM, presentaron un nuevo proyecto para materializar esta siguiente etapa del desarrollo y transferencia de la tecnología al Concurso de Investigación Tecnológica del Programa Ideas de Fondef de Conicyt, el que fue aprobado adjudicándole 120 millones de pesos para la realización del proyecto titulado “Llenador y Empacador de Tubos de ATD”.
El académico explica que “actualmente es muy difícil determinar el nivel de contaminación de mezclas complejas de contaminantes (COVs) en ambientes industriales, pues la tecnología que se utiliza es bastante antigua, inespecífica, poco reproducible y lenta. Lo tradicional para el monitoreo de COVs en aire ambiente es la utilización de tubos de ab/adsorción de distinto tipo, donde la tecnología de vanguardia actualmente son los denominados tubos ATD (Desorción Térmica Automatizada, por sus siglas en inglés), tecnología que fue originalmente desarrollada por Perkin Elmer USA (socio del proyecto) y que se comercializan a un valor muy alto, haciendo que en la mayoría de los laboratorios estos tubos se fabriquen a mano, con los consiguientes problemas de control de calidad que esto conlleva”.
CETAM detectó este problema y se propuso desarrollar un dispositivo electromecánico que permita rellenar en forma automática, reproducible y repetible tubos de ATD, para poder hacer accesible esta excelente tecnología para la detección de COVS en ambientes laborales y así mejorar el diagnóstico de la exposición a contaminantes al interior de las industrias.
El trabajo que está realizando Francisco Cereceda junto a su equipo multidisciplinario también contempla a dos socios estratégicos: el Instituto de Seguridad del Trabajo (IST) y la Empresa Perkin Elmer Chile. ¿El objetivo? Construir, validar y promocionar a escala comercial una tecnología de punta para el monitoreo con tecnología ATD, siguiendo estándares de calidad internacional y que permita su operación de manera confiable y económica. Todo esto para ofrecer un completo servicio de medición de COVs de última generación para ser usado en empresas industriales de diversos rubros.
Perkin Elmer aporta su gran capacidad instrumental, dado que la tecnología de ATD/GC-MS que se utiliza en este proyecto fue desarrollada inicialmente por ellos. Por parte del IST, se tendrá acceso a la amplia red de socios de esta institución que permitirá difundir y aplicar esta tecnología, tanto en Chile como en Latinoamérica.
Los beneficios de este trabajo es que “permitirán a las industrias acceder a tecnologías de menor costo y más eficientes para tener una percepción del riesgo que poseen sus trabajadores al estar expuestos a una atmósfera contaminada en sus espacios laborales”, señala Cereceda.
Elk académico también explica que el desafío actual es “generar en conjunto con las empresas socias un modelo de negocio que nos permita ofrecer esta tecnología y el servicio de análisis, en primera instancia, a las empresas asociadas del IST, y luego a todas las que estén vinculadas con el rubro industrial y tengan problemas de contaminación por COVs en ambiente laboral”. De esta manera, las organizaciones podrán tomar las medidas necesarias para proteger la salud de sus trabajadores.
La importancia de este proyecto radica en los beneficios que podría conllevar esta investigación en la salud de miles de trabajadores, pues la exposición a contaminantes en sus espacios de trabajo durante su vida laboral se convierten posteriormente en problemas crónicos que muchas veces se comienzan a detectar después de su jubilación.