Tecnología España , León, Lunes, 08 de febrero de 2010 a las 18:23

Mínimo histórico de detección de 'software' malicioso en los equipos de los hogares españoles

Según un estudio sobre la seguridad de la información y la 'e-confianza' del Observatorio de la Seguridad de la Información del Inteco

AMR/DICYT El tercer trimestre de 2009 ha registrado el mínimo histórico de detección de código malicioso en los equipos informáticos instalados en los hogares de España desde que el Observatorio de Seguridad de la Información del Inteco (Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación, con sede en León) realiza investigaciones en este campo. Desde que en diciembre de 2006 el centro comenzó a publicar cuatro veces al año su estudio sobre seguridad y confianza de los usuarios en las nuevas tecnologías, no se había alcanzado la cifra mínima de 56'2% de ordenadores con algún tipo de malware en los ordenadores de uso no profesional en España. El año 2008 cerró diciembre con un 68'1%, pero registró picos de infección de 85'6% en julio y agosto. Los troyanos y el adware (programas informáticos que hacen saltar publicidad en la navegación) son las aplicaciones maliciosas más numerosas.

 

En la mejora de esta estadística ha tenido que ver el equipamiento y el comportamiento de los usuarios desde sus domicilios. Los hogares españoles cuentan como principales herramientas básicas con programas antivirus (presentes en un 91,2% de los equipos, según declaraciones de los usuarios), actualizaciones del sistema operativo y resto de programas (80'7%) y cortafuegos (79'5%). Además, en el uso de internet predomina un comportamiento prudente, refleja la institución. El 60'6% de los usuarios de redes sociales afirma que la configuración de privacidad de su perfil permite el acceso exclusivamente a sus contactos, y un 12'5% adicional limita la visibilidad a sólo algunos de sus amigos, por ejemplo.

 

La décima oleada del Estudio sobre la seguridad de la información y la e-confianza de los hogares españoles refleja otros hábitos de seguridad casi institucionalizados por los españoles. Son muy frecuentes el rechazo de invitaciones de desconocidos en el contexto de la mensajería instantánea (83'7%), la verificación de uso conexión segura al utilizar banca o comercio electrónicos (73'1%), la no utilización de equipos públicos para realizar transacciones económicas a través de Internet (82'6%) y el cierre de sesión al terminar de realizar operaciones económicas en línea (83%).


Teléfono móvil y e-confianza

 

El móvil se ha vuelto un dispositivo indispensable para la población española, según el trabajo de prospección del Inteco. Así lo considera el 97'5%). En este ámbito, las incidencias de seguridad son infrecuentes: un 65,7% de los encuestados no ha reportado ninguna. Cuando ocurren, los encuestados se refieren al extravío del terminal (19'4%) o robo del mismo (17'7%). Los código maliciosos (3'3%) y los intentos de fraude (4'9%) son situaciones minoritarias en el uso de internet en los móviles en la actualidad.

 

Fruto de estas consideraciones, la confianza en la realización de operaciones económicas a través de medios virtuales en vez de físicos ha ido aumentando en 2009 por parte de los usuarios. Sin embargo, aún sigue 10 puntos porcentuales por debajo de las acciones tradicionales cara a cara. Así, por ejemplo, la realización de operaciones bancarias ofrece en estos momentos mucha y bastante confianza a un 70'3% de los encuestados (cuando se trata de operaciones físicas) y a un 59'4% (cuando se pregunta por operaciones a través de la Red). Otra muestra: Un 58'3% de los usuarios se sienten confiados al pagar con una tarjeta de crédito en un establecimiento físico, frente a un 47'1% que lo hace al realizar compras a través de internet.

 

La investigación del observatorio comprendió 3.540 entrevistas a usuarios durante el tercer trimestre de 2009 y 16.461 auditorías remotas en línea a 6.080 ordenadores domésticos conectados a internet. Esta metodología, según consideran sus promotores, "garantiza el contraste entre la percepción sobre la seguridad que tienen los encuestados y la situación real de los equipos de los panelistas", según recoge el estudio.