Novedosas técnicas de supercomputación ayudarán a buscar fármacos a partir de los estudios con TC21

José Pichel Andrés/DICYT Xosé Bustelo, coordinador del proyecto de investigación sobre el papel del oncogén TC21 en cáncer, ha explicado hoy que a partir de los resultados que los científicos obtengan en los estudios básicos y clínicos buscarán desarrollar fármacos gracias a novedosas técnicas de supercomputación. Esto será posible gracias al acuerdo que han firmado esta mañana la Fundación para la Investigación del Cáncer de la Universidad de Salamanca y la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), que financia un ambicioso proyecto de 1.200.000 euros que se prolongará a lo largo de cinco años y que girará en torno al Centro del Cáncer de Salamanca.

Ante las evidencias científicas que ya existen de que el gen TC21 tiene un papel fundamental en el desarrollo de cáncer en humanos, la investigación pretende obtener los datos suficientes para buscar fármacos que bloqueen su acción. Así, las novedosas técnicas de supercomputación que incorporará el Centro del Cáncer servirán para "identificar moléculas que puedan interactuar con TC21", ha apuntado Bustelo tras la firma del convenio. En definitiva, moléculas que serán la base de futuros fármacos antitumorales.

Bustelo lidera el proyecto Importancia de la GTPasa oncogénica TC21 en procesos tumorigénicos, en el que también participan los grupos de investigación de Alberto Orfao, que al igual que el anterior también pertenece al centro salmantino, y Balbino Alarcón, del Balbino Alarcón, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, en Madrid. El objetivo es realizar "una aproximación global a molécula que pensamos que favorece el crecimiento tumoral", afirma el coordinador.

Para conseguirlo, los investigadores quieren ver, en primer lugar, cómo se altera el oncogén en cuestión en procesos tumorales en pacientes reales, ya que esta información puede servir para convertirlo en un marcador diagnóstico. En segundo lugar, trabajarán con ratones para inducir su expresión y "ver si la inhibición de esta molécula puede ser de interés", comenta. Finalmente, el objetivo sería trasladar los conocimiento al desarrollo de fármacos.

"La mejor senda" para luchar contra el cáncer

En este sentido, la vicepresidenta de la Fundación Científica de la AECC, Pilar Perote Mendizábal, una de las firmantes, ha asegurado que "se pretende una rápida traslación de los resultados al diagnóstico y tratamiento", ya que se combinará investigación básica, aplicada y traslacional.  Además, ha destacado el "altísimo interés y calidad" del proyecto que en parte financia la Fundación que representa, motivo por le cual ha sido seleccionado por la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva (ANEP). "El camino de la investigación es la mejor senda para vencer esta enfermedad", afirmó.

Por su parte, el rector de la Universidad de Salamanca, José Gómez Asencio, firmó el acuerdo en su calidad de presidente de la Fundación para la Investigación del Cáncer y que con este convenio "queda plasmado que las cuestaciones de la Asociación Española Contra el Cáncer sirven para algo tangible". Además, resaltó especialmente que el proyecto va a suponer la llegada de "infraestructuras, materiales, recursos humanos y formación".

La contribución de las asociaciones

Finalmente, Francisco Javier Álvarez Guisasola, consejero de Sanidad de la Junta, aseguró que "la batalla del cáncer se gana día a día por el trabajo de tantos investigadores". Sin embargo, mencionó otro aspecto que considera muy importante: "las asociaciones de pacientes también contribuyen al avance científico, porque financian líneas de investigación y estimulan el trabajo de los investigadores mediante premios y becas", afirmó, citando como ejemplo a la AECC.

Guisasola también recordó que unas 7.500 personas mueren cada año en Castilla y Léon a causa del cáncer, pero hizo referencia a los avances médicos que hacen posible ya que un tercio de los casos sea "evitable", que otro tercio sea "susceptible de ser curado si se coge a tiempo" y que en el tercio restante de los casos, aunque no haya curación por el momento, las medidas terapéuticas estén consiguiendo que los pacientes mejoren su calidad de vida.