Salud España , Castilla y León, Mi茅rcoles, 04 de junio de 2014 a las 11:48

Nueva estrategia para reducir en un 30% la mortalidad por infarto de miocardio en Castilla y Le贸n

El 'C贸digo infarto' establece un procedimiento de actuaci贸n e intervenci贸n coordinado y pretende reducir el tiempo desde la solicitud de asistencia hasta que se establece el diagn贸stico

CGP/DICYT El infarto agudo de miocardio constituye uno de los principales problemas de salud pública en Castilla y León. En 2012, de las 28.259 muertes que se produjeron en la región, 1.287 fueron causadas directamente por infarto, un 4’5 por ciento del total. Además, según datos de la Sociedad Española de Cardiología, un 7’5 por ciento de los pacientes que son ingresados con un infarto de miocardio fallece en el hospital, y otro 7 por ciento reingresa antes del primer mes. En los últimos años se ha reducido sensiblemente la mortalidad en el hospital, pero no la que se produce antes de llegar a los centros hospitalarios.


Con el objetivo de paliar lo máximo posible esta situación, la Consejería de Sanidad ha puesto en marcha el Código infarto de Castilla y León, un protocolo que conlleva la coordinación de los servicios de urgencias del sistema sanitario, extra e intrahospitalarios, con las unidades coronarias y de hemodinámica. En este sentido, es fundamental la calidad asistencial recibida por el paciente, tanto la reducción de los tiempos de asistencia extrahospitalaria como los tiempos de traslado necesarios para recibir el tratamiento más adecuado. Con este Código, se prevé reducir la mortalidad por infarto de miocardio en un 30 por ciento y los reingresos en un 50 por ciento.


La iniciativa se ha presentado hoy en Valladolid en una jornada dirigida a los profesionales. En ella, se han dado a conocer otro objetivos planteados como el incrementar el porcentaje de pacientes que reciben un tratamiento de reperfusión, que sirve para eliminar la obstrucción de las arterias, ya sea de forma mecánica (angioplastia percutánea) o farmacológica (administración de un fármaco conocido como fibrinolítico).


Tiempos máximos recomendados


El Código establece los tiempos máximos recomendados en cada una de las actuaciones: 10 minutos desde el primer contacto con un médico hasta la realización del electrocardiograma, un máximo de 30 minutos has la administración de la fibrinólisis, menos de 120 minutos para la realización de la angioplastia primaria cuando esté indicada y otros tiempos recomendados en relación con el traslado entre centros y unidades de emergencias.


Por último, con la puesta en marcha de esta estrategia se creará un registro que recogerá los datos esenciales del diagnóstico y los tiempos de asistencia, tratamiento, complicaciones y mortalidad de los pacientes tratados en la comunidad. De este modo, se definen una serie de indicadores de calidad básicos que permitirán evaluar los resultados de la atención y mejorar el funcionamiento de la estrategia.

 

 

 

Recursos disponibles

Para desarrollar este plan, Castilla y León cuenta con numerosos recursos que ahora se organizan en red para mejorar la atención. En Atención primaria están disponibles 246 centros de salud, todos ellos con dispositivos para la realización de electrocardiogramas así como desfibriladores externos semiautomáticos, según la información de SACYL recogida por DiCYT.


El segundo recurso es el Centro Coordinador de Urgencias integrado en el 112, desde donde se realizará la coordinación global del código y los recursos de transporte sanitario asistido. El transporte de emergencias cuenta con 23 Unidades Medicalizadas de Emergencias (UMES): cuatro en Burgos y Valladolid, tres en León, Salamanca y Zamora, dos en Ávila y Palencia y una en Segovia y Soria. Estas UMES están dotadas de equipamiento avanzado, como monitor-desfibrilador, respirador volumétrico mecánico, bombas de perfusión, equipos de intubación y material para proporcionar reanimación cardiopulmonar (RPC) avanzada para adultos y pediatría. Cada uno de estos vehículos cuenta con un médico, un enfermero y dos técnicos de transporte sanitario. También hay tres helicópteros con base en León, Burgos, y Salamanca, con profesionales y equipamiento similares a las UMES.


Además, hay 117 unidades de Soporte Vital Básico (SVB): 12 en Ávila, 17 en Burgos, 22 en León, ocho en Palencia, 15 en Salamanca, nueve en Segovia, ocho en Soria, 11 en Zamora y 14 en Valladolid. Las SVB están dotadas con desfibrilador semiautomático, tensiómetro y material para RPC instrumentalizada, y cuentan con dos técnicos de transporte sanitario. En los hospitales de Sacyl trabajan un total de 130 especialistas en cardiología, están disponibles siete salas de hemodinámica (hospitales universitarios de Burgos, León, Salamanca y Clínico de Valladolid) y tres servicios de cirugía cardíaca (León, Salamanca y Valladolid).