Salud España , Barcelona, Miércoles, 10 de abril de 2019 a las 16:35

Nueva molécula para tratar la diabetes de tipo 2 y el hígado graso no alcohólico

Investigadores de la Universidad de Barcelona y del CIBERDEM constatan que la molécula EPB-53 incrementa los niveles de la hormona FGF21, un factor biológico con un papel decisivo en el control de la diabetes y de la obesidad

UB/DICYT Una nueva molécula —la EPB-53— podría ayudar a luchar contra la diabetes de tipo 2 y la enfermedad del hígado graso no alcohólico, según un nuevo trabajo liderado por el grupo del profesor Manuel Vázquez-Carrera, de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación y del Instituto de Biomedicina de la Universidad de Barcelona (IBUB), y del CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM).

 

En el nuevo trabajo, publicado en la revista British Journal of Pharmacology, también participan miembros de los equipos dirigidos por los investigadores Francisco Villarroya, de la Facultad de Biología y del Instituto de Biomedicina de la Universidad de Barcelona (IBUB), y miembro del CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) y del Instituto de Investigación Sant Joan de Déu (IRSJD), y Santiago Vázquez, de la Unidad de Química Farmacéutica de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la UB y de el IBUB.

 

Diabetes: en busca de fármacos activos por vía oral

 

La hormona FGF21 —el factor de crecimiento fibroblástico 21— es un factor endocrino con un papel decisivo en el metabolismo energético como agente antidiabético y antiobesidad. Esta hormona, que sintetiza fundamentalmente por el hígado, se perfila como una diana terapéutica potencial para tratar la diabetes mellitus de tipo 2 y la enfermedad del hígado graso no alcohólico, que suelen iniciarse a causa de la obesidad y de la resistencia a la insulina. Sin embargo, los compuestos análogos a la FGF21 que han mostrado actividad farmacéutica en modelos animales deben ser inyectados por vía subcutánea, y además, pueden generar algunos efectos secundarios (pérdida de masa ósea, aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, etc.).

 

Según el nuevo estudio preclínico, los niveles del FGF21 en hígado y plasma se pueden aumentar a través de la administración por vía oral de la molécula EPB-53. «Este efecto es posible que el EPB-53 es una molécula que activa el HRI (cinasa eIF2-alfa regulada por el grupo hemo), una quinasa capaz de potenciar un factor de transcripción implicado en el aumento del FGF21, que reduce la intolerancia a la glucosa y la estetaosi hepática en ratones alimentados con una dieta rica en grasas», detalla el investigador Manuel Vázquez-Carrera, del Departamento de Farmacología, Toxicología y Química Terapéutica de la UB.

 

Un problema creciente de salud global

 

Las conclusiones del nuevo trabajo confirman que el uso de los compuestos inductores del FGF21 podría dar paso a nuevas estrategias terapéuticas para tratar la diabetes mellitus de tipo 2 y la enfermedad del hígado graso no alcohólico, y de manera similar a lo que hacen los compuestos análogos por vía subcutánea.

 

«Además, esperamos constatar en futuras investigaciones que no causarían los efectos adversos que se han descrito con algunos análogos del FGF21. Por ello, estamos trabajando en el desarrollo de nuevos activadores del HRI con mejores características farmacocinéticas para el tratamiento de la diabetes mellitus de tipo 2 como de la esteatohepatitis no alcohólica »detalla Vázquez-Carrera.

 

Cabe recordar que la incidencia de la diabetes mellitus de tipo 2 se ha disparado en la población durante los últimos años y los fármacos disponibles no pueden controlar la progresión de la enfermedad en todos los pacientes. A su vez, la enfermedad del hígado graso no alcohólico afecta a una de cada cuatro personas y para los casos más graves —l'esteatohepatitis no alcohólica— todavía no hay ningún fármaco específico aprobado. Encontrar nuevos fármacos que puedan administrarse por vía oral es, por tanto, uno de los retos en biomedicina para mejorar la atención sanitaria a millones de personas de todo el mundo afectadas por estas patologías metabólicas.