Tecnología Brasil São Paulo, São Paulo, Miércoles, 14 de julio de 2021 a las 13:45
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Patentan dos nuevos test de COVID-19 creados en Brasil

Ambos poseen una alta sensibilidad y, de producírselos a gran escala en empresas asociadas, podrán hacer posible el testeo masivo de la población

AGENCIA FAPESP/DICYT – Científicos de la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar), en Brasil, patentaron dos nuevos test de detección del nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) en la saliva. Ambos poseen una alta sensibilidad y, de producírselos a gran escala en empresas asociadas, podrán hacer posible el testeo masivo de la población brasileña, solucionando uno de los cuellos de botella existentes en el enfrentamiento de la pandemia de COVID-19 en el país.

 

En una de estas tecnologías se aplica un sensor electroquímico que permite efectuar un análisis cuantitativo de la proteína spike (espícula) en la saliva del paciente. “Es un modelo de prueba rápida y portátil. Posee una gran sensibilidad y se asemeja a los dispositivos que se utilizan para medir la cantidad de glucosa [glucómetro], aquellos que usan los diabéticos. En él, un sensor electroquímico capta la presencia de la proteína spike y puede obtenerse al resultado en cuestión de minutos mediante una aplicación de celular”, comenta Ronaldo Censi Faria, investigador del Centro de Ciencias Exactas y Tecnología de la UFSCar y coordinador del proyecto.

 

Una gran ventaja con relación a los test de antígenos actualmente disponibles reside en el hecho de que este nuevo método no requiere la extracción de secreciones mediante el hisopado nasal.

 

El otro test que el equipo de científicos desarrolló detecta el ARN del virus presente en la saliva con una precisión análoga a la del RT-PCR, la prueba considerada como el estándar oro en el diagnóstico del COVID-19. Pero se trata de un método más rápido y económico, pues insume menos reactivos.

 

Otra ventaja de esta innovación reside en que permite que más muestras (de distintos pacientes) puedan verificarse al mismo tiempo. Para ello se adaptó la plataforma ELISA (ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas, por sus siglas en inglés), ampliamente utilizada en los laboratorios de análisis clínicos de todo Brasil.

 

Esta técnica se emplea generalmente para realizar test inmunoenzimáticos, que permiten la detección de anticuerpos específicos para un determinado patógeno. La plataforma está compuesta por una placa con 96 pequeños orificios en los cuales queda adherida una proteína viral que el sistema inmunitario humano puede reconocer, lo que permite analizar muestras de 96 individuos al mismo tiempo y que asegura así la agilidad del diagnóstico.

 

“Lo que marca la diferencia en la técnica que nosotros desarrollamos es la adaptación del aparato, que generalmente se utiliza para la detección de anticuerpos, para efectuar la lectura del material genético [ARN] del virus. Es una novedad que nunca se había desarrollado. Como el método ELISA está muy difundido y se encuentra disponible en cualquier laboratorio de análisis clínicos de Brasil, su uso aportaría una mayor capilaridad y agilidad en el diagnóstico del COVID-19. En el futuro, pretendemos aprovechar esta innovación en el desarrollo de test de otras enfermedades”, dice el investigador.

 

Censi Faria remarca que la agilidad también está relacionada con el hecho de que el nuevo test se salta algunas de las etapas del RT-PCR, un método que requiere la extracción del material genético, tras un proceso de transcripción del ARN en ADN y, por último, la amplificación (multiplicación) del ADN.

 

“El test que desarrollamos es más directo. Detectamos el material genético con partículas magnéticas atraídas por imanes y, al agregarle el reactivo, obtenemos un color que indicar si es positivo o negativo”, explica.

 

Tanto el test electroquímico rápido como el modelo colorimétrico, que posee la precisión del RT-PCR, utilizan partículas magnéticas atraídas por imanes. “Modificamos esas partículas de manera tal que logran ‘pescar’ el blanco, ya sea la proteína spike o el ARN viral. El método de captura de la espícula es electroquímico: es una respuesta de corriente que se genera cuando se detecta la proteína del virus. En tanto, en el otro, tras la captura del ARN, utilizamos un reactivo que generará un color en la muestra cuando el resultado es positivo”, comenta.

 

De acuerdo con Censi Faria, esta estrategia dota al test de una mayor sensibilidad. “Esto es lo que permite el diagnóstico aun cuando haya bajas concentraciones de material genético en la muestra. Las partículas magnéticas constituyen el meollo de los métodos que hemos desarrollado”, añade.

 

Ambos proyectos contaron con el apoyo de la FAPESP y de la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior (Capes) de Brasil.

 

Una fábrica de nuevos test

 

El Laboratorio de Bioanalítica y Electroanalítica (LaBiE) de la UFSCar ha desarrollado una serie de test. De acuerdo con Censi Faria, la metodología empleada en el caso del COVID-19 constituye una adaptación de dispositivos que están elaborándose para diagnosticar enfermedades tales como el cáncer, la leishmaniasis, la lepra, el zika y el alzhéimer.

 

“El test electroquímico es prácticamente una adaptación para el COVID-19 de otro dispositivo que hicimos para detectar el alzhéimer. En tanto, el test colorimétrico, que se compara en su precisión con el RT-PCR, es una tecnología completamente nueva: no habíamos pensado aún en ese modelo para ninguna otra enfermedad”, comenta.

 

El investigador comenta que suele trabajar en alianza con médicos y especialistas de otras áreas. El dispositivo para la detección del alzhéimer, por ejemplo, surgió de una colaboración con la profesora Márcia Cominetti, del Departamento de Gerontología de la UFSCar. En tanto, los test de COVID-19 se desarrollaron junto al grupo de la profesora Ester Sabino, docente de la Facultad de Medicina y del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de São Paulo, y con Matías Meléndez, en la actualidad investigador del Hospital Infantil Pequeno Príncipe, en Curitiba.

 

Antes del depósito de sus patentes, ambos test de detección del SARS-CoV-2 se validaron en muestras de saliva de pacientes atendidos en hospitales de las ciudades de São Carlos y São Paulo, y llegaron a una sensibilidad superior al 90 por ciento. Los investigadores ahora pretenden entablar colaboraciones para utilizar el método colorimétrico en escuelas de esas dos ciudades.