Proyectos de referencia para fomentar las vocaciones científicas de las niñas y el liderazgo femenino
DICYT El Edificio Histórico de la Universidad de Salamanca ha acogido hoy la ‘I Jornada Mujer y Niña en la Ciencia: Presentación y Análisis de Proyectos’. Organizada por la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación de la Universidad de Salamanca (UCCi-USAL), esta iniciativa se enmarca dentro de la programación del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia y ha servido para presentar cuatro proyectos de ámbito nacional e internacional para el fomento de las vocaciones científicas femeninas. Además, en la jornada también se han analizado y debatido posibles pautas para desarrollar proyectos similares con las evidencias que proporcionan los estudios sociales sobre ciencia y tecnología.
Inspiring Girls
Paula Gómez de la Bárcena, directora de la Fundación Inspiring Girls, explica que la falta de mujeres en ciertas profesiones se debe, fundamentalmente, a tres problemas. El primero es de estereotipos: “Hay niñas que se sorprenden de que una científica vaya con tacones y se pinte los labios”. El segundo es que “la autoestima de las niñas baja 3,5 puntos más que la de los niños en la adolescencia y eso les frena en sus ambiciones, así que ellas mismas se ponen límites”. Finalmente, el tercer problema es la falta de referentes y ahí pone el foco Inspiring Girls.
“Nuestro trabajo es conectar mujeres de cualquier profesión con niñas” y para ello esta fundación se marca como objetivo “que haya mujeres yendo continuamente por toda España a colegios a dar charlas”. En una plataforma web, mujeres de cualquier profesión pueden rellenar un formulario y pasar a formar parte de una bolsa de voluntarias. Los colegios también se registran para recibir la visita de una mujer profesional y la propia plataforma pone en contacto a ambas partes. Así, “todos los días hay voluntarias de Inspiring Girls que van a colegios por todo el territorio español, hemos llegado a todas las provincias”.
Según la directora de Inspiring Girls, las jóvenes “tienen una clara necesidad de mujeres en las que verse reflejadas, porque ni siquiera aparecen en los libros de texto, con lo cual, es muy complicado soñar con lo que no se conoce”. En ese sentido, “nos estábamos dirigiendo a niñas que habían empezado ya el instituto, pero los propios centros escolares nos dicen que tenemos que empezar antes. Hemos hecho experimentos que demuestran que los niños de siete u ocho años ya son víctimas de los estereotipos”, comenta.
Technovation Girls
Aintzane Morales Álvarez es embajadora del concurso internacional Technovation Girls. “Es un programa de talento femenino centrado en el emprendimiento y la tecnología. Cada año invita a chicas de entre 10 y 18 años a desarrollar una solución tecnológica en forma de aplicación móvil para un reto social, y tienen 12 semanas para hacerlo”, explica.
El proyecto se puso en marcha en 2009 y a España llegó en 2015. Hoy en día ya se desarrolla en varias comunidades –entre ellas, Aragón, Cataluña, Canarias o Madrid– y la presentación de hoy puede dar pie a que también se ponga en marcha en Castilla y León. El año pasado hubo más de 400 chicas y 150 mentores, que presentaron 64 proyectos. “Este año ya estamos por 500 participantes, es una experiencia única en la que tienen la oportunidad de visitar empresas, recibir cursos de programación, comunicación y modelos de negocio”, comenta.
Los temas que más se tocan suelen ser problemas como el bullying, la violencia de género, el cambio climático y la soledad de las personas mayores. El desarrollo de apps específicas puede servir de ayuda en muchos de estos casos.
La iniciativa cuenta con el apoyo de mujeres que han desarrollado su profesión en el ámbito de la tecnología, de manera que sirven de referentes. En la Unión Europea sólo un 30% del área TIC (tecnologías de la información y la comunicación) está ocupada por mujeres. “Queremos avivar el interés en ingenierías, tecnologías y ciencias para que las chicas puedan elegir dedicarse a este ámbito o no, pero que si no lo hacen, no sea por estereotipos”, señala. Esta iniciativa “les da la oportunidad de ver que ellas son capaces y que se pueden empoderar con la tecnología”.
Aquí STEAM
Por su parte, la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) presentó un programa pionero a través de Sandra Asensio y Miguel Ángel Santos. Aquí STEAM es un proyecto de la UPC que reúne diversas iniciativas de personas e instituciones de Cataluña con el objetivo de atraer talento femenino a los estudios de tecnología e ingeniería, un proyecto dirigido específicamente a chicas y chicos de entre 9 y 14 años. Generalmente, se habla de disciplinas STEM por las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, pero este proyecto añade la A de Arte. "En nuestra universidad sólo tenemos un 26% de chicas en carreras técnicas", ha comentado Sandra Asensio, "así que tenemos la responsabilidad de captar el talento femenino y por eso hacemos divulgación científica ya desde Primaria".
En el curso 2019-2020 participan 28 centros públicos (18 escuelas y 10 institutos), con un impacto aproximado a 1700 alumnas y alumnos. Según explican sus responsables, 'Aquí STEAM' es un proyecto que busca el fomento de vocaciones científico-tecnológicas en chicos y chicas a la vez que dar visibilidad al talento femenino mediante referentes o modelos de científicas e investigadoras de la UPC para romper estereotipos de género. Para ello, se articula mediante los centros educativos que participan en él, potenciando el trabajo en red y colaborativo a través de una plataforma.
Además, el sello ‘Escoles STEAM Aquí’ es un distintivo escolar que reconoce los centros educativos que impulsan acciones específicas la igualdad de género y que fomentan las vocaciones científicas y tecnológicas entre las mujeres; y la agenda escolar ‘Aquí STEAM’ hace visibles los referentes femeninos de una manera atractiva y cercana. En conjunto, esta iniciativa permite visibilizar todo un conjunto de acciones, como jornadas, estudios, resultados de investigación y tesis doctorales. Asimismo, explica el valor y el retorno social de estas acciones para la sociedad.
Homeward Bound
En la jornada también se habló de un gran proyecto de carácter internacional, el programa Homeward Bound, que busca formar a 1.000 mujeres en una década para que lideren la lucha contra el cambio climático desde diferentes disciplinas científicas. El punto de partida es combatir la desigualdad de género en las disciplinas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y en la sociedad en general. Cada año se seleccionan decenas de investigadoras de todo el mundo que reciben formación y participan en eventos durante meses y que, finalmente, realizan un viaje de tres semanas a la Antártida, donde visitan bases científicas y recopilan datos sobre el terreno.
Este año una de las participantes es Zaida Ortega Diago. Formada en biología y estadística en la Universidad de Salamanca, ahora desarrolla su investigación posdoctoral en el Pantanal de Mato Grosso del Sur (Brasil), el humedal más grande del mundo.”Estoy estudiando el efecto de la temperatura del ambiente en los patrones de movimiento de los animales”, un aspecto muy conectado con el calentamiento global.
Tras haber formado ya a más de 400 mujeres, este quinto año de Homeward Bound incluye otras 80, siete españolas. “Durante 12 meses nos conectamos por videoconferencia, porque estamos en diferentes partes del mundo, nos formamos en un modelo de liderazgo colaborativo centrado en objetivos comunes como proteger la naturaleza y sensibilizar a las personas a la vez que se mejora en igualdad de género. En noviembre nos juntaremos para la expedición a la Antártida. Cuando regresemos, seremos parte de la red para crear sinergias y seguir trabajando en proyectos durante toda la vida”, explica.
¿Qué dicen los estudios sociales?
Además de la presentación de estos proyectos, la jornada también ha incluido una visión más general y crítica sobre las actividades orientadas a la divulgación científica y al fomento de vocaciones. “Deberíamos analizar si se corresponden con lo que dicen los estudios sobre cultura científica, si la práctica está orientada por una teoría académica, por hechos que se hayan probado en diferentes estudios”, señala Irene López, investigadora del Departamento de Sociología y Comunicación de la Universidad de Salamanca y del Instituto de Estudios de Ciencia y Tecnología (eCyT).
“Por ejemplo, hemos detectado que la mayor parte de las actividades de divulgación están basadas en el axioma de que cuanto más conoces algo, más lo quieres. Sin embargo, los estudios de comprensión pública de la ciencia ya han demostrado que esto no es así, tu actitud hacia la ciencia no mejora porque tengas un mayor nivel de conocimiento”, afirma.
Sin embargo, la mayor parte de las actividades de divulgación científica van dirigidas, precisamente, a aumentar los conocimientos de la población, sin ir más allá. “Si lo que queremos es enganchar a la gente con la ciencia, hay que cambiar el enfoque de las actividades de divulgación y atender a las evidencias científicas que nos dan los estudios de comprensión pública de la ciencia. Aplicado al ámbito de la mujer y la niña en la ciencia, esto se traduce en la importancia del contexto en las actividades de divulgación, es decir, tienes que tener en cuenta el tipo de público que tienes, no es igual divulgar para niñas, para mujeres o en barrios desfavorecidos. Hay que atender a las características particulares de tu público si quieres engancharlo”, asegura la experta de la USAL.
Por otra parte, “lo que nos dicen los estudios académicos de las vocaciones científicas en niñas es que el estereotipo de científico se forma en edades muy tempranas, antes de los seis años”. De hecho, está demostrado que desde muy pronto asumen “que la ciencia no es algo femenino”. Por eso, “hay que ser conscientes de las presiones sociales que tienen las niñas a la hora de construir su identidad, la sociedad les pone más fácil otro camino”.
Además, al igual que existen sesgos de género a la hora de acercarse a la ciencia y la tecnología, “también hay sesgos de clase social o étnicos, por ejemplo, el prototipo de científico tampoco es negro. Hay que ir desmontando todo eso”.