Ciencia España , Salamanca, Viernes, 26 de marzo de 2004 a las 16:55

"Se conocen casi 100 moléculas orgánicas diferentes en el Espacio, pero soy poco optimista en cuanto al hallazgo de vida"

Jordi Llorca y Piqué, profesor de Química Inorgánica de la Universidad de Barcelona y miembro del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña

AVPR/DICYT "Tengo una visión poco optimista de la posibilidad de hallar formas de vida complejas en el Sistema Solar" con estas palabras comenzó su charla Jordi Llorca i Piqué, profesor de Química Inorgánica de la Universidad de Barcelona y miembro del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña, que ha participado en las II Jornadas Planetarias que organiza el departamento de Geología de la Universidad de Salamanca.

 

Bajo el título Moléculas Orgánicas en el Sistema Solar. ¿Dónde encontrarlas?, Jordi Llorca realizó una exposición sobre los diferentes estudios y hallazgos que en los últimos 80 años han motivado la búsqueda de vida en el Sistema Solar. Una inquietud que según el profesor Llorca "aunque la sociedad percibe como actual, hace decenios que se utilizan técnicas para buscar vida en otros planetas".

 

En concreto se conocen cerca de 100 tipos diferentes de moléculas orgánicas simples que habitan el Espacio, como el oxígeno, el carbono o el nitrógeno, aunque los compustos químicos que surgen de ellas son demasiado inestables y las condiciones en que se encuentran en el espacio demasiado cambiantes como para que puedan desarrollarse.

 

"La certificación de que ha existido agua en otros planetas, algo que ya se barruntaba, pero que tan sólo hace unas semanas se ha podido comprobar, es vital para aventurar nuevas hipótesis", subrrayó. El agua aporta un medio en el que los elementos químicos pueden transportarse y en el que se pueden producir reacciones químicas, y además es capaz de mantener una temperatura específica, lo que da cierta estabilidad a los enlaces que se puedan generar, señaló el científico catalán.

 

Además del agua, los investigadoress utilizan otros indicadores como pistas para buscar moléculas suceptibles de generar vida más allá del planeta Tierra. "Los recursos son escasos y casi siempre se basan en modelos teóricos anteriores. Básicamente analizamos las muestras que llegan intactas hasta la Tierra: el polvo cósmico (que sedimenta en capas superiores de la atmósfera, con lo que reduce su velocidad de caída, el rozamiento y evita que se desintegre) y los meteoritos.

 

En ambos casos se han encontrado restos de moléculas orgánicas, y para sorpresa de los científicos se han identificado ya cerca de 78 aminoácidos provenientes del espacio. Una cifra considerable si se tiene en cuenta que en la formación de las células que integran el cuerpo humano únicamente intervienen 20 aminoácidos, lo que deja una puerta abierta a la investigación y la especulación.

 

 

Información a través de la luz

Muchos de los átomos de los que están hechos nuestros cuerpos fueron contruidos hace miles de millones de años, en las profundidades del interior de una de las muchas estrellas que explotó en pedazos o se desvaneció. ¿Cómo han descubierto los astrónomos y físicos esta historia tan sólo mirando el cielo y trabajando en el laboratorio? Las estrellas emiten energía en forma de ondas de luz, y también ondas infrarrojas, ultravioletas, y con frecuencia ondas de radio y rayos-X. Esta energía transporta una serie de información que los astrónomos pueden leer fraccionando la luz en sus colores constituyentes.

Si se observa un espectro astronómico y se detectan las líneas características de un elemento en particular, se puede decir que ese elemento está presente ya sea en la estrella o galaxia misma o, en algunos casos especiales, en el espacio entre la estrella y el telescopio desde el que se observa.