Alimentación España Segovia, Castilla y León, Lunes, 11 de mayo de 2015 a las 17:45

SOS Anfibios, el nuevo proyecto del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama

Ante la amenaza creciente de la quitridiomicosis, una nueva iniciativa busca mitigar esta enfermedad f煤ngica y reintroducir especies que est谩n en peligro por este motivo

Francisco B. Carrete/DICYT SOS Anfibios es una iniciativa que ha nacido ante la necesidad de acabar con la quitridiomicosis, enfermedad producida por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis y que afecta a los anfibios de la Sierra de Guadarrama. Desde 1999 el grupo del doctor Jaime Bosch, responsable del programa y director del Centro de Cría en Cautividad de Anfibios Amenazados de la Sierra de Guadarrama, ha estudiado esta enfermedad, siendo su grupo el primero en descubrir en Europa el hongo causante, en el Macizo de Peñalara, centro de la actual reserva natural. “Desde entonces nuestro equipo ha trabajado con distintos gestores del medio natural en el seguimiento de esta epidemia, y hemos realizado diversas actuaciones de conservación para salvaguardar las poblaciones afectadas”, explica Jaime Bosch.

 

De este modo, en 2015 surge el proyecto SOS Anfibios con la intención de, una vez conocido el agente patógeno, erradicarlo de la Sierra. Desde su constitución, los investigadores siguen dos líneas de actuación: por un lado, la mitigación del hongo en las lagunas permanentes del Macizo de Pañalara y, por otro, la reintroducción del sapo partero común (Alytes obstetricans) en el Parque Nacional.

 

En lo referente a la mitigación del hongo, las investigaciones del equipo indicaron que el reservorio del hongo durante el invierno eran las larvas invernantes de salamandra depositadas en las masas de agua permanentes de Peñalara. Ante esto, al finalizar la época estival los científicos tienen previsto retirar todas las larvas de las lagunas, mantenerlas en cautividad y tratarlas con fungicidas. De esta forma el doctor Bosch espera “que las masas de agua queden limpias del patógeno, ya que este no puede sobrevivir fuera del hospedador, y al año siguiente, cuando las nuevas larvas que ocupen las lagunas no entren en contacto con el hongo, se rompa su ciclo”.

 

En cuanto a la reinserción del sapo partero común, buscan ampliar un programa que ya llevan a cabo específicamente en el Macizo de Peñalara. Con la proclamación de Parque Nacional a toda la Sierra tienen “la oportunidad de reintroducir la especie en zonas de menor altitud de donde desapareció hace décadas”, agrega el responsable del proyecto. Con esto se espera crear tres nuevos núcleos de población en la vertiente madrileña de la Sierra de Guadarrama, donde la especie desapareció de las zonas bajas hace décadas.

 

Para ello, los investigadores necesitan realizar trabajo de campo en el que observar el comportamiento de las poblaciones de los anfibios y las dinámicas asociadas a la enfermedad, con el fin de dilucidar cómo se produce la infección. También será necesaria la investigación en laboratorio para conocer al agente patógeno, ya que “si únicamente nos limitásemos a evaluar la infección en los animales, no podríamos desarrollar estrategias de mitigación que consigan recuperar a largo plazo las poblaciones”.

 

Desde el grupo creen que es necesario que la sociedad conozca lo que está ocurriendo en la Sierra de Guadarrama y abogan por la colaboración “con las administraciones implicadas en la conservación del medio natural, así como con distintos grupos sociales y personas interesadas”, tal y como ha hecho saber Jaime Bosch a DiCYT.

 

Guadarrama sin anfibios

 

Si no se hace nada por revertir los efectos de la quitridiomicosis, podrán desaparecer localmente poblaciones de algunas especies, según las palabras del coordinador de la iniciativa. “Pero no sólo las poblaciones pueden extinguirse, también pueden desaparecer especies enteras, como ya ha ocurrido con más de 200 anfibios a causa de este hogo en las últimas décadas”, añade el experto para expresar la gravedad de la epidemia.

 

Además, el doctor Bosch recuerda que los anfibios son “buenísimos indicadores de la calidad ambiental”, por lo que su conservación ayuda a mantener la funcionalidad del ecosistema, así como la red trófica. Cada especie que desaparece de su hábitat natural repercute en el resto.

 

Por último, Jaime Bosch argumenta que “muchos fármacos provienen de los anfibios, ya que estos son una fuente ingente de compuestos químicos cuyas posibles aplicaciones desconocemos casi totalmente”.

 

Colaborando por toda España

 

SOS Anfibios colabora con los gestores del Parque Nacional de Picos de Europa, donde instauraron un programa de seguimiento de poblaciones de anfibios en 2006. Asimismo, trabajan con la Consejería de Medio Ambiente de las Islas Baleares para acabar con la quitridiomicosis en poblaciones de sapo partero balear, en la Sierra de Tramontana, y colaboran con la Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para mitigar esta enfermedad en el sapo partero bético.