Alimentación España , Salamanca, Miércoles, 11 de mayo de 2005 a las 16:42

SOS Veneno ha gestionado 41 denuncias en la región por envenenamiento de animales en los últimos cinco años

Valladolid y León encabezan la lista de provincias con más incidencias

Ana Victoria Pérez/DICYT El teléfono SOS Veneno ha recogido un total de 41 denuncias en las que el uso de cebos emponzoñados ha provocado la muerte de animales en alguna de las nueve provincias de la comunidad durante el periodo comprendido entre enero de 2001 y abril de 2005. Las 41 denuncias dejan un saldo de 80 animales envenenados, que van desde águilas reales a buitres leonados pasando por perros de caza, y que sitúan a Castilla y León como la región con mayor número de envenenamientos por detrás de Andalucía.

 

Los registros del teléfono SOS Veneno también permiten identificar cuáles han sido hasta la fecha las provincias de la comunidad en las que se han registrado mayor número de denuncias. En este sentido Valladolid encabeza la lista con ocho denuncias, seguida de León con siete. A estas les suceden Segovia, Ávila, Soria y Palencia con cinco denuncias cada una de ellas, mientras que Burgos (tres), Salamanca (dos) y Zamora (una), se sitúan al final de la lista.

Según ha explicado a DICYT Juan José Sánchez, uno de los coordinadores de La Asociación para la Defensa del Buitre Negro (la organización ecologista encargada de gestionar esta iniciativa), "los 41 casos citados representan únicamente el 30% del total de las alertas que recibe este servicio desde Castilla y León, ya que nosotros solo registramos aquellas llamadas en las que se presentado una denuncia que ha permitido la actuación policial. A esta cifra habría que sumar, además, el número de animales localizados por los servicios de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León y por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), lo que incrementaría muchísimo el numero de animales que mueren víctimas del uso ilegal de estas sustancias".

La Asociación para la Defensa del Buitre Negro, con base en Mallorca, puso en marcha el teléfono SOS Veneno en 1997, haciéndolo extensivo al resto de comunidades autónomas a partir de 1999. Tal y como comenta Juan José Sánchez "el teléfono trata de asesorar a las personas que se encuentran animales envenenados en el campo, indicándoles cuál es el protocolo que deben seguir para denunciar el caso a las autoridades". Una labor que ha evolucionado y ha dado sus frutos recientemente, ya que la Asociación para la Defensa del Buitre Negro ha editado un DVD en el que, bajo el título Protocolo de Actuación Contra el uso Ilegal de Veneno en Castilla y León, explica las circunstancias en las que se usan los cebos envenenados en la comunidad, se valora la situación actual y se establecen medidas preventivas. A la comunidad se han hecho llegar unos 2.200 DVD que, desde enero, se están distribuyendo entre los agentes forestales de la Junta de Castilla y León, miembros del Seprona y asociaciones de cazadores. 

El número de denuncias esconde en realidad datos más trágicos, como es el número de víctimas. Según explica Juan José Sánchez "por lo general, suele hallarse más de un animal víctima del veneno cada vez que se efectúa una denuncia". Uno de los casos más significativos tuvo lugar durante 2001 en la localidad palentina de San Cebrián donde, a partir de una sola denuncia, se contabilizaron 13 buitres leonados, dos alimoches, un milano real y un milano negro, todos ellos muertos por haber ingerido cebos envenenados.

 

Guerra sucia a los depredadores

El trabajo desarrollado durante todos estos años por la Asociación para la Conservación del Buitre Negro ha permitido también que sus responsables establezcan teorías acerca del uso ilegal de venenos. Existen dos factores que incentivan el uso de cebos envenenados. El más habitual es que hace algunos cazadores desaprensivos para controlar a los depredadores y proteger el número de piezas de caza menor que se encuentran en los cotos. El segundo uso está muy relacionado con la aparición del lobo, y tiene especial incidencia en Castilla y León. "Sabemos que el veneno es una herramienta usada por los ganaderos para hacer frente al lobo, ya que el número de denuncias recibidas aumenta en relación a una mayor actividad de estos depredadores contra los rebaños. La provincia de León ofrece varios ejemplos de esta práctica", explica Juan José Sánchez.