Tecnología España , Valladolid, Viernes, 06 de julio de 2007 a las 12:42

Tres ingenieros crean una empresa de sistemas industriales inteligentes

Los jóvenes comenzaron su andadura en el mes de noviembre de 2006

Marta Dompablo/DICYT Tres ingenieros han creado una empresa para el desarrollo de sistemas inteligentes con objeto de efectuar una implantación industrial de estas técnicas en Ingeniería. Así, Metaemotion, que se ubica en el edificio de I + D de la Universidad de Valladolid, surgió como un proyecto de los investigadores Diego García Morate y Alejandro Viloria, ambos ingenieros en Informática, y Borja García Hidalgo, que es ingeniero Industrial, quienes durante sus estudios en la institución académica vallisoletana desarrollaron investigaciones en Teoría de Sistemas Inteligentes, Data Mining (minería de datos) y redes neuronales.


"Decidimos aplicar estas técnicas a la Ingeniería. Llevábamos mucho tiempo trabajando en ellas y la verdad es que el empujón final, se produjo cuando las empresas vinieron a buscarnos a nosotros, ofreciéndonos un contrato antes incluso de formar Metaemotion", apunta Alejandro Viloria. Metaemotion se creó en noviembre del año pasado, aunque se constituyó formalmente en diciembre. Para su puesta en funcionamiento contó con el apoyo de los grupos de investigación a los que los tres emprendedores pertenecían.


Estos grupos, pertenecientes a la Universidad de Valladolid son: MOBIVAP (Modelización, Biomecánica y Visualización Avanzada del Patrimonio) y ECA-SIMM, (Entornos de Computación Avanzada y Sistemas de Interacción Multimodales). Por su parte, Borja García realizaba sus investigaciones en el Departamento de Ingeniería Mecánica de la institución académica vallisoletana. Así, Metaemotion nació como una spin-off y se formó como empresa privada. "No queríamos desprender nuestros vínculos de la Universidad de Valladolid para así tener la oportunidad de hacer investigación, que es lo que nos gusta en el fondo", destaca Viloria.


Un sistema inteligente es un mecanismo capaz de aprender y adaptarse a las condiciones en las que se encuentra en cada momento, es decir, "es un sistema que puede enfrentarse a situaciones que no ha visto sobre la base de la experiencia recogida en casos anteriores", subraya Diego García a DICYT. Un ejemplo de sistema inteligente es el buscador Google, en el que se introducen los términos que se quieren buscar y el sistema de forma aproximada expresa lo que entiende y las páginas encontradas."Si Google no fuera un sistema inteligente tendría que estar programadas todas las búsquedas", indican los investigadores.


Aplicación a la industria


La implementación de estos sistemas inteligentes a la industria es "viable" porque la solución que generan "ahorra muchos costes", comentan los ingenieros. En este sentido, destacan que "implementar un sistema inteligente es relativamente barato y, sin embargo, el coste de producción disminuye notablemente, porque muchas de las tareas que antes se realizaban de forma industrial se pueden efectuar con un ordenador y un sistema inteligente, y con tasas de calidad mucho mayores".


Respecto a la aplicación en las compañías, los empresarios indican que "la industria como siempre es muy reacia a los cambios pero las nuevas tecnologías van pegando fuerte, por lo que poco a poco intentamos entrar en este mercado". Además, los sistemas inteligentes se centran en un ámbito "muy concreto donde que no hay especialistas trabajando", por lo que los jóvenes pretenden "aprovechar la ventaja de salir de grupos de investigación para ir aplicando todo este conocimiento”.

Data mining, visión artificial...

Los sistemas inteligentes abarcan varias disciplinas, normalmente relacionados con inteligencia artificial, visión artificial y Data Mining (minería de datos). Esta última técnica se utiliza para extraer conclusiones cuando se tienen grandes cantidades de datos, mediante un análisis no meramente estadístico, sino algo más avanzado. La minería de datos se emplea para realizar recomendaciones de productos, o evaluar la calidad de los sistemas.


"No son como cualquier software de un ordenador, porque los programas normales son imperativos, es decir, el usuario le indica las acciones que tiene que realizar paso a paso", subrayan los investigadores. Entonces, si dicho software se enfrenta a un caso que no ha visto, al no haber sido programado para ello, el programa no sabe actuar".


En cambio, los sistemas inteligentes, aunque también se programan, están pensados para actuar ante nuevas situaciones de acuerdo a su experiencia, y también tienen la capacidad de aprender. Así un sistema inteligente puede ser un programa, un conjunto de programas o un conjunto de máquinas que están trabajando de forma colaborativa para resolver un problema. Este concepto está muy asociado al cálculo distribuido. Dentro de los sistemas inteligentes se encuadran muchas familias como sistema experto, sistema de control inteligente y control de recuperación ante fallos.