Alimentación Brasil , Brasil, Miércoles, 04 de marzo de 2015 a las 15:33

Un análisis genético ayuda a mapear poblaciones de grandes carnívoros

El estudio del ADN presente en muestras de pelos o de excrementos ayuda a los científicos a descubrir información sobre las especies remanentes en los fragmentos de los biomas Bosque Atlántico y Cerrado

Karina Toledo/Agência FAPESP/DICYT Métodos no invasivos de análisis de ADN están ayudando a científicos vinculados al Sistema Nacional de Investigación en Biodiversidad (Sisbiota), de Brasil, a monitorear poblaciones de grandes carnívoros existentes en el Bosque Atlántico, en el Cerrado y en las áreas de transición entre esos dos biomas en el estado de São Paulo y adyacencias.

 

El objetivo de este estudio consiste en emplear los datos recabados para perfeccionar modelos de factibilidad poblacional y contribuir al desarrollo de planes de conservación, según explicó Pedro Manoel Galetti Junior, docente del Centro de Ciencias Biológicas y de la Salud (CCBS) de la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar), en São Paulo, y coordinador de la Red Sisbiota – Predadores de Cima de Cadena, apoyada por la FAPESP.

 

“Estos animales, particularmente los predadores de la cima de cadena, poseen hábitos muy elusivos. Difícilmente se los ve a campo abierto, por eso han sido estudiados por los ecólogos por medio de vestigios tales como los pelos, las huellas y sus excrementos. La genética llega como una nueva y poderosa herramienta en este esfuerzo de identificación”, afirmó Galetti.

 

El análisis del ADN mitocondrial de una muestra de excrementos, ejemplificó el investigador, permite descubrir a la especie que generó las deposiciones, y ayuda a calcular el tamaño de una población y el área que ocupa.

 

“Mediante un método parecido al de los test de paternidad, que se vale de marcadores moleculares neutros como los del tipo microsatélites, es posible individualizar cada muestra”, dijo Galetti.

 

“Como tenemos el dato geográfico, logramos determinar con ayuda de un GPS dónde estaba aquel ejemplar al momento en que defecó. Si una nueva muestra del mismo ejemplar se recolecta posteriormente en otro sitio, logro hacerme una noción de su desplazamiento”, explicó.

 

El método estandarizado por el grupo del Sisbiota permite a su vez calcular la proporción de machos y hembras en una determinada población, estudiar su variabilidad genética y el flujo de genes entre los distintos fragmentos de monte nativo.

 

Entre los felinos, hasta el momento los análisis se han concentrado en poblaciones de puma del norte de América del Sur (Puma concolor), el ocelote (Leopardus pardalis), el tigrillo (Leopardus wiedii), el yaguarundí (Puma yagouaroundi) y el leopardo tigre (Leopardus tigrinus).

 

En el grupo de los cánidos, los destacados son el aguará guazú (Chrysocyon brachyurus), el zorro cangrejero (Cerdocyon thous) y el zorro vinagre (Speothos venaticus).

 

El jaguar en Serra do Mar

 

Aunque el enfoque principal recae sobre el estado de São Paulo, los investigadores han estudiado todo el continuo de Bosque Atlántico que se extiende hasta el norte del estado de Minas Gerais, como así también las regiones de sabana del Cerrado hasta el sur del estado de Goiás.

 

“En primer lugar, pretendemos descubrir cuántos de estos animales aún existen en los fragmentos. Es una información que, por más simple que parezca, se desconoce en razón de la dificultad de hacer este tipo de análisis”, dijo Galetti.

 

Las estimaciones poblacionales aún están terminándose. Según Galetti, el proceso es lento, ya que se deben repetir los test entre dos y cinco veces para estar seguros de los resultados.

 

Sin embrago, datos preliminares han revelado la presencia del jaguar o yaguareté (Panthera onca) en algunas áreas del estado en las cuales se creía que esta especie estaba extinta, como en el Núcleo Santa Virgínia del Parque Estadual de Serra do Mar.

 

“Queremos ampliar los estudios para que sea posible trabajar con modelos de factibilidad poblacional. Estos modelos contemplan diversas características de calidad del hábitat para calcular la probabilidad de persistencia de una determinada especie en un determinado ambiente durante los próximos 100 años. Los análisis se volverán más confiables cuando logremos introducir los datos genéticos en los modelos”, evaluó Galetti.