Alimentación México , Baja California, Lunes, 13 de junio de 2011 a las 13:00

Un barco tiburonero captura un 'megamouth' en aguas de M茅xico

El tibur贸n boc贸n, perteneciente a la especie 'Megachasma pelagios'

CICESE/DICYT Por segunda ocasión, un barco tiburonero capturó en aguas mexicanas un ejemplar juvenil de “megamouth” (nombre común en inglés), mejor conocido como tiburón bocón, perteneciente a la especie Megachasma pelagios. Con la intención de conocer más sobre la ecología del "megamouth", los doctores Oscar Sosa (CICESE) y Dan Cartamil (Instituto Oceanográfico de Scripps - SIO); así como los técnicos Omar Santana, responsable del laboratorio de Ecología Pesquera y Erik Oñate (CICESE), realizaron una serie de cortes del ejemplar capturado, que posteriormente serán analizados y servirán para conocer la estructura de los músculos y las branquias.


Dan Cartamil, detalló que el juvenil de tiburón bocón, un macho de 180 cm de longitud total, se cortó en rebanadas de 5 cm y se tomaron fotografías de cada una de las partes. Posteriormente analizarán las imágenes para ver la estructura de los músculos, específicamente los músculos rojos y blancos.


“Los tiburones típicamente tienen dos músculos: blanco y rojo, que se asocian a la ecología del animal. Unos tienen el músculo rojo en la parte de afuera del cuerpo, otros en la parte de adentro, dependiendo cómo se mueven, en dónde viven y la velocidad como se mueven. Ver eso en el ´megamouth´ nos dice mucho del tiburón y es importante porque es un animal muy raro”.


La más reciente captura sucedió nuevamente en una red tiburonera del barco ensenadense Corina del Mar en aguas de la bahía de Sebastián Vizcaíno, en Baja California Sur. El 16 de noviembre de 2006 el mismo barco capturó, en el mismo sitio, un juvenil hembra de tiburón bocón, el primer ejemplar registrado en aguas mexicanas y el número 37 a nivel mundial. Ambas capturas incidentales indican que esta especie forma parte de la diversidad de tiburones que habitan las aguas de la costa occidental de la península de Baja California.
 

El MC Omar Santana, técnico de campo del Laboratorio de Ecología Pesquera del CICESE, comentó que al parecer la captura de ejemplares de la especie Megachasma pelagios es más común de lo que pensaban.
“Tal vez sean pocos registros para la ciencia, pero el capitán del Corina del Mar, Edén Ruvizel, nos dice que en otras ocasiones ha capturado la misma especie, incluso organismos mucho más grandes, tan grandes que al momento de levantar la red la rompían y se regresaban al agua. Lo curioso es que todas las capturas han sido en el área de bahía Vizcaíno. Nosotros tenemos bastante tiempo trabajando en esa área y hemos visto que muchas especies de elasmobranquios viven ahí en diferentes temporadas y diferentes zonas, pero finalmente comparten el área por alguna razón y es algo que hemos tratado de investigar”, detalló.


Un tiburón de boca grande y dientes pequeños

Poco se conoce sobre la historia de vida de este tiburón: ¿cómo crece, cómo se reproduce? Es una de las últimas especies de tiburones vivos que se han descubierto y se considera la especie más primitiva del orden Lamniformes. El primer ejemplar de tiburón bocón fue descubierto en 1976 en aguas de Hawai; a partir de ese hallazgo se creo la familia Megachasmidae, el género Megachasma y la especie M. pelagios. Desde entonces hasta hoy, se ha documentado la captura de aproximadamente 40 ejemplares en diferentes partes del mundo.


Este tiburón navega en todo el mundo, en todos los océanos, aunque no se sabe exactamente dónde, se sabe que no en áreas muy frías. Suele andar muy somero durante la noche, como a 10 o 50 metros de profundidad y durante el día se va más profundo, a 200 o 500 metros, probablemente buscando krill (un tipo de camarón muy pequeño, planctónico, que vive a la deriva en la columna de agua de mar), su alimento.
Además de tener una piel bastante oscura, el tiburón bocón se caracteriza por tener unos dientes muy pequeños, tan pequeños que apenas y se pueden observar en el área de toda la boca. La razón de tener unos dientes pequeños y una boca grande es porque de esa manera puede absorber la mayor cantidad de agua posible y filtrarla, teniendo así más oportunidad de conseguir krill.


Para Omar Santana este análisis representa una oportunidad para conocer la ecología de un animal que se ha visto en pocas ocasiones. De entrada, el hecho de haber encontrado por segunda ocasión a esta especie en aguas mexicanas indica la importancia de esa área en particular.


“Se trata de una especie que, aunque es rara, puede indicar qué tan importante es ecológicamente un área con respecto a otras. Sabiendo eso podemos tener o lograr algún manejo en esta área, un manejo pesquero de cualquier tipo".